In the forests of the night;
What immortal hand or eye,
Could frame thy fearful symmetry?
En las selvas de la noche
¿qué ojo o mano inmortal
podría delinear tu atemorizante simetría?
William Blake 'Songs of Experience' (1794)
Brisson creó el género Anhinga y lo hizo en base a la descripción de Marcgrave de su Anhinga brasiliensibus Tupinambis. Éste describió el ave minuciosamente agregando: “Muy hábil en atrapar peces: porque, como una serpiente, primero contrae el cuello antes de lanzar el pico contra los peces, y los agarra con sus uñas. Comí su carne, pero no es mucho mejor que la carne de la gaviota (1)”. Como bien dice Félix de Azara, se equivoca en decir que agarra los peces con sus uñas. Marcgrave además incluyó esta estilizada figura del ave.
Marcgrave, George
Historiæ rervm natvarlivm Brasiliæ.
La descripción de este autor señala el posible origen de otros de sus nombres: el guaraní mbiguá-mboí , acriollado como biguá víbora, y el inglés snakebird, o sea, ave serpiente.
Según Bartram “Antiguamente la anhinga era considerada por los viajeros como un animal anómalo, un monstruo que compartía las características de la víbora y del pato. . . En ocasiones cuando nos aproximamos a ellos, se dejan caer al agua como muertos, y por un minuto o dos no se los ve; entonces, de pronto, a una gran distancia, su cabeza y cuello largos y delgados aparecen, como una serpiente elevándose erguida sobre el agua . . . No dudo que si esta ave hubiera habitado el Tíber en tiempos de Ovidio, le habría dado argumento para alguna bella y entretenida metamorfosis”.
¿Será uno de los orígenes del mito náhuatl de la serpiente emplumada: Quetzalcóatl?
El nombre de Marcgrave puede traducirse como “Anhinga de los brasileños tupinambis”. Se refería a los tupinambá (nombre que significa "el más antiguo" o "el primero"), nación indígena del Brasil integrada por un grupo de tribus que formaban la Confederación de los Tamoios, cuyo objetivo era luchar contra los portugueses. Habitaban el sureste de Brasil, sobre el litoral marino entre el Cabo de São Tomé (Río de Janeiro) y la isla de São Sebastião (São Paulo), y especialmente en las inmediaciones de la bahía de Guanabara. El nombre de esta tribu también fue utilizado por Daudin en 1802 para crear el género al que pertenece nuestro conocido lagarto overo, Tupinambis merianae (ahora Salvator merianae, ver nuestra entrada EL
LAGARTO OVERO (Salvator merianae): MARIA Y EL SALVADOR). La lengua tupinambá llamada por los portugueses língua geral ("idioma común") dio origen a muchos términos en la nomenclatura de la flora y la fauna tropical, como tapioca, jaguar, mandioca, tucán, tapir y otros. Al parecer la palabra anhangá o anhgá significaría en tupinambá "espíritu o demonio selvático". Quizás el aspecto hierático del ave y su conducta huidiza, desapareciendo en instantes de la vista del observador, indujo a los nativos a creer que era alguna clase de espíritu.
No sólo a los nativos atemorizaba esta ave. Alexander Wilson decía al respecto: “En aquellos países donde abundan los animales peligrosos, podemos de inmediato concebir que el aspecto de esta ave, extendiendo su delgado cuello a través del follaje, habría de asustar al viajero desconfiado, cuya imaginación creaba seres peligrosos a cada paso, acechando en la espesura”.
Buffon, por su parte, aclara que anhinga “es el nombre brasileño tapinambú de esta ave; los franceses de Guyana la llaman plongeon [zambullidor]”. Al tratar sobre esta especie, aprovecha para hacer una disquisicion sobre las formas que nos ofrece la Naturaleza y que en su enorme variedad incluye algunas que no entran dentro de nuestro canon de belleza. Así la anhinga según Barrère “nos ofrece la imagen de un reptil injertado en el cuerpo de un ave . . . recordando la figura y aún el movimiento de una culebra, ya sea por la forma en que extiende bruscamente su cuello lanzándose desde los árboles, sea por la forma en que lo repliega y lo lanza bajo el agua para ensartar los peces”. Este plegamiento llamó tanto la atención de Moehring, que cambió el nombre génerico Anhinga por el más clásico Ptynx, que significa “que se pliega”.
Linné (1766) se limitó a copiar a Marcgrave pero incluyendo a la especie en el género Plotus, un término que en latin clásico se refiere a “pies chatos y grandes”, y que se usaba como sobrenombre para humanos con esa característica, tal como el célebre comediante Titus Maccius Plautus o Plauto. Como señaló en su diagnóstico la anhinga tiene los “pies palmados, todos los dedos conectados [por una membrana]”.
Por su parte Mauduit indicó que “aunque palmípeda, se para sobre los árboles, hace en ellos su nido, y desde sus ramas se arroja contra los peces de que se alimenta . . . Nada, se sumerge y obra con libertad en medio de las aguas lo mismo que en el aire, pero rara vez se para en tierra: es de un natural silvestre y timido: huye de lejos, y procura esconderse de la vista sumergiéndose en el agua”.
Esta conducta de arrojarse sobre los peces desde su percha es negada por Audubon, que explicaba que el anhinga nunca se zambulle desde una eminencia para procurarse la presa, aunque por su costumbre de dejarse caer en silencio desde su percha al agua, para después nadar y zambullirse como el cormorán, ha llevado a algunos autores a creerlo así.
El príncipe Maximilian de Wied detalló las dificultades que tenía para obtener ejemplares para sus colecciones: “Quien quiera dispararle debe andar con gran cautela. Para ello el cazador se recuesta en la parte delantera de la canoa, que se deja resbalar mansamente río abajo. Se dispara de improviso contra el ave posada en una rama apenas comienza a abrir las alas: si no muere en el acto se tira al agua, bucea profundamente, a veces por debajo de la canoa, apenas mostrando su pico fino y delgado, verticalmente. Entonces, es preciso pegarle otro tiro. De esta manera desperdiciamos mucha pólvora y mucho plomo antes de cazar al diestro zambullidor”. El príncipe la encontró en todos los ríos que atraviesan las grandes selvas y también en las lagunas saladas costeras donde se posa en árboles o roquedales al acecho de los peces, retirándose a la selva para ocultarse. Al asustarse se tira como una piedra al agua, o se lanza en vuelo rápido y suave con el cuello extendido y lanzando un sonido gutural corto y áspero. A veces lo vio nadando en los ríos.
Dibujo de Ernesto Lohse, en Goeldi, E. 1900-1906. Album de Aves Amazonicas.
Goeldi menciona el nombre brasileño de bigua tinga, es decir "biguá blanco", por las plumas blancas del dorso y alas. Estas plumas blancas le dan un toque de distinción y eran usadas como signo de realeza entre los khasias de Bangladesh, que se valían de las plumas de la similar especie asiática, Anhinga melanogaster. Debido a esas plumas, que semejan salpicaduras de pintura blanca, Azara lo bautizó “el chorreado”. En la costa norte de Brasil le dicen myuá, y carará en el Amazonas, en la zona del río Xingú, según Edwards. Kiawik es el nombre en idioma pemón de la zona caribe de Venezuela y Guayana, y pato aguja el que le dan en Centroamérica. Audubon registró otros nombres curiosos que le daban en Norteamérica: por ejemplo, los criollos de Louisiana, le llamaban bec à lancette (pico de lanceta); en el delta del Mississippi es el water crow (cuervo de agua), o water turkey (pavo de agua), y en el sur de Florida, recibía el nombre de Grecian Lady, es decir, dama griega, sin que sepamos el origen de tan curioso nombre. ¿Habrá sido por su elegancia?
Dibujo de Tickell en la Biblioteca de la Zoological Society.
En Newton, A. 1893-1896. A dictionary of Birds.London.
Azara mencionó también un curioso episodio surgido del impulso del ave por esconderse. Navegando por el río Paraguay a la altura de Ñeembucú “un páxaro de esta especie, que estaba en lo alto de un árbol, se dexó caer volando, y metiéndose dentro, se escondió entre la carga. Diez días después llegó el barco a la Asunción, y salió el páxaro vivo de entre los fardos.”
La asociación del anhinga con los ofidios aparece también en la poesía, como en el poema El biguá, de Pablo Miquet:
“Sobre un poste, ritual, revive un mito:
La serpiente emplumada.
Hasta su agreste voz parece un grito
Vieillot, L. P. 1834. La Galerie des Oiseaux. Paris
(1) - Agradezco al lector Pedro por la traducción de esta oración.
-Audubon, John
James – 1840 – The Birds of America. 7 vol. New York
-Azara, F. de
-1802- Apuntamientos para la Historia Natural de los Páxaros del Paraguay
y del Río de la Plata. Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología.
España. 1992.
-Barrère,
Pierre -1745- Ornithologiae Specimen Novum, sive Series Avium in
Ruscinone, Pyrenaeis Montibus, atque in Galliâ Aequinoctiali Observatarum, in
Classes, genera & species, novâ methodo, digesta
-Bartram 1791
Travels through North and South Carolina, Georgia, East and West Florida, the
Cherokee Country
-Brisson,
Mathurin Jacques-1760-1763- Ornithologie
-Buffon,
G.L.L. conde de -1770 - 1785- Histoire naturelle des oiseaux.
-Daubenton,
Mauduit y otros. 1788. Encyclopedia Metodica-Historia Natural de los
Animales.Madrid
-Edwards, W.H.
1861. A Voyage Up The River Amazon, Including A Residence At Para.
London.
-Goeldi, E.
1894. Aves do Brasil. Rio de Janeiro.
-Linné Caroli.
-1766-Systema Naturae per Regna Tria Naturae, secundum Classes, Ordines,
Genera, Species cum characteribus, differentiis, synonymis, locis. 12ª ed.
-Marcgrave,
G.- 1648- (...) Historiæ rervm natvarlivm Brasiliæ.
-Moehring, P.
H. G. 1752. Avium Genera. Bremen.
-Wied-Neuwied
,Alexander Philipp Maximilian von -1825-1833- Beiträge zur
Naturgeschichte von Brasilien.
-Wilson, A.
1871 . American Ornithology. 3 volúmenes. Philadelphia.
Un breve apunte sobre la traducción "Comí su carne, pero no es mucho mejor que la de la querida gaviota", frase que en el texto de Marcgrave aparece como "carnem illus comedi sed haud multo melior est quam caro Lari". Hay que señalar que tanto {carnem} como {caro}, hacen referencia a {latín, caro, carnis}: carnem, acusativo singular y caro, nominativo singular. Por lo tanto, la traducción queda mejor de la forma siguiente: "comí aquella carne, pero no es mejor que la carne de gaviota". Y lo señalo porque los romanos despreciaban la carne de gaviota, que no mejora por más que se cociera durante mucho tiempo. Me extrañó que la carne de gaviota fuese, por tanto "querida".
ResponderBorrarun saludo y felicidades por el trabajo de divulgación.
Pedro. Iindrikoto@yahoo.es)