"Cuando se hace la historia de un animal, es inútil e imposible tratar de elegir entre el oficio del naturalista y el del compilador: es necesario recoger en una única forma del saber todo lo que ha sido visto y oído, todo lo que ha sido relatado por la naturaleza o por los hombres, por el lenguaje del mundo, de las tradiciones o de los poetas".

Michel Foucault-Las palabras y las cosas


lunes, 25 de junio de 2012

EL AI-AI O PEREZOSO Bradypus tridactylus, INVENTOR DE LA MÚSICA.

Alex Mouchard


EL AI-AI, INVENTOR DE LA MÚSICA, Y EL PADRE KIRCHER

«Presintiendo sus futuros males
 o herida por un áspid de tristeza
 solloza, inconsolable, la pereza 
sobre los altaneros yagrumales»

Juan España Delgado, Mi Tierra, 1926.



Marcgrave, G. & Piso, W. – 1648 - Historia Naturalis Brasiliae




          Athanasius Kircher, jesuita alemán, llegó a ser uno de los científicos más famosos del siglo XVII,  especialmente porque basaba sus investigaciones en el método experimental, desdeñando el saber escolástico que se impartía en aquellas épocas. Dotado de un conocimiento enciclopédico, su campo de acción abarcaba la medicina, la física, la etnografía, la lógica simbólica y la historia, entre otras disciplinas. Fue un inquieto inventor y entre otras curiosidades ideó un sistema de proyección en colores, que puede considerarse antecesor del cinematógrafo, un reloj magnético, un megáfono, autómatas, y hasta un “piano de gatos”. En este extraño instrumento los gatos eran colocados en una serie de cajas, y al presionar las teclas un dispositivo les punzaba las colas produciendo un maullido. Afortunadamente Kircher nunca llegó a construir tan torturante piano. 


Portada de Musurgia del Padre Kircher.
Wikipedia

          Cuando en 1630 se produjo una terrible erupción del Vesubio,  Athanasius no dudó en descender con una cuerda al interior del cráter para determinar sus dimensiones y su estructura interna. Sus trabajos de vulcanología los volcó en una conocida obra llamada El mundo subterráneo (1664 - 1665).  En 1650 publicó en Roma la obra Musurgia universalis, sive ars magna consoni et dissoni [Musurgia universal, o gran obra sobre la armonía y la disonancia], en dos volúmenes. Se la considera  una obra fundamental en musicología porque  influyó en la escena musical de la época, especialmente sobre  Bach  y Beethoven. En ese trabajo postuló una teoría de los afectos, que confería a la música una dimensión terrena y laica, quitándole todo resabio teológico y destacando su influencia sobre la psique humana. Kircher consideraba que la música refleja las proporciones numéricas que regulan la armonía del universo y que “la Naturaleza del universo no es otra cosa que Música perfectísima”,  un reflejo de Dios. En esa obra Kircher registró el canto de algunas aves con notación musical, anticipándose así a  la bioacústica. 



En esta lámina de Musurgia puede verse un gallo, una gallina con pollitos, un cuco, una codorniz y un loro diciendo “¡hola!” en griego



          En el capítulo dedicado a las voces de los animales Kircher mencionaba al  ay, pereza, perezoso, animal haut  o pigritia (= pereza, en latín). Describió al animal y lo ilustró con un grabado que obtuvo de un cofrade que había vivido en Brasil. Refiere que deja oír  su voz sólo de noche, la cual suena como “ha, ha, ha, ha, ha, ha!”. Son seis notas que suenan en una escala ascendente-descendente:  do-re-mi-fa-sol-la-sol-fa-mi-re-do. La voz es emitida a intervalos regulares separados por una breve pausa, y tiene tal tonalidad que los españoles creían que había seres humanos gritando en los bosques de América. Es evidente que tanto éste como otros animales vocingleros y nocturnos deben haber dado origen a gran cantidad de mitos y leyendas, tanto entre los indígenas como entre los mismos conquistadores.

          Agregaba Kircher que su grito “es tan conmovedor que mueve a la compasión; también se acompaña de lágrimas, que disuaden a cualquiera de lastimar tan miserable ser”.  También mencionaba que la fuerza de sus garras es tal, que aquello que agarra difícilmente puede ser liberado, así uno de estos perezosos, se abrazó con sus patas a un perro y lo mantuvo así 4 días hasta que el perro murió de hambre. Kircher admiraba esa voz y decía que “si la música se hubiera inventado en América, no dudaría en declarar que derivaría del canto maravilloso de este animal”. Pero veamos de dónde viene esta elogiosa afirmación de Kircher, que dudosamente haya escuchado el canto del perezoso. Parece que hubiera leído a Gonzalo Fernández de Oviedo, el cronista mayor de la conquista de América, que ya había descripto minuciosamente al ai-ai, cuyos movimientos eran tan parsimoniosos, que los españoles «así como toparon con este animal le pusieron el nombre al revés de su ser, pues siendo espaciosísimo, le llamaron ligero», y más precisamente «perico o perrillo ligero».

          Y en su relato, recogido por los versos de Ernesto Cardenal que transcribimos abajo, asegura: “Yo lo he tenido en mi casa, e lo que supe comprender de aqueste animal es que se debe mantener del aire ... porque nunca se le vido comer cosa alguna, sino volver continuamente la boca hacia la parte que el viento viene”.  Relata que tuvo uno atado con una cuerda a un árbol durante treinta días y entonces hizo que lo  bajaran y no estaba mas flaco que cuando subió al árbol ni tenía ansias para comer. “Ni he visto hasta agora animal tan feo ni que parezca ser tan inútil”. Y entonces describe su voz que ” es muy diferente de todas las de los otros animales, porque de noche solamente suena. Y continuamente de tiempo en tiempo canta seis notas, una más alta que la otra, descendentes de tal forma que la primera es la más alta y las siguientes en un tono más bajo, como si un hombre cantara: “la – sol – fa - mi – re – ut [do]. Aunque la pronunciación todas las seis veces sea “ha-ha-ha-ha-ha-ha” y tras una pausa de igual duración que el canto, vuelve a repetirlo y así  pasa la noche toda en esta su música”. Según Oviedo tal canto pudiera servir de inspiración al creador de la música: “oyendo aqueste animal el primero inventor de la música pudiera mejor fundarse para le dar principio”.

 

 

“El perico ligero es el animal más torpe del mundo

Para andar cincuenta pasos necesita un día entero.

Tiene cuatro pies y uñas largas como de ave,

Y una cara casi redonda, como de lechuza

Y ojos pequeños y redondos y la nariz como de un monico,

.....................................................................................................

No muerde ni es ponzoñoso y no hay animal tan feo

Ni que parezca más inútil que éste”

 

Ernesto Cardenal, 

               “Gonzalo Fernández de Oviedo viene a Castilla - El estrecho dudoso”

 

 



          El jesuita Juan Toro, profesor del colegio de Cartagena, repitió el experimento de Oviedo y le comunicó a Kircher, que tras tener un perezoso  atado a un poste durante cuarenta días sin comer ni beber aun permanecía vivo tras ese período.

          Decía el fraile Antonio Caulín, otro cronista de Indias del siglo XVIII, que «su aspecto es tan triste, y lacrimoso, que mueve a compasión a quien la mira».  Observando un perezoso que tuvo en cautiverio determinó que  «se alimenta de hojas, y frutas, y no del ayre, como quieren algunos autores [obviamente se refería a Oviedo]; pues lo he tenido, y mantenido con hojas de yaurúmu [Cecropia peltata],  picháyur, y otros árboles; y lo he visto comer hojas de Tabaco curado».




Radau, R. -1875- La acústica ó los fenómenos del sonido


          A partir del dibujo que proporciona Kircher , que resulta un tanto antropomórfico y con una posición totalmente antinatural para este animal, podemos deducir sin embargo que se trataba de un perezoso de tres dedos y teniendo en cuenta la procedencia mencionada podemos inferir que se refería al perezoso bayo, que se distribuye por gran parte de Brasil y otros países de Centro y Sudamérica tropical.

          Linné  clasifico al perezoso de tres dedos en el orden Bruta de los mamíferos y lo agrupó junto al oso hormiguero, los armadillos y extrañamente también con los elefantes y manatíes. Lo denominó Bradypus tridactylus, o sea “pies lentos de tres dedos”.  En su estilo telegráfico resume información proporcionada por Oviedo y otros autores: “Se alimenta de hojas tiernas, principalmente de Cecropia; no bebe; teme a las lluvias. Trepa con facilidad, marcha muy lenta y penosamente, con dificultad da en un día 50 pasos; vuelve la cabeza como sorprendido; voz de seis notas ascendentes; un horrendo clamor;  miserables lágrimas”.

          George Marcgrave  fue uno de los primeros que pudo describirlo in situ, en Brasil.  Le da el nombre indigena de ai ,  y menciona el portugués priguiza [=pereza], el latín ignavus   y el alemán lupaert,  que significan "perezoso". “El animal es muy perezoso e inepto para caminar sobre un plano. Se sostiene con mucha fuerza donde quiera que pueda enganchar sus uñas. Cuando trepa pasea su mirada moviendo lentamente la cabeza levantada. Teme a la lluvia incluso a una leve. Las hembras viven aparte, contienen en si fetos de todo punto perfectos. Menciona también  el nombre tupí uná, que también significa “perezoso”.

         Buffon, explica que el nombre brasileño  aï, es una onomatopeya de su grito 
a-i.  El explorador francés Jean de Léry lo registró como hay,  y Nieremberg, como haut. Como buen representante del iluminismo, el zoólogo francés tenía una visión particular sobre las características de los animales, a los que otorgaba, vicios y virtudes morales a partir de sus características anatómicas y de comportamiento.  Este es su lapidario juicio sobre el perezoso:

         “La lentitud, una pena continua, y la estupidez son el resultado de esta extraña y torpe constitución (. . .) Todas estas circunstancias indican la miseria de los perezosos, y nos recuerdan a aquellos monstruos defectuosos, esos diseños imperfectos de la Naturaleza, los cuales, habiendo sido apenas dotados con la facultad de la existencia, no pudieron más que subsistir  durante un tiempo, y han sido eliminados de golpe de la lista de seres vivientes. Constituyen los últimos escalones en el orden de los animales provistos de carne y sangre.  Un solo defecto más agregado a los que ya tienen, hubiera impedido por complete su existencia”.  

          No cabía en las mentes racionalistas que la tan perfecta Naturaleza diera origen a un animal como el perezoso. Pero entonces Buffon, no sin cierta preocupación social, se pregunta: “¿Por qué no podrían algunos animales ser creados para la miseria, si en la propia especie humana, la mayor parte de los individuos están  sujetos al sufrimiento desde que vienen al mundo? Es verdad que el mal procede más de nosotros que de la  Naturaleza. Por cada persona infeliz a causa de haber nacido débil o malformada,  hay millones que se han vuelto miserables debido a la opresión de sus superiores.   La degradada especie de los perezosos  es quizás la única para la cual la Naturaleza ha sido poco amable, y que exhibe un cuadro de miseria innata (. . .) Se puede decir que todos estos seres son miserables, pero no infelices”.

          Por su parte André de Thevet  obtuvo esta información en Brasil: "Esta bestia, para abreviar, es tan deforme que es inimaginable y casi increíble para aquellos que no la hayan visto. La denominan haü, o haüthi, es del tamaño de una gran mona de África, su vientre es muy englobado hacia el suelo. Tiene la cabeza casi parecida a la de un niño, y la cara similar, como se puede ver en la siguiente figura tomada del natural.


Al verse atrapada, emite suspiros como los de un niño afligido por el dolor. Su pelaje es ceniciento y peludo como el de un osito. No lleva más que tres uñas en las patas, de cuatro dedos de largo, con la forma de fuertes huesos de carpa, con los cuales trepa a los árboles donde permanece más que en tierra. Su cola es de 3 dedos de largo, teniendo bien poco pelo. Otra cosa digna de mencionar, es que a esta bestia jamás hombre alguno le ha visto comer, ni siquiera los nativos que han tenido mucho tiempo para ver si come, según ellos mismos me han dicho. Cosa que yo no hubiera creído, hasta que un capitán de Normandía, llamado De l'Espiné, y el capitán Mogneuille, nativo de Picardía, recorriendo un día un bosque de alto porte, dispararon un tiro de arcabuz contra dos de esas bestias que estaban arriba de un árbol, con lo cual ambas cayeron a tierra, una muy herida, y la otra solamente aturdida, la cual me regalaron. Cuidándola bien durante un lapso de 26 días, fue entonces que jamás quiso comer o beber; sino que estaba siempre en la misma postura. La misma finalmente fue estrangulada por unos perros que habíamos llevado allí con nosotros. Algunos creen que esta bestia vive solamente de hojas de cierto árbol, llamado amahut. Este árbol se eleva alto sobre todos los otros de este  país, sus hojas son pequeñas y delicadas.  Y porque acostumbran estar en ese árbol le llaman haüt"

          "Además se encariña mucho con el hombre al estar en cautiverio, no buscando más que trepar a sus espaldas, como si su estado natural fuera el de buscar siempre cosas altas, lo cual malamente pueden soportar los nativos, porque están desnudos, y porque estos animales tienen uñas muy agudas y más largas que las del león o la de cualquier otro animal que yo haya visto, tan recias y grandes son".

          Thomas Pennant, copiando a  Buffon,  observaba que si el ai-ai  “no puede encontrar fruta en el suelo, mira hacia arriba buscando un árbol bien cargado, y con gran esfuerzo trepa,: para resolver el problema de descender, arroja la fruta, y haciéndose una bola, se deja caer de las ramas”  donde queda a la merced de sus enemigos. Según Buffon como su carne no es del todo mala, tanto el hombre como los predadores van en su busca.  “Pero, aunque lentos, torpes, y casi incapaces de moverse, son obstinados, fuertes, y tenaces para vivir. El dolor [físico] sufrido por los perezosos, aunque muy intenso, parece no afectarlos realmente, porque su sensibilidad parece estar adormecida”.  Piso, el socio de Marcgrave, hizo al respecto un cruel experimento de vivisección y observó que el corazón, tras ser separado del cuerpo, siguió latiendo, vigoroso, por casi media hora; mientras las patas seguían contrayéndose lentamente.


Imagen evidentemente inspirada en el dibujo de Marcgrave
Carolus Clusius, Exoticorum libri decem  1605.


          Sobre la lentitud del perezoso, el explorador francés de Guyana, Renaud Desmarchais ironizaba diciendo que “no se necesitan galgos para cazarlos; una tortuga es suficiente”.  Y William Bates, el naturalista inglés que recorrió el Amazonas,  afirmaba que los habitantes del gran río, tanto indígenas como descendientes de portugueses, consideraban al  ybyrete (= perezoso de tierra firme) como  modelo de pereza. De manera que entre ellos llamaban a los haraganes “bicho do Embauba" (= animal del ambay o Cecropia).



Perezoso de dos dedos o Unau 
Albertus Seba, Locupletissimi rerum naturalium.



          Alfred Russell Wallace le vió  una expresión triste y melancólica. “ Apenas podía arrastrarse por el suelo, pero parecía muy cómodo sobre una silla, colgándose del respaldo, las patas o los travesaños. Era un animal extremadamente tranquilo e inofensivo que se sometía a cualquier tipo de examen sin otra manifestación de descontento que un gemido melancólico. Dormía colgado con la espalda hacia abajo y la cabeza entre las patas delanteras. Su alimento favorito son las hojas de la Cecropia peltata (. . .) Tras permanecer tres días con nosotros, lo encontramos muerto en el jardín  (. . .)  Apenas había comido nada estando con nosotros, y por lo visto había muerto de hambre (. . .)  Los indios lo guisaron para su cena, y como consideran que su carne es muy delicada, yo la probé, encontrándola tierna y muy agradable”. Mencionó también que eran atacados con frecuencia por el águila harpía.

          Fernao Cardim decía con su particular ingenuidad “son muy feos, y la cara parece de mujer mal arreglada (. . .)  se alimentan de ciertas hojas de higuera y por eso no pueden ir a Portugal, porque como allí les faltan, mueren enseguida”

           
Ay un animalejo en tierra caliente, que llaman Perico ligero, la cosa más torpe que tiene el mundo, del tamaño de un gran gato. Éste anda en los árboles, y para andar una rama ha menester una hora; casi tiene el rostro como de persona; da unos gritos y quexidos de noche que parece una criatura. A este animal le da mal de coraçó, y así las uñas que tiene son buenas para tal mal, porque el se vale dellas quando le da; y en el lado del coraçon de arrimar con fuerza la uña, siempre le tiene llagado, y señalado; desto se tiene mucha experiencia; son muy rezios de morir”.

Vargas Machuca, Bernardo de, 1599. Milicia y descripción de las Indias. Madrid: Pedro Madrigal


          

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REFERENCIAS

Bates, H. W. - 1864- The Naturalist on the River Amazons

Buffon, G.L.L. conde de. -1749-1788-   Histoire naturelle, générale et particulière

Cardim, F -1925- [1580] Tratados da Terra e Gente do Brasil. Rio do Janeiro.

Caulín, Fray Antonio – 1779 - Historia Corográfica, Natural y Evangélica de Nueva andalucía, Provincias de Cumaná, Nueva Barcelona, Guayana y Vertientes del río Orinoco. Caracas.

España, Juan - 1988 [1926] - Mi tierra. Empresa El Cojo. Caracas.

Fernández de Oviedo y Valdés, G. -1535- Historia general y natural de las Indias, islas y tierra firme del mar océano.

Labat, J B - 1730- Voyage du Chevalier Des Marchais en Guinée, Isles Voisines, et à Cayenne, fait en 1725, 1726 et 1727.

Linné, C. -1766-Systema Naturae per Regna Tria Naturae, secundum Classes, Ordines, Genera, Species cum characteribus, differentiis, synonymis, locis. 12ª ed.

Marcgrave, G. & Piso, W. – 1648 - Historia Naturalis Brasiliae

Papavero, N., J R Pujol-Luz y J. Llorente-Bousquets- 2007- Historia de la Biología Comparada.

Pennant, T.  -1771- Synopis of quadrupeds

Radau, R. -1875- La acústica ó los fenómenos del sonido. Paris.

Salas, A. – 1968 – Para un bestiario de Indias – Losada, Bs. Aires.

Thevet, André -1558- Les Singularitez de la France Antarctique... Paris: Heritiers de Maurice de la Porte.

Vargas Machuca, B. -1599- Milicia indiana.

Wallace, A. R. -1889- Travels on the Amazon and Rio Negro

1 comentario:

  1. Maravilloso trabajo. Muchísimas gracias por ofrecer una información tan completa y rigurosa.

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