con garza guerrera,
peligros espera.
Halcón que se vuela
con garza a porfía
cazarla quería
y no la recela.
Mas quien no se vela
de garza guerrera,
peligros espera.
La caza de amor
es de altanería:
trabajos de día,
de noche dolor.
Halcón cazador
con garza tan fiera,
peligros espera.
Gil Vicente, siglo XV.
Caminando por las playas de Claromecó,
hacia el este, se llega a unos pequeños
acantilados irregulares de tosca que se prolongan dentro del mar en los
conocidos “saltos” que los pescadores aprovechan para lanzar sus líneas. En ese
ambiente de sol, arena y mar me tocó presenciar este pequeño drama.
Una buena cantidad de golondrinas, entre ellas la doméstica, la
negra y la tijerita, evolucionaban por los aires recorriendo la costa en uno y
otro sentido. Enlazando estos trayectos planeaban en amplias curvas a gran
velocidad, siguiendo un poco la dirección del viento. Las gaviotas de capucho
café y cocinera se concentraban allí en determinados sitios de la playa donde
encontraban alimento en la resaca marina y fueron testigos silenciosos de este suceso.
De pronto, desde las toscas, se proyectó una flecha emplumada, en vuelo directo, bajo
y certero. El halcón aplomado había hecho su aparición en el escenario y así
como llegó, se fue, llevando en sus garras su premio: el cuerpo ya sin vida de
una torcaza.
El halcón voló hasta lo alto del acantilado,
y allí comenzó a desplumar y desgarrar a su presa con movimientos nerviosos,
arrancando carne de la pechuga y tragando apresuradamente los trozos.
El halcón aplomado tuvo su primera
descripción científica identificable en la obra del holandés Coenraad Jacob
Temminck, que describió un ejemplar de origen desconocido que se hallaba en el Museo de Historia
Natural de Leiden, Holanda. La lámina que acompaña su descripción muestra
un ejemplar con las partes superiores amarronadas, mucho negro abajo, y con el
bajo vientre y las patas bien rojizos, lo que le hizo darle el nombre de “femoralis” aunque en rigor el hueso que sustenta esa
parte de la pata que los ornitólogos llaman “muslo” es la tibia-tarso y no el
fémur.
Temminck, C. J. – 1838- Nouveau Recueil de Planches Coloriées d’ Oiseaux. Paris. F. G. Levrault. |
Más tarde Temminck tuvo noticia a través de
Auguste de Saint-Hilaire de unos ejemplares enviados desde Brasil por Johann
Natterer al Museo de Viena. Se dio cuenta que su descripción anterior se
refería a un juvenil y que, por un exceso de confianza, lo había atribuido erróneamente a un adulto
ya que mostraba características que el siempre había visto en adultos de otras
rapaces, como la falta de color rufo en el borde de las plumas del dorso y el no tener manchas oscuras en la parte ventral. Reconoció también que Azara ya había descripto a la misma
rapaz como “Alconcillo aplomado”.
Azara decía que aunque no era un ave abundante se solían ver parejas en todos estos países (se refería a Paraguay y Argentina, donde él actuó, y quizás Brasil). Comentaba que le gustaba “acompañar a los viageros y cazadores que andan por el campo, voltejeando para perseguir y pillar los paxaritos y inambús que levantan”. También describió a un “Alconcillo obscuro azulejo”, sin advertir que era el juvenil del “Alconcillo aplomado”. Su asistente, el cura Noseda, había visto parejas del "obscuro azulejo" dentro de un bosque, y las supuso adultas, induciéndolo al error. Sobre la descripción de Azara Vieillot creó la especie Falco fuscocaerulescens (nombre latino que significa ‘azulado oscuro’) pero esta denominación pasó a sinonimia de Falco femoralis.
Azara decía que aunque no era un ave abundante se solían ver parejas en todos estos países (se refería a Paraguay y Argentina, donde él actuó, y quizás Brasil). Comentaba que le gustaba “acompañar a los viageros y cazadores que andan por el campo, voltejeando para perseguir y pillar los paxaritos y inambús que levantan”. También describió a un “Alconcillo obscuro azulejo”, sin advertir que era el juvenil del “Alconcillo aplomado”. Su asistente, el cura Noseda, había visto parejas del "obscuro azulejo" dentro de un bosque, y las supuso adultas, induciéndolo al error. Sobre la descripción de Azara Vieillot creó la especie Falco fuscocaerulescens (nombre latino que significa ‘azulado oscuro’) pero esta denominación pasó a sinonimia de Falco femoralis.
Hatcher, J. B. y W. B. Scott (Ed.) - 1904-27 -
Reports of the Princeton University
Expeditions
to Patagonia. Stuttgart.
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LOS NOMBRES DEL HALCÓN
La bravura de los halcones queda
demostrado por que su nombre aymará de “mamani”, era usado como apellido por
los integrantes de la nobleza inca que habitaron en Tacna (Perú) y Arica
(Chile) y que eran esencialmente
guerreros y estrategas militares del Inca.
--Para los guaraníes, en cambio, es “kiri kiri guasú”, un nombre evidentemente
onomatopéyico referido a su voz.
--Los mapuches le decía “akori”.
--Los indios macusi y arekuna de
Guyana lo llaman “sakuta”.
--En la provincia de Buenos Aires, Juan Daguerre
registró el nombre de “halcón azulado”.
--Federico Albert indica su nombre chileno
: “El Perdiguero se denomina así porque le gustan mucho las perdices”.
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Los sucesivos autores del siglo XIX
destacaron lo aguerrido y activo de este halcón, con la sola excepción quizás
de William Henry Hudson, quien, siendo un gran conocedor de las aves, señaló
que comparado con el halcón peregrino tiene “un pobre espíritu” y “a
menudo lo he observado persiguiendo un
pájaro, y cuando parecía estar por capturarlo, abandonaba la persecución y se
alejaba sigilosamente sin gloria”.
Hudson lo consideraba un ave patagónica que inverna en las pampas y en
el centro de Argentina, y entonces la veía solitaria, acercándose a las casas
de campo donde se posaba en los postes para asechar a sus presas: “Nunca ataca temeraria y abiertamente a una
presa a menos que sea pequeña y prefiere
posarse en un lugar alto, desde donde puede lanzarse y tomarla por sorpresa”.
Holland le restituyó algo de la gloria que Hudson le había quitado: “Parece considerar a Tinnunculus cinnamominus [el halconcito colorado, Falco sparverius cinnamominus] un enemigo especial. A menudo vi a éste perseguido de los sitios de descanso del primero [el halcón aplomado] cuando se acercaba demasiado. La persecución es muy vigorosa, el halconcito con giros bruscos se desembarazaba fácilmente de su perseguidor”.
Para Henry Durnford era el halcón más veloz que se podía ver en la Patagonia donde lo encontró en invierno, en Chubut. Bien al sur, en Tierra del Fuego, a Richard Crawshay le “ interesaba más que ninguna otra ave rapaz. Es la rapaz más salvaje, veloz y activa de la isla. Es esencialmente un ave de las zonas agrestes, y no frecuenta los poblados.”
Juan B. Daguerre lo observó en Rosas, Buenos Aires , opinando que es una “rapaz de audacia y poder increíble . . . es el terror de la paloma doméstica, a la que caza en vuelo cuando no puede tomarla de sorpresa”.
Para Henry Durnford era el halcón más veloz que se podía ver en la Patagonia donde lo encontró en invierno, en Chubut. Bien al sur, en Tierra del Fuego, a Richard Crawshay le “ interesaba más que ninguna otra ave rapaz. Es la rapaz más salvaje, veloz y activa de la isla. Es esencialmente un ave de las zonas agrestes, y no frecuenta los poblados.”
Studer,
J. – 1903- The Birds of North America – The Natural Science Association of
America – NY
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Sir Robert
Hermann Schomburgk, narra que en Guyana “la percha preferida de este bello halcón
son los árboles de Curatella [americana,“curata" o "parica"], también los arbustos
desde donde se lanza en un planeo que lo hace volver al mismo lugar” . Para
John Joseph Quelch, otro importante naturalista y etnógrafo, que trabajó en esa región a fines del siglo XIX, “es un pájaro robusto y feroz, y debido a su cola
y alas largas se caracteriza por un vuelo rápido y aún planeado”
I
know a falcon swift and peerless
As e'er was cradled In the pine;
No bird had ever eye so fearless,
Or wing so strong as this of mine.
The Falcon
James Russell Lowell
[Sé de un halcón veloz y sin par,
Fue acunado como siempre en un pino,
Ningun otro tiene una mirada tan fiera
O un volar tan poderoso como el del mío.]
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Alcide D’Orbigny lo pudo observar en Buenos
Aires, Corrientes y en Bolivia, cerca de Chuquisaca a casi 3000m de altura. Lo
registró especialmente en zonas bastante secas recubiertas de arbustos y
árboles pequeños dispersos, como los llamados espinillares y algarrobales,
palmares de yatay y caranday. Allí viven dispersos en parejas porque “son muy
egoístas . . . A la mañana se despiertan al amanecer y comienza sus recorridas.
Se los ve volar con rapidez entre los árboles dispersos, a menudo a ras del
suelo, buscando sorprender a su presa, que capturan en vuelo con sus garras, y
que transportan bastante lejos para comerla, en un lugar que les parece seguro; luego se posan
en el punto culminante de una palmera o de cualquier árbol aislado; allá se
quedan a veces horas enteras para avistar nuevas presas, o para descansar,
posados no muy lejos uno de otro.” Más adelante el viajero francés los trata de
“insolentes” por esa costumbre que había señalado Azara de acompañar a los
viajeros sin mostrar temor. También dice que “lo hemos visto pasar furtivamente
por los sitios incendiados . . .ellos pueden
con su velocidad satisfacer su voracidad sobre el infortunado animal que
busca escapar de las llamas. Son peleadores y siempre muestran mucha bravura; a
veces combaten entre ellos, más frecuentemente en la estación de los amores,
por la posesión de la hembra; entonces se persiguen horas enteras, mientras la
hembra se queda pasiva; sin embargo también la vimos tomar partido por uno u
otro contendiente, y en tal caso la lucha, siendo desigual, termina enseguida.
No pueden estar en paz con las otras aves: atacan a los caracarás, y los
persiguen en vuelo largo tiempo; y éstos, siendo bastante mayores, temen su
cercanía”.
Hatcher, J. B. y W. B. Scott (Ed.) - 1904-27 -
Reports of the Princeton University
Expeditions
to Patagonia. Stuttgart.
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Según D’Orbigny es un ave que, aún herida,
se defiende bravamente con sus uñas, panza arriba. “Parece que los pájaros
pequeños tratan de asustarlos porque si vuelan los persiguen gritando; los más
persistentes son las tijeretas, pero a menudo los astutos halcones capturan a
alguno de sus perseguidores”. Además de
capturar sus presas en vuelo rasante “más a menudo aún se elevan de golpe a
30-40 pies de altura batiendo las alas sin cambiar de lugar y mirando siempre a
tierra como hacen nuestros cernícalos de Europa [Falco tinnunculus]”. Desde esa
posición se lanzan sobre la presa que casi siempre logran atrapar gracias a su
vista penetrante. Señala que en Perú lo llaman “cernícalo”, a raíz de este
comportamiento.
El naturalista Thomas Bridges aporta lo
siguiente: “Esta es la especie de halcón que en Chile usan para cazar perdices.
Se domestica fácilmente. Los he visto atrapados en una red para el propósito de
cetreria y en 15 días seguir a su amo y cazar perdices levantadas por los perros”.
Y Federico Albert dice también para Chile que : “Es un ave muy perjudicial i
conviene matarlo donde se lo encuentre, porque despedaza mas aves que las que
es capaz de consumir, por satisfacer su gusto de destrucción”.
Aún hoy en día se lo utiliza para cetrería
y existe una Asociación Halcón Aplomado de Veracruz, México, que
difunde sus actividades utilizando esta rapaz.
Alex Mouchard
REFERENCIAS
-Albert, F. – 1901 - Contribuciones al
Estudio de las Aves Chilenas. Anales de la Universidad de Chile, Volumen 108,
p. 194-237.
-Azara, F. de-(1802)- Apuntamientos para la
Historia Natural de los Páxaros del Paraguay y del Río de la Plata. Comisión Interministerial de Ciencia y
Tecnología. 1992.
-Bridges,
Th. - 1843 - Proceedings of the London
Zoological Society p 109
-Cartron,
J. E. - 2010 - Raptors of New Mexico
-Crawshay,
R – 1907 – The Birds of Tierra del Fuego. London.
-Daguerre, J. B. – 1922 – El Hornero 2:266.
-d’Orbigny, Ch. D. - 1835-1847- Voyage en
Amérique méridionale. Pitois-Levrault,
Paris.
-Durnford,
H – 1877- Notes on the Birds of the Province of Buenos Aires. Ibis.
-Holland,
A. y P.L. Sclater. -l893- Field notes on the birds of
Estancia Santa Elena Argentine Republic. lBlS : 483-488. London.
-
http://www.biodiversitylibrary.org/
-Quelch,
J.J. – 1888 - Timebri. Journal of the
Royal Agricultural and Commercial Society of British Guiana. New Series.
2:6:129
-Saint-Hilaire,
A.- 1851 - Voyage dans l’intérieur du Brésil. Paris.
-Schomburgk,
R. H. 1848. Reise in
British-Guiana.
-Temminck,C. J. – 1838- Nouveau Recueil de
Planches Coloriées d’ Oiseaux. 5 vol. Paris. F. G. Levrault.
-Von
Ihering, H. - 1902 - Natterer e
Langsdorf – Rev. Museu Paulista 5.
-Wallace,
A. R. (1853). A Narrative of Travels on the Amazon and Rio Negro. Londres: Reeve and Company. pp. 541.
Esta mañana tuve divisé uno en el pie de monte mendocino, estaba matando y comiendo un pequeño cuis o "cuyi" como le dicen acá. Luego dí con ésta historia. Muchas gracias, hoy tengo un nuevo amigo emplumado.
ResponderBorrarYo tengo 2 Alcon aplomado y aora ya pueden volar y quiero educarlos y no se cómo
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