“Un zorro grande,
algo de hiena, algo de perro,
crin en el lomo:
aguará guazú...”
Aguará guazú - Germán Machado
Una temprana referencia es la del jesuita Fernao Cardim quien lo clasificó dentro de los “lobos de agua” del Brasil con el nombre de jaguaruçu y asegura que “es mayor que cualquier buey, tiene dientes de un palmo de grandes, anda dentro y fuera del agua y mata gente.”
Luego como hemos visto en nuestra entrada
anterior tenemos las observaciones hechas por Paucke y especialmente por Félix
de Azara, fuente durante muchos años de información sobre este cánido. Es muy
interesante para la historia de la veterinaria
la observación del padre Noseda acerca del parasitismo que sufría esta
especie por parte del “gusano del riñón” (Dioctophyma
renale). Este nematodo afecta actualmente a los perros de las zonas
ribereñas que se alimentan de peces de río a través de los cuales se transmite.
Realmente son parásitos impresionantes que llegan a 40 cm de largo y parecen
pequeñas culebras rojizas.
Así relata Azara lo que le contó Noseda: “También me participó que habiendo oído a
muchos, que esta fiera tenía víboras en los riñones y en el corazón quiso
averiguarlo; para lo cual disecó a su hembra, y le encontró que el riñón
derecho, aunque en la apariencia no difería del otro, era una bolsa que
contenía seis lombrices vivas que se movían, la mayor de 15 pulgadas, y las
demás iban a menos en progresión, alimentándose de mucha sangre aguada en que
nadaban”. Azara consideraab que estos gusanos provenían de “una generación
espontánea irregular”.
Pocos años después (hacia 1815) el príncipe
de Wied andando por Brasil tuvo
noticias de la guara o lobo en la zona de Campos Geraes (Minas
Gerais), al que por ese motivo designó como Canis
campestris. El guara vivía en áreas
abiertas del interior del estado, donde los pobladores aseguraban que no cazaba
presas vivas.
En 1820 Anselm Gaëtan Desmarest lo clasificó
como Canis jubatus (jubatus = con crin), nombre que
persistió bastante tiempo en la nomenclatura, hasta que se retomó el nombre de
Illiger (ver entrada anterior del blog).
Desmarest parece basarse mayormente en Azara, sin embargo aporta alguna nueva información:
“No sale de su retiro más que durante la noche; nada fácilmente, y se alimenta
de pequeños animales. Caza al rastro y es muy corajudo.”
Le Loup Rouge Dictionnaire des sciences naturelles,Cuvier, Frédéric - Strasbourg. 1816-30. |
El naturalista suizo Johann Rudolf Rengger estudió los
mamíferos del Paraguay en la tormentosa época del dictador Francia. Dice del
aguará guazú que “no es muy raro, pero tan tímido y fugaz,
que yo nunca pude obtener uno, aunque en mis viajes he visto a varios a la
distancia, y por la noche los oí”·
Por este motivo su
información proviene mayormente de su amigo, el malogrado médico inglés Parlet
que tuvo un guará en cautiverio durante más de un año.
Veamos el informe de Parlet:
"Yo tengo un
individuo de aproximadamente tres meses de edad, que un campesino había criado
con leche durante unas semanas. Aunque el animal era lo suficientemente grande
como para poder comer carne, sin embargo continué dandole la misma comida,
porque me había asegurado, que el aguará guazú no digiere la carne de vacuno ni
de ovino, y la vomita. Más tarde le di caña de azúcar y naranjas, ambas cuales
parecía gustarle mucho.”
Comprendiendo que el
animal era esencialmente carnívoro: “Así que le cacé algún Aperea, que le lancé
sin que, una vez consumida, hubiera notado el menor efecto nocivo en él. Luego
también le di un conejo, ratas y ratones, así como todo tipo de aves, alimentos
con los que creció rápido y vigoroso. Después de seis años, hice un intento de
hacerle comer carne de res con el fin de convencerme de la verdad o no de la afirmación
de su antiguo propietario. Pero vomitó la carne cruda de una hora después de
haber la ingerido, sin digerirla, sin embargo toleraba en su estómago pequeñas
cantidades bastante bien.”
“Su forma de comer era
la del perro doméstico; también tomaba los líquidos de la misma manera. Como
era bien tratado y con frecuencia lo acariciaba, probablemente se amansó, pero
nunca se domesticó. Cuando uno se acercaba, se ponía tímido y se agachaba hasta
que se le mostraba, mediante algunas caricias, intenciones pacíficas. Mi voz,
por cierto, la diferenciaba de la de los demás, y también conocía el nombre que
le había dado; incluso si un extraño le llamaba por el mismo, levantaba la
cabeza. Nunca lo vi jugar y correr, ya sea con un hombre o con un animal, o
incluso con cualquier objeto inanimado. En general, nunca me di cuenta de una
expresión de placer en él, ni aunque, estando prisionero y encerrado, lo dejara
correr libremente por mi parque. Más tarde rodó por la hierba y comenzó grandes
juegos por todo el jardín; pero ni bien uno se acercaba a él, de inmediato
trataba de ocultarse. Con el fin de capturarlo, había que sacarlo por medio de
un collar de un rincón o debajo de los arbustos, donde se había retirado al
acercarse la gente, porque nunca venía por sí mismo ni a mi, que me conocía bien,”
“Cuando se le hacía cualquier ofensa, o entraban
perros extraños en la casa, empezaba a gruñir, erizaba su melena y finalmente
estallaba en una especie de ladrido. Con los animales que eran de su casa,
fueran perros, gatos, gallinas o patos, era un buen compañero y no les hacía
ningún daño.”
“Al avanzar la jornada,
desde las diez de la mañana hasta las cinco en punto de la tarde, en general
dormía, al igual que un par de horas después de la medianoche. El resto del
tiempo pasaba caminando a grandes zancadas alrededor del poste al que estaba
atado, o sentado, como un perro encadenado, erguido y observando atento lo que
estaba pasando a su alrededor.”
“De sus sentidos
parecía que el oído y el olfato eran muy finos. En la luz del sol su vista era
débil, agudo contraste con el crepúsculo; en las noches oscuras a veces sus
ojos brillaban.”
“Los habitantes de Paraguay matan al aguará guazú,
aunque no les causa ningún daño, y todavía utilizan su piel, pero no su carne,
sólo cuando lo encuentran de forma aleatoria durante las cacerías. Acaso eso
sucede por cierto, no muy a menudo, porque él siente y oye a la gente y los
perros desde una gran distancia y los elude escapando rápidamente de su
persecución, sin embargo puede suceder que sea sorprendido y rodeado por los
perros, y debe defenderse de ellos con sus débiles dientes. “
. . . . . . . . . . .
El
coronel William Henry Sykes, militar y entomólogo británico presentó en 1838 una
“hermosa piel” de este animal ante sus pares de la Zoological Society de
Londres (Proc. Zool. Soc., p. 111. –
1838 ). La piel la había adquirido en Cádiz a donde había llegado desde Buenos Aires. Curiosamente dice que por su tamaño es
un “zorro de Brobdignag”, la tierra de los gigantes de los cuentos de
Gulliver. Era una de las pocas pieles
existentes en Europa, ya que sólo había dos más: una Paris y otra en Cádiz,
lo que lo hacía un animal muy poco conocido.
Sykes pensaba que “no siendo
zorro, perro ni lobo” había que buscar entre los géneros próximos para
ubicarlo, y así terminó concluyendo erróneamente que era una especie de
hiena.
Le Loup Rouge
The animal kingdom : arranged in
conformity with its organization / by the Baron Cuvier.
New York :G. & C. & H.
Carvill, 1833.
|
En
cambio el zoólogo Charles Hamilton Smith, dándose cuenta de que era algo bien
distinto, creó para él un nuevo género:
Chyrsocyon.
Hermann Burmeister supo de esta especie en Brasil y Argentina hacia mediados del s. XIX. En esa época llegaba hasta el norte de la provincia de Santa Fé (Argentina) donde existía el “Monte del Aguará”, ubicado en la comuna de Aguará Grande del departamento San Cristóbal. El lugar se denominaba así “por la cantidad de animales de esta especie, que poco a poco han sido eliminados”. El sabio alemán confirmaba que “El Aguará-guazú es un animal tímido que no ataca jamás al hombre ni a los animales domésticos. . . se lo caza por el valor de su piel, que sirve de tapiz y sobre todo para poner sobre el colchón de la cama”.
Hermann Burmeister supo de esta especie en Brasil y Argentina hacia mediados del s. XIX. En esa época llegaba hasta el norte de la provincia de Santa Fé (Argentina) donde existía el “Monte del Aguará”, ubicado en la comuna de Aguará Grande del departamento San Cristóbal. El lugar se denominaba así “por la cantidad de animales de esta especie, que poco a poco han sido eliminados”. El sabio alemán confirmaba que “El Aguará-guazú es un animal tímido que no ataca jamás al hombre ni a los animales domésticos. . . se lo caza por el valor de su piel, que sirve de tapiz y sobre todo para poner sobre el colchón de la cama”.
El aguará guazú, según un curioso dibujo de Hermann Burmeister. |
Erläuterung zur Fauna
brasiliens... Berlin, G. Reimer, 1856.
En
1872 el botánico francés Emmanuel Liais realizó una expedición científica a
Brasil donde escuchó al aguará guazú: “El grito del Guara se oye a una enorme
distancia; y en las lindas noches de luna llena, cuando el animal vaga por
las praderas, no es raro escuchar los tres fuertes tonos de su ladrido. Es más
raro ver a los animales mismos, ya que evitan al hombre cuidadosamente, y se
ocultan en los matorrales; ni siquiera atacan a los niños; el perro más
pequeño los pone en fuga con apenas un ladrido . . . El Guara caza pequeños
mamíferos y gallináceas de las praderas, pero prefiere insectos grandes, y a
veces hasta serpientes. Se alimenta especialmente de corteza de árboles y
frutos, y particularmente gusta del fruto del Solanum lycocarpum, llamada por los nativos “fruta de lobo”. Este
árbol es muy abundante en las extensas praderas abiertas, y a menudo alcanza
el tamaño de un gran manzano.” Es conocido en Brasil como lobeira y se dice que forma parte muy
importante de la dieta alimenticia del aguará guazú, que dispersa sus
semillas.
Según
el zoólogo inglés Philip Lutley Sclater (Proc. Zool. Soc. 1877, p. 806, pl.
81) recién en 1877 llegó un aguará guazú vivo a Europa, adquirido por la
Zoological Society a un tal John Thomson Petty, práctico del puerto de Buenos
Aires, quien le comunicó que en los muchos años de interesarse por la fauna
era el único ejemplar que había visto en cautiverio, Un grabado tomado de este
ejemplar en vida puede verse aquí abajo.
The Illustrated London News – 12/ene/1878 p45 |
Alex Mouchard
%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
REFERENCIAS
-Azara, F. de –
1802 - Apuntamientos para la historia natural de los quadrúpedos del Paragüay
y Río de la Plata. Imprenta de la Viuda de Ibarra, Madrid.
- Burmeister,
Hermann; Daireaux, Emile; & Maupas, E. – 1876 - Description physique de
la République Argentine.
-Cardim, F –(1580)
1925 - Tratados da Terra e Gente do Brasil. Rio do Janeiro.
- Desmarest,
Anselm Gaëtan -1820 - Mammalogie ou description des espèces des Mammifères.
Paris :Veuve Agasse.
http://www.voraus.com/adiestramientocanino/modules/smartfaq/faq.php?faqid=251
- Liais,
Emmanuel - 1872 - Climats,
géologie, faune et géographie botanique du Brésil. Paris: Garnier Frères.
- Mivart , George J. – 1890 - Dogs, jackals, wolves,
and foxes : a monograph of the Canidae .
- Smith, Charles Hamilton, & Jardine, W – 1839 -
Dogs. v.1
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Excelente nota Alex!!
ResponderBorrarFelicitaciones.
Notable trabajo sobre un animal desconocido para los extranjeros al Gran Chaco, que habla sobre la originalidad zoològica de America Latina. Gracias!!
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