Beira de fogo é bom
Lugar pra tudo contar
Estórias de amedrontar
Se repará bem no ingá
No tom do jacarandá
Os seres vivos que há
Trinca ferro, alma de gato
Saci da mata tempera a viola
Os seres vivos que há
O homem não tem razão
Da própria vida matar
. . . .
. . . . . . . . . . .
[Junto
al fuego es buen lugar para contarle a todos historias de terror. Si miras bien
en el ingá, en el tono del jacarandá, los seres que viven allí: pepitero, alma
de gato, yasí yateré de la selva, templa la guitarra. El hombre no tiene razón
en destruir la misma vida de los seres que viven allí.]
“Alma de
Gato”
Canción
de Tavinho Moura y Murilo Antunes
Hace un
tiempo recibí un llamado de mi amigo Roberto Rodríguez para hacerme un pedido
algo curioso. Roberto y su esposa, Nuni
Hummel, son propietarios de la reserva
natural “La Amanda”, ubicada en Punta
Indio (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Este encantador lugar, que
protege un sector de talares y pastizales bonaerenses, se ve realzado por un
arroyo que serpentea a lo largo de la propiedad, sirviendo de acceso y
pasaje a una variada fauna. Habiendo
avistado allí, en una ocasión, a un tingazú (Piaya cayana), una hermosa ave de
la familia de los cucos, a mis amigos se les ocurrió ponerle ese mismo nombre
al arroyo innominado y su llamado era para pedirme que elaborara un escrito a
fin de justificar la propuesta de dicho nombre ante el concejo deliberante del
Partido de Punta Indio. A decir verdad
esta localidad es punto liminal en la distribución del ave, sin embargo la
originalidad y potencia del nombre me parecieron una buena causa a defender.
Habiendo dedicado algún tiempo al tema de la nomenclatura de las aves no me
podía sustraer a tal pedido, así que elaboré el escrito. Roberto lo presentó y la propuesta fue
aceptada por la autoridades, de modo que hoy en día el arroyo lleva
orgullosamente el nombre de “Tingazú”.
El
tingazú es un ave llamativa por su tamaño (del pico a la punta de la cola mide
unos 45 cm), por su bello colorido
castaño y por su comportamiento furtivo mientras recorre los arbustos a baja
altura. Asi recuerdo haberlo visto en el parque del zoológico de San Pablo,
Brasil. Estas características le han otorgado una cantidad de nombres diversos
en las latitudes que habita desde México a Argentina.
Pero
antes veamos de que modo ingresó el ave en la historia. George Marcgrave, un
personaje habitual en nuestro blog, fue el primero en describirlo con el nombre
de atingaçu camucu y agrega “ave
elegante debido a la longitud de la cola”.
atingaçu camucu Marcgrave, George y Willem Piso -1648 -Historia Naturalis Brasiliae |
Un siglo
después, Jacques-François Artur, el primer “médico del rey” que ejerció en la
colonia francesa de Cayena, realizó numerosos envíos de especímenes de historia
natural a su maestro, René-Antoine de Réaumur, entre los cuales había algún
ejemplar de esta ave. El zoólogo Mathurin Brisson, asistente de Reaumur, (ver nuestra entrada LA REINA MORA
-Cyanocompsa brissonii- ¿UNA REINA AFRICANA? ) describió esa especie con
el nombre de coucou de Cayenne o Cuculus cayennensis, y poco despues
Linné la introdujo en la nomenclatura científica como Cuculus cayanus.
Coucou de Cayenne Brisson, Mathurin-Jacques, - 1760- Ornithologie |
Varios
años más tarde René Primevère Lesson, reconoció diferencias de esta especie con
los cucos europeos y creó especialmente el género Piaya para incluirla. Derivó este nombre de piaye que es el nombre que los criollos de la Guyana daban al ave.
Buffon, que era correspondente de Artur, explicaba que “piaye significa diablo
en la lengua del país, e incluso sacerdote, es decir, para un pueblo idolatra,
ministro o interprete del diablo. Y esto indica muy bien por qué se considera
al ave como de mal agüero; se dice por ese motivo, que los nativos y los negros
tienen repugnancia por su carne; pero
¿esta repugnancia no vendrá más bien del hecho que su carne es magra en todo
tiempo?”
Petit coucou de Cayenne Brisson, Mathurin-Jacques, - 1760- Ornithologie |
En el
Paraguay, el jesuita José Sanchez Labrador lo llamó ave tingazo, y señaló que “En la cabeza, a lo largo, hay unas
plumitas sutiles que levanta cuando quiere y forman su penacho”, aunque esta
característica no aparece en su dibujo. Afirma que “se amansa fácilmente, y
vive en casa sin huir, aunque no se le meta en jaula. Come lo que le dan, y
principalmente guiyus o grillos y otros insectos. (...) La carne de estos
pájaros no se estima,”
Buffon
lo describió bajo dos nombres: coucou piayé (basándose en Brisson) y coucou cornu o atingaçú, nombre que tomó
de otra descripción de Linné y Brisson
que lo calificaron de cornudo o crestado, quizás básandose en las plumas que le
colocó Marcgrave en su dibujo y que más bien parecen una exageración de las
vibrisas de la base del pico. Para Buffon ya no son “plumitas sutiles “sino que
tiene “sobre la cabeza largas plumas que puede elevar cuando quiere, y con las
que sabe hacerse de un doble copete”
pero Félix de Azara, implacable crítico del zoólogo francés supone que
éste debió haber visto un ave embalsamada a la cual “artificialmente se la
habrían herizado para darle más extrañeza”.
Ave tingazo |
“Sale
poco de los mayores bosques a sus orillas,” – dice Azara- “y jamás se encuentra
en descampados, ni baxa al suelo, ni aún a la mitad inferior de los árboles;
pero los corre fácilmente, metiéndose por cualquier abertura de las ramas y
enredadizos”. También le comentaron que “su carne comida hace el efecto de una
purga, y algunos le atribuyen hechicerías y simplezas”. Al respecto corrige una
vez más a Buffon diciendo que el nombre debe ser en vez de piayé, payé “que significa cosa de hechicería y
no diablo, ni ministro o intérprete del demonio” como aseguraba el francés.
Azara cree que los pobladores no lo comen porque su carne es purgante o bien
porque usualmente no comen aves chicas. Afirma que “no bebe, ni necesita el
agua ni sus producciones” y por eso está siempre en las ramas altas de los
bosques grandes y no en las plantas bajas cercanas a los ríos “Yo no sé de
dónde sacan la comparación de su vuelo con el del martín pescador, que en nada
se le parece, sino en ser horizontal”.
En el
estado de Sao Paulo (Brasil) , Maximilian, el príncipe de Wied Neuwied, conoció
al tingazú, en las selvas cerradas de la
mata atlántica y en las arboledas y arbustales que alternan con
pastizales. Narra que mueve la cola
hacia arriba y abajo y hace oír su voz, un sonido repetido: zig! zig! zig!. “En
las zonas urbanas, estas aves son bastante tímidas pero en otras cazaban aún en
medio de la gente (...) De las ideas
supersticiosas que mencionan Buffon para
Cayena y Azara para Paraguay, no he oído nada en Brasil.”
De vogels van Guyana - Penard, F.P.
Paramaribo [1908-10]
|
AVE
MAGICA
El
tingazú es considerada ave de mal agüero. En el Amazonas se cree que cuando el
alma-de-gato canta en la puerta de una casa, el dueño morirá pronto. En
Dominica se considera que anuncia lluvias y en el Guayrá cuando canta cerca de
una casa es porque llegará una visita de tierras lejanas.
Los
caboclos amazônicos (mestizos de indios y negros) temen el canto del “ticuã" porque puede desencadenar distúrbios emocionales y psíquicos como el síndrome del empanemado, un estado depresivo
que se da sobre todo en los cazadores que, así afectados, o no encuentran a sus presas
o ya no pueden derribarlas. Para curarse de esta enfermedad los seringueiros de
Rondônia buscan avispas (marimbondos) y se hacen picar por ellas.
Tiene
fama de burlona ya sea por imitar el canto de otras aves o bien por ocultarse
bien. Por eso pasa muchas veces desapercibida y se la relaciona con la
invisibilidad.
Tincoã Göldi, E. A. – 1900-1906 - Album de aves amazonicas. Zürich: Impressão do Instituto Polygraphico |
Juan
Bautista Ambrosetti obtuvo de Patricio Gamón, de Villa Azara, en el Alto Paraná
paraguayo, una complicada receta para fabricar un talismán para hacerse
invisible a voluntad. Lamentablemente para ello hay que matar un tingazú un día
viernes y llevarlo hasta un lugar desde donde no pueda oirse el canto del gallo
y ahí se entierra a la pobre ave, tras haberle colocado dentro del cráneo,
entre los sesos, tres pequeñas habas con algo de tierra. A los ocho días las
habas brotan produciendo 3 hojas, entonces se acude al lugar junto con un niño
y se saca una de las hojas y se la pone en la boca preguntando al chico si lo
ve desde unos 10 metros, si la respuesta es afirmativa se repite la operación
con una segunda hoja, si la respuesta es “si” se toma la tercer hoja, y el niño
ya no puede verlo, hasta que no se saca la hoja de la boca Esa hoja se conserva
para cuando haya que usarla, especialmente para llegar ocultamente a la casa de
la amada.
Esta
creencia del nordeste brasileño (Rio Grande do Norte y Paranaíba), se origina en que durante el día, el alma del
gato no tiene forma ninguna y no se puede saber si está presente o no, como
mucho se percibe su sombra, un aire que mueve las hojas de las plantas, o
apenas un ruido leve. De noche puede tomar la figura de un gato negro, con ojos
color fuego, que asusta a los niños traviesos en el patio trasero de las casas,
aunque no los daña, apenas los hace temblar de miedo. En las danzas del boi-calemba o bumba-meu-boi aparece en una
cantiga que se entona para entrar en la casa del anfitrión del baile.
Se dice
que el ave esconde el nido muy bien porque entre los huevos guarda una pepita
de oro. Y cuando se da cuenta de que la
están observando, abre aún más sus ojos de brasa, levanta el copete, toma un
aspecto de diosa ofendida, lanza unas notas musicales y se aleja con vuelo
rápido.
Alex Mouchard
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Chincoã e Maria Caraíba.
La no fundo da mata densa
ouço o gemido de Chincoã.
Maria Caraíba bateu asas
assustada rasgou o sertão.
Foi pro vale do lírio branco.
Lugar tão numinoso e sereno.
Deleite de se viver.
Maria Caraíba cansou das astúcias.
Da presença nefasta dos ditos seres
racionais.
Dos sonhos mirabolantes de seu
amado.
Cego com tanto tesouro de falso
brilho.
Chincoã aturdido não entendeu nada.
Até hoje na solidão das noites
estreladas.
Vive errante de clareira em
clareira.
E chora a ausência de sua amada.
J. B.
Conrado
[ Allá
en el fondo de la selva oigo el gemido del Chincoã. Maria Caraiba aleteó, asustada rasgó el
sertón volando hacia el valle del lirio blanco, lugar tan mágico y sereno,
deleite de la vida.
Maria
Caraiba se cansó de los engaños, de la
presencia nefasta de los seres llamados racionales, de los sueños
fantasiosos de su amado, ciego con tanto tesoro de falso brillo.
Chincoã
sorprendido no entendía nada. Hasta hoy en la soledad de las noches
estrelladas, vive errante de claro en claro. Y llora la ausencia de su amada.]
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
REFERENCIAS
-Ambrosetti,
Juan B. -1917 – Supersticiones y Leyendas. Buenos Aires: La Cultura Argentina.
-Azara,
F. de -1992 (1802)- Apuntamientos para la Historia Natural de los Páxaros del
Paraguay y del Río de la Plata. Comisión Interministerial de Ciencia y
Tecnología. Madrid.
-Brisson,
Mathurin-Jacques, - 1760- Ornithologie. Parisiis : Joannem-Baptistam Bauche.
-Buffon,
G.L.L. conde de. -1770–1785- Histoire
naturelle des oiseaux. 9 vol. Imprimerie Royale. Paris.
-Garcia,
Luciana -2005- O mais assustador do folclore: monstros da mitologia brasileira.
Ilus. Roger Cruz, Bruna Brito. São Paulo: Caramelo, 2005.
-Jaramillo
de Olarte, Lucia –1993- Aves de Colombia
– Santa Fe de Bogota: Ata Fondo
Filantrópico.
-Lesson,
R. P. Prêtre, J. G. -1831-Traité d'ornithologie. Bruxelles : F.G.
Levrault
-Linné,
C. -1766- Systema naturæ per regna tria naturæ ... Tomus I. Editio duodecima,
reformata. – pp. 1–532. Holmiæ. (Salvius)
-Marcgrave,
George y Willem Piso -1648 -Historia Naturalis Brasiliae... Lugdun. Batavorum: Franciscus
Hackium. Amstelodami: Lud. Elzevirium.
[Organizado por Joannes de Laet]
-Marques,
José Geraldo W. – 2010 - - Pássaro é bom para se pensar: simbolismo ascensional
em uma Etnoecologia do Imaginário. Revista Incelências, 1(1): 2-17. Maceio.
-Martínez Mauri, M. - 2016 - ETNO–ORNITOLOGÍA Y GIRO ONTOLÓGICO: REFLEXIONES EN TORNO AL ESTUDIO ETNOGRÁFICO Y ORNITOLÓGICO EN GUNAYALA (PANAMÁ). Revista Chilena de Ornitología 22(1): 79-88
-Santos,
Eurico – 1979 - Da ema ao beija-flor. 396 pps. Editora Itatiaia,
-Vidal,
Ademar -1950- Lendas e superstições; contos populares brasileiros. Rio de
Janeiro: Empresa Gráfica O Cruzeiro.
-Wied,
Maximilian, Prinzen zu -1830- Beiträge
zur Naturgeschichte von Brasilien. III Band. Weimar.
Excelente material !!!
ResponderBorrarpresisamente es el ave que entre unos dias comensare a pintar. a principio lo conosi como pajaro leon, lo busque en internet y no lo encontre, hasta que lo busque como alma de gato y encontre su pagina. Muy interesante su historial. saludos
ResponderBorrar