Estaba dúrmili, dúrmili,
abajo de pírili, périli
y viene córrili, córrili
a picar a dúrmili, dúrmili.
Cae périli, périli,
despierta a dúrmili, dúrmili
y mata a córrili, córrili…
¿Qué será…?
Adivinanza Catamarqueña
Tamatia somnolenta.
A selection of the birds of Brazil and Mexico : the
drawings
W. Swainson
London :H.G. Bohn,1841.
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Hace unos meses recorría con amigos
un camino cercano a la localidad de Cerro Colorado (Córdoba, Argentina) cuando
observamos posada en un poste una curiosa ave. Parecía un raro martín pescador
esperando inútilmente la llegada de un pez en ese seco ambiente chaqueño.
Llamaba la atención su pasividad, estuvo allí un largo rato hasta que se alejó
con repentino vuelo. Tras recurrir a la guía lo identificamos sin duda como el durmilí. A poco de andar vimos otro
ejemplar, esta vez posado en un cable. Llevaba en el pico un delgado ofidio o
más probablemente una viborita de cristal (lagarto ápodo). Viéndose sorprendido,
no atinaba a huir sino que movía la cabeza a uno y otro lado sin soltar la
presa. Al mismo tiempo ejecutaba unos extraños movimientos estirándose y
agachándose alternativamente. Por su aspecto parecía también un pequeño kookaburra, esa risueña ave
australiana del género Dacelo, de la
misma familia o suborden que los martín pescadores.
El
primero en dar noticia de esta ave parece haber sido Georg Marcgrave (1648), en
Brasil, donde registró el nombre tupí de
tamatia y realizó un dibujo donde se lo ve bastante
cómico. Volvió a describirla también con el nombre de matutui . Leyendo esta
descripción, Mathurin Brisson (1760) lo denominó “Martín pescador manchado
del Brasil”, porque Marcgrave decía:
”Toda la cabeza, parte superior del cuello, dorso, alas y cola constan de
plumas pardas manchadas de amarillo pálido”, de allí que Gmelin creara el
nombre específico que lleva hoy en día: maculatus
(= manchado) y siguiendo a Brisson lo incluyó en el género de los martines
pescadores: Alcedo.
Tamatia -Marcgrave, George & Willem Piso -1648- Historia Naturalis Brasiliae. Lugdun: Franciscus Hackium et Amstelodami apud Lud. Elzevirium |
François
Le Vaillant (1807) publicó un grabado tomado de un ejemplar del Museo de París
y lo denominó Tamatia Tamajac porque lo consideraba intermedio entre el chacurú
manchado (Bucco tamatia) y el
jacamará (Galbula ruficauda).
William
Swainson (ver recuadro) también lo dibujó pero tomando como modelo ejemplares vivos en su
ambiente natural, las que pudo ver en su viaje a Brasil. Así describe este autor
las características de estas aves: "Hay algo muy grotesco en el aspecto de todos
los puff-birds (= ave pompón); y sus
hábitos, en estado natural, no son menos singulares. Frecuentan campos abiertos
cultivados, cerca de las casas, siempre perchando sobre las ramas secas de un
árbol bajo; donde estarán posados casi inmóviles durante horas, a menos que
divisen algún insecto desafortunado que les pase cerca, hacia el cual se lanzan
de inmediato, volviendo de nuevo a la misma ramita que dejaron, la cual frecuentan
durante meses. En esas ocasiones el desproporcionado tamaño de la cabeza se
hace más notable al erizar el ave las plumas pareciendo no muy diferente a un
pompón (puff ball); de ahí el nombre
general que han recibido de los residentes ingleses en Brasil”.
Tamatia maculataWilliam Swainson - 1820-1823-Zoological illustrations. London: R. & A. Taylor |
En
1854 Philip Sclater aplicó el nombre striatipectus
(= pecho estriado) a la subespecie del sur (“pecho y lados del vientre
estriados de negro”), para distinguirla de la variedad del norte que en vez de
estrías tiene puntos negros. Hoy en día algunos ornitólogos la consideran una
especie distinta aunque muy próxima.
Jean Cabanis y Ferdinand Heine (1863) lo ubicaron junto con otras cuatro especies
de pico lateralmente comprimido en el nuevo género Nystalus, nombre que proviene del griego nystalos que significa “que ama la noche” y, por extensión, “que
gusta del sueño”, y así lo confirman los autores “con su nombre nos referimos a un dormilón”,
haciendo caso a su denominación popular. Burmeister que lo observó en Tucumán señalaba
que “tiene el conocido hábito perezoso de sus colegas de esta familia y por eso
los criollos lo denominan dormilón”.
Años
después, Alexander Wetmore (1921) también lo vió en Tucumán, en Tapia, y
refiere lo siguiente: “Los Buccos
fueron hallados descansando en perchas bajas en los árboles, a menudo en
lugares bastante arbustivos, en regiones cortadas por barrancas abruptas.
Durante el tiempo claro que sigue a las tormentas ocasionalmente aparecen en
perchas más expuestas o bien descansan al sol en cables de teléfono y
telégrafo. Se posan con la cabeza hundida, el pico horizontal o apuntando
ligeramente hacia arriba y la cola elevada, esta última por su forma delgada
parece estar clavada en el cuerpo. Las aves son pasivas y permiten una
aproximación cercana, aunque a veces se vuelven hacia el intruso con un aire
semi amenazante que es ridículo. Al asustarse vuelan una corta distancia con un
aleteo grave traqueteante producido por sus alas pequeñas y redondeadas. Eran
completamente silenciosos. Localmente se la conoce como durmi-durmi o
durmili-durmili”. Wetmore llama la atención sobre su gigantesco cráneo en
contraste con un cerebro pequeño, algo que ya señalaba Marcgrave: “La cabeza es
mayor que lo que requiere la proporción
del cuerpo”. ¿Será este escaso cerebro la causa de su poca reactividad?
Durmilí en Cerro Colorado (Córdoba) Foto Alex Mouchard |
LOS NOMBRES DEL
DURMILI
En Argentina recibe
estos nombres: durmilí (Jujuy), durmili-durmili (Tucumán), dormilón (Tucumán,
Córdoba), durmi-durmi (Santiago del Estero), carpintero (La Rioja), pájaro
bobo y pájaro zonzo (Salta y Jujuy), tonto (Catamarca).
En Brasil le dicen bico-de-latão (= pico de bronce)
por el color del pico; dorminhôco (= dormilón), dormião; rapazinho-dos-velhos (= chico de los
viejos); fura-barreira (= perfora terraplenes); macuru, apara-bala,
joão-bobo, chilu-chilu, paulo-pires, fevereiro, cava-chão (= cava tierra); y
la subespecie stratipectus,
rapazinho-do-chaco y chororão.
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A monograph of the jacamars and puff-birds, or families Galbulidæ
and Bucconidæ. Sclater, Ph L.
London, R.H.
Porter [1882]
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El
DORMILON
En las
culturas populares la imagen del durmilí, la que le ha dado nombre, es la de un
“pájaro” dormilón, perezoso o medio tonto. Aclaremos que estrictamente no es un pájaro, pues no pertenece al orden
paseriformes, sino al de los galbuliformes. Así en la
adivinanza que abre esta nota, aparece durmiendo bajo un peral, cuando le cae una fruta
encima y le advierte de la
llegada de una serpiente a la que mata, revelando otra característica del ave:
puede alimentarse de ofidios, aunque pequeños.
Lily
Chávez en sus recuerdos del norte cordobés nos cuenta sobre “los Durmilí, que intentaban pasar
desapercibidos, entre las ramas de los árboles, por su plumaje mimético y su
quietud pero les era imposible por su canto trisilábico y melancólico”.
En
la canción “Pássaro fura barreira” de Zé Marcolino se narran otras
características interesantes del durmilí. Parece que cuando canta a pleno sol
de mediodía anuncia el invierno, estación de tormentas e inundaciones, pero también de la imprescindible agua para los sembrados. Y la
altura a la que excava el nido indica el nivel máximo de la creciente. “Tanta
ciencia num pequeno passarinho”, tanta ciencia en un pequeño pajarito, como
dice la canción muchas veces le salva la vida porque los cazadores lo respetan
por sus anuncios.
Goeldi E A -1900-1906- Álbum de Aves Amazônicas- Museu Goeldi de História Natural e Etnografia- Belem |
En
efecto, para los pueblos del nordeste brasileño, en regiones de clima semiárido
con lluvias irregulares, la posibilidad de contar con un pronóstico sobre las
mismas es fundamental para prepararse para la siembra y la limpieza de los
reservorios de piedra para almacenar el agua caída. De allí que consideren al
fura-barreiro como un ave profeta, indicadora de lluvias. Y por eso prestan
atención a su "canto grosso".
Además, si excava el nido a baja altura significa que el año será seco;
por el contrario, si lo hace bien alto el año, será lluvioso. Los pobladores aseguran que excava del lado
contrario de dónde vienen las lluvias, a menos que están sea de poca
importancia en esa temporada.
En
cambio entre los qom del Chaco recibe el nombre de toqo:’qo:q, nombre que recuerda su canto,
y dicen que tiene feo olor, pero sobre todo lo consideran de mal agüero
porque es el mensajero utilizado por los chamanes para avisar que hay un
enfermo o que alguien va a enfermar.
Alex
Mouchard
REFERENCIAS
-Arenas
P & Porini G – 2009 - Las aves en la vida de los tobas del oeste de
Formosa, Argentina – 281 pps. Editorial Tiempo de Historia, 2009
-Cano
R – 1938 - Echar adivinanzas en Allpamisqui (tierra dulce): Folklore
del Noroeste. Librería del Colegio: Buenos Aires.
-Gill, Th. -1899-1900 William Swainson and his times. The Osprey 4 y 5.
-http://www.biodiversitylibrary.org/
-http://boletinliterariobastaya.blogspot.com.ar/2012/12/basta-ya-boletin-literario-diciembre.html
-Pereira
de Araujo HF, Farias Paiva de Lucena R & da Silva Mourão J – 2005 -
Prenúncio de Chuvas pelas Aves na Percepção de Moradores de Comunidades rurais
no Município de Soledade-PB, Brasil. Interciencia 30 (12)
-Swainson W 1840- Taxidermy : bibliography and biography. London:Longman, Orme, Brown, Green & Longmans.
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ResponderBorrarExcelente recopilación =)
ResponderBorrarIncreible y super valiosa recopilacion de informacion. Tremendo aporte, muchas gracias por compartirlo
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