"Cuando se hace la historia de un animal, es inútil e imposible tratar de elegir entre el oficio del naturalista y el del compilador: es necesario recoger en una única forma del saber todo lo que ha sido visto y oído, todo lo que ha sido relatado por la naturaleza o por los hombres, por el lenguaje del mundo, de las tradiciones o de los poetas".

Michel Foucault-Las palabras y las cosas


viernes, 22 de junio de 2018

EL GAVILÁN MIXTO (Parabuteo unicinctus)- UNA RAPAZ URBANA





En la falda de aquel cerro
llora un triste gavilán,
no llora porque tiene hambre
sino porque es animal.

Copla de Santiago del Estero


Temminck, C. J. -1820-1839- Nouveau Recueil de Planches Coloriées d’ Oiseaux. 5 vol. Paris: F. G. Levrault



En los últimos años los habitantes de la ciudad de Buenos Aires tenemos la posibilidad de ver en nuestras plazas y parques una bonita rapaz, de aspecto gallardo y áspera voz. Se trata del Gavilán Mixto que se acerca a estos lugares en busca de sus presas. Incluso se han registrado varios nidos activos lo que indica que se ha adaptado a criar en la ciudad. Hace pocos días pude ver en la Reserva Ecológica Costanera Sur una pareja de adultos y un juvenil que les reclama comida mediante fuertes “¡pió … pió … pió!”. Lo mismo se observa en otras grandes ciudades como Lima.

El primer naturalista que describió esta especie fue Félix de Azara quien también le dio el nombre común que lleva en esta parte de Sudamérica: Gavilán Mixto Oscuro y Canela. La razón es que Azara separó de las otras rapaces a un grupo de especies que teniendo una envergadura relativamente menor “no han de poder sostenerse en la atmósfera con tanta facilidad (…) ni caer de tanta altura sobre la presa (…) sospecho que hacen a todo, esto es, que a veces cazarán como las Águilas y los Gavilanes de estero, y otras como los Esparveros; que es el motivo porque les llamo mixtos”. De la especie de que nos ocupamos dice que los ha visto “siempre solos y posados en la última quarta parte de los árboles grandes; y aunque no le he visto cazar no dudo es de esta familia”.



Mas como Azara no utilizaba el sistema de nomenclatura de Linneo, recién la especie fue reconocida por la ciencia cuando Coenraad Jacob Temminck la dio a conocer en 1827, a partir de un ejemplar cazado por Auguste de Saint-Hilaire en Rio Grande, cerca de Boa Vista, Brasil, que fuera dibujado por Nicolás Huet, el joven, un eximio pintor de animales. Temminck lo llamó Falco unicinctus ubicándolo dentro de los halcones. Unicinctus significa: “con una sola faja”  porque “las plumas de las alas y de la cola no están rayadas con bandas numerosas (…) las plumas de la cola no tienen bandas transversales; su color en la base es blanco puro, y un gran espacio blanco las termina a todas; un pardo negruzco, donde domina un leve tinte púrpura, colorea el resto de su superficie”.


Pero veamos, cómo llegó a sus manos ese ejemplar. Corrían las primeras décadas del siglo XIX cuando el rey de Francia, Luís XVIII, encargó a su embajador en Portugal, Charles Emmanuel Sigismond, duque de Montmorency-Luxembourg, que organizara una expedición científica a Brasil, que tendría además motivos políticos: resolver cuestiones limítrofes entre la Guayana Francesa y las posesiones portuguesas, y hacer un completo relevamiento de las riquezas de aquel país. Entre ellas se consideraba muy importante la investigación de las propiedades medicinales de las plantas, para lo cual se buscó un profesional preparado en ciencias naturales. Éste resultó ser el botánico Agustin François César Prouvençal de Saint-Hilaire, más conocido como Auguste de Saint-Hilaire, quien se desempeñaba en el Museo de Historia Natural de Paris.

Auguste Saint Hilaire
Dibujo al grafito de Ladisláo Netto


 El 1º de junio de 1816 desembarcaron en Río de Janeiro y durante seis años recorrieron la zona costera de Brasil dotada entonces de una frondosa selva atlántica. Ya en ese entonces Auguste señalaba con preocupación la quema de la selva para sembrar maíz, lo que a la larga habría de eliminar al 93% de esta formación boscosa.  También se hicieron expediciones al interior, como la efectuada a las nacientes del rio San Francisco en Goiás, donde Auguste habría de permanecer durante 15 meses, herborizando y tomando información de cuanta planta observaba, y recolectando también animales. Al sur del rio Paranahyba llegaron a una región que Auguste describe así: “Después de salir de Pisarrão, entramos en una gran llanura arenosa donde la vegetación se compone solamente de hierbas de poca altura. Más allá de esta llanura la tierra se hace más roja, y en consecuencia mejor, y los árboles enanos aparecen en los campos”.  Hacen alto en la pequeña aldea de Boa Vista que se componía de ocho a diez cabañas a orillas de un torrente. Y entre este lugar y el río Grande es donde habría obtenido el ejemplar de gavilán mixto, que envió al Museo de París. Una región de pequeñas aldeas y cultivos con pastizales y atravesada por arroyos de cauce rocoso y bosques marginales. En 1822, intoxicado por miel de avispa, Auguste tuvo que regresar a Francia. En total obtuvo unos 6.000 especímenes de animales, de los cuales un tercio eran aves. Los ejemplares fueron enviados al Museo de París, donde llegaron a manos de Temminck y su equipo.


Audubon, John James y MacGillivray, William  - 1831-1839 - Ornithological biography. Edinburgh: Adam Black



Algunos años después, al otro extremo de América,  John James Audubon describía la forma norteamericana del Gavilán Mixto, a partir de un ejemplar hembra cazado en Louisiana, entre Bayou Sara y Natchez, es decir al sudeste de Estados Unidos. El colector le era desconocido y por eso se lo dedicó a otra persona,  su amigo Edward Harris, “un caballero quien, independientemente de la ayuda que me ha bridado en muchas ocasiones, para proseguir mi estudio de las aves, merece el homenaje por ser un entusiasta ornitólogo”. Lo denominó Falco harrisii. Audubon carecía de información sobre su comportamiento. Años después Cassin acotaba “esta ave es afecta a las cercanías de los ríos, y es pesada y lenta en sus hábitos generales”, algo que había anticipado Audubon estudiando la forma de sus alas y cola.

Henry Eeles Dresser que viajó por Texas en 1863 lo describió como “un ave pesada y lenta, rara vez vista en vuelo, y subsistiendo mayormente de carroña (…) Observé estas aves posadas en algún árbol junto al camino u ocupada, en compañía de los jotes y caracarás, regalándose con alguna carroña maloliente”.

En Costa Rica Charles Cleveland Nutting dice que “se asocia con el zopilote y come carroña. Sin embargo es un inveterado ladrón de pollos. El espécimen obtenido fue abatido con un revolver mientras se llevaba uno de los pollos de Don Ramón [Espinach, el propietario de la hacienda La Palma, en el golfo de Nicoya]”.

En Guyana, según Frederik Paul Penard “en general es una especie rara, que se encuentra generalmente en árboles altos aislados en los bordes de sabanas y pantanos abiertos. Su comida consiste en aves pequeñas, pequeños mamíferos, reptiles e insectos.  También planea varias veces junto con jotes y caracarás. Su vuelo es ligero y elegante. Su voz suena como un silbido queer-rie-rie".

Volviendo a la forma sureña, Alcide d’Orbigny obtuvo valiosa información en Corrientes (Argentina) y en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). “Hemos encontrado a esta especie al borde de las aguas, como los Buteo, volando mucho tiempo por encima de los bosquecillos o alrededor de árboles dispersos, descansando en la cima de los más altos, y sobre todo en aquellos secos, al borde de pequeños bosques inundados o no, esperando su presa o cazando, volando a ras del suelo (…) todo el año vive solitario, y parece hasta huir de su propia especie; sólo la estación de los amores cambia su disposición, modifica su egoísmo, y solamente entonces se acopla. Sus costumbres son, en todo tiempo, temerosas, sin embargo su pusilanimidad no es más que el resultado de los peligros que lo rodean, y el resultado de su experiencia; porque maté un joven de un año en un jardín en medio de la ciudad de Corrientes; que no parecía temer el encontrarse en medio del ruido de un lugar habitado; mientras que los adultos buscan los lugares solitarios más silenciosos. Su vuelo, si bien rápido por momentos, es generalmente poco veloz, y sobre todo poco prolongado, porque si el hambre no lo apremia, pasa apenas de un árbol alto al más cercano; pero el apetito lo hace un poco más activo en la caza: se abalanza sobre su presa desde lo alto de su percha, pero con mucha menos vivacidad que las otras aves de su orden. A menudo deja escuchar una especie de silbido agudo, repetido varias veces, sobre todo cuando ve que algo lo intimida; su alimento parece consistir en aves, pequeños mamíferos, reptiles y aún peces; cuando vuela por el campo a menudo es perseguido por pajaritos, que lo obligan a percharse”. Finalmente comenta que los españoles lo llaman Gabilán y los guaraníes de Paraguay y Corrientes, Taguató. 

Pocos años más tarde Johann Jakob von Tschudi, (1838) observaba en Perú: “El H[ypomorphnus] unicinctus se encuentra en todas las regiones, las más templadas, especialmente en la sierra. A menudo se lo ve en pequeños grupos de 6 a 8 individuos cerca de las aldeas indias. No es muy tímido y a veces vuela durante horas alrededor de las cabañas solitarias. Los indios a menudo lo matan con la honda”.

En el mismo país Constantin Jelski observaba “es conocido por el nombre de gavilán, y a veces para distinguirlo de otras rapaces se agrega gavilán sanzo [¿zonzo?]. Ordinariamente se posa en tierra o sobre los algarrobos; a menudo mantiene su cuerpo en posición horizontal, de modo que las patas quedan perpendiculares al cuerpo. Recuerda mucho a Buteogallus nigricollis. Lo vi en Lechugal mantenerse sobre un nido suspendido de Pachyramphus y devorar los pichones.

En Chile se le da el nombre común de Peuco, según consigna Gay, quien dice que es “bastante conocido por los grandes destrozos que comete en los gallineros y palomares. Es especie menos activa y menos familiar que las otras,  y se mantiene igualmente de animales todavía palpitantes que caza por la tarde y con mucha destreza”.

Nuestro gran observador de aves, William Henry Hudson, relataba este drama de las pampas bonaerenses: “En las pampas, como todos los grandes gavilanes, encuentra gran persecución de los fieros y siempre vigilantes teros [Vanellus chilensis]. Una vez vi uno de estos gavilanes, siendo perseguido, hacer una conquista que me sorprendió mucho. Estaba planeando sobre la llanura, a unos 6 m sobre el suelo, perseguido por varios teros, cuando de repente, justo cuando uno de los teros se le abalanzaba desde arriba como es habitual, aparentemente errándole por un pelo  a la cabeza del gavilán con sus agudos espolones alares, el gavilán lo golpeó y lo atrapó en sus garras llevándolo al suelo”.  

  

EL GAVILÁN MIXTO Y LOS PUEBLOS

El gavilán mixto como tal es difícil de identificar en los relatos, mitos y arte de los pueblos nativos. Generalmente las distintas etnias tenían un nombre que abarcaba varias especies similares, aunque seguramente ellos distinguían en el terreno una de otra por sus características.

Para los mayas los gavilanes o xiik (incluían con este nombre a varias especies similares) se consideraban sanjorín o adivinos. Así  cuando volaban en círculos bajos sobre el lago Atitlán, indicaban que se acercaban las lluvias; pero cuando volaban alto anunciaban sequía.

Entre los tobas del oeste formoseño se daba el nombre de potaela'mek a un conjunto de especies de rapaces a algunas de las cuales, como el gavilán mixto, les gusta comer pájaros y a veces también roban pollitos de las casas y gallineros. Por ello generalmente los matan. Para ellos es tabú comerlos, pero a veces comen los huevos y si encuentran pichones los crían como mascotas. En cambio para los tehuelches era tabú sacar pichones de gavilán del nido.

En los mitos qom había un tiempo en que las mujeres tenían dientes en la vagina y no podían copular con los hombres. Entonces Ta´anqui, el gavilán,  llamó al viento y éste al frío para que las mujeres con frío se sentaran alrededor de una fogata. Ta´anqui agarró unos carbones encendidos y se los arrojó entre las piernas quemándoles los dientes y transformándolas en las mujeres actuales. Ta´anqui, según otros mitos, había traído el fuego a este pueblo.

Tokwáj, el héroe creador de los wichís,  fue el que puso nombre a las aves e indicó a los hombres cuales podían comer y cuales no. Entre éstas se encontraban el pájaro carpintero, el gavilán (qot) y el caburé.

Entre la población criolla se llamaba gavilán al hombre mujeriego, quizás por similitud con la palabra galán. He aquí algunos ejemplos de coplas:


Tomo por el chañaral,
huyendo del gavilán,
pero por ligera que ande
creo que me va a cazar.
(Santiago del Estero, Argentina).


Chiquitita y bonita
te vas criando,
para los gavilanes
que andan rondando.
(Buenos Aires, Argentina).


Por esta calle a lo largo
anda un gavilán perdido,
que dice ha de sacar
la paloma de su nido.
(Santiago del Estero, Argentina)


Soy un gavilán del norte
Con las alas coloradas;
A mí no me asusta el sueño,
Ni me hacen las desveladas,
Y por la mujer que quiero,
Aunque muera a puñaladas.
(Michoacán, México)


Y así también figura en el poema La Leyenda del Mojón, del poeta uruguayo Juan Pedro “Pata Brava” López:

En la estancia se sabía
que la ingrata lo engañaba
pero a él nadie le contaba
la disgracia en que vivía.
Por eso la polecía
no hizo caso mayormente,
pues dijeron: "La inocente
se jue con su gavilán..."


El Gavilán Mixto es una de las especies más usadas en la cetrería actual, valorándosela por su gran sociabilidad, inteligencia, velocidad y astucia, por lo que los cetreros la conocen como “lobo del aire”. Si bien se la cría en cautiverio para este fin, su comercio puede producir presión sobre las poblaciones silvestres. Se la utiliza además de cazar aves y pequeños mamíferos para ahuyentar las palomas en aeropuertos y lugares públicos en México, Uruguay, Francia y otros países.


Alex Mouchard


REFERENCIAS


-Arenas, Pastor y Porini, G. – 2009 - Las aves en la vida de los tobas del oeste de la provincia de Formosa (Argentina) — 1a ed. — Asunción: Tiempo de Historia.
-Audubon, John James y MacGillivray, William  - 1831-1839 - Ornithological biography. Edinburgh: Adam Black.
-Azara, F. de -1802- Apuntamientos para la Historia Natural de los Páxaros del Paraguay y del Río de la Plata. Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología. España. 1992.
-Citro, Silvia et al –2016- Memorias, músicas, danzas y juegos de los Qom de Formosa.  1a ed.  Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires.
-d’Orbigny, Alcide -1835-1847- Voyage dans l'Amérique méridionale (le Brésil, la République orientale de l'Uruguay, la République argentine, la Patagonie, la République du Chili, la République de Bolivia, la République du Pérou) : exécuté pendant les années 1826, 1827, 1828, 1829, 1830, 1831, 1832 et 1833. Pitois-Levrault: Paris.
-Dresser, H. E. –1865- Notes on the Birds of Southern Texas. Ibis.
-Fergus, Rob, y Kerry Hull. 2010. Tz’utujil Maya Avian Ideology: Ethnoornithological Perspectives in the “House of Birds.” In 2010 Proceedings of the 9th Annual Hawaii International Conference on Social Sciences.
-Furt, Jorge M. –1923- Cancionero popular rioplatense. Lírica gauchesca. Tomo I. Buenos Aires, Imprenta y Casa Editora Coni.
-Gay C –1847- Historia fisica y política de Chile – Tomo primero - Zoología. París y Chile.
-González, Aurelio -2007-  La copla en México. El Colegio de Mexico AC.
-Mashnshnek, Celia Olga –1978- Aspectos mítico-religiosos en la economía de los Mataco del Chaco Central (República Argentina). Revista Española de Antropología Americana 8.
-Nutting, C. C. -1882- On a collection of birds from the Hacienda "La Palma," Gulf of Nicoya, Costa Rica, with critical notes by Robert Ridgway. Proc. U.S. Natl. Mus. 5:382–409.
-Penard, Frederik Paul y Penard, Arthur Philip –1908- De vogels van Guyana (Suriname, Cayenne en Demerara). Vol 1. Paramaribo: E.P. Penard.        
-Saint-Hilaire, Auguste de -1830-1851- Voyages dans l'intérieur du Brésil. Partie 3, Tome 2. Paris: Grimbert et Dorez.
-Sclater, P. L. & Hudson, W. H. -1888- Argentine Ornithology. 2 vols. London: R. H. Pouter.
-Steward, Julian H. (Ed.) -1946– Handbook of South American Indians. Volume 1: The Marginal Tribes. Bulletin 143. Bureau of American Ethnology. Smithsonian Institution.Washington.
-Taczanowski, Wladyslaw -1884-  Ornithologie du Pérou. Rennes: Typographie Oberthur.
-Temminck, C. J. -1820-1839- Nouveau Recueil de Planches Coloriées d’ Oiseaux. 5 vol. Paris: F. G. Levrault.
-Tschudi, Johann Jakob von, - 1844-46-   Untersuchungen über die Fauna Peruana. St. Gallen.




domingo, 18 de marzo de 2018

La Vicuña (Vicugna vicugna)


Esbelta y ágil la gentil vicuña
rauda atraviesa por la hirsuta loma,
y en su nervioso remo de paloma,
las graníticas rocas apezuña.

(…)
Su grácil cuello como un signo alarga,
interrogando ansiosa a la llanura,
y envuelta en el fragor de una descarga,
huye veloz por el abrupto monte
y se pierde rumiando su amargura,
como un dardo a través del horizonte.

La vicuña - Javier del Granado
 
Vicuñas en la puna de Catamarca (Argentina) Foto Alex Mouchard

          Este camélido sudamericano al contrario de la ya comentada llama, es silvestre como el guanaco. Recordamos que tanto la llama como la alpaca  provienen de la selección hecha por el hombre por lo que son  animales domésticos. De aspecto similar al guanaco, la vicuña tiene su cuerpo cubierto de pelo largo y finísimo, básicamente de color canela, algo similar a la coloración del guanaco. Es la Vicugna vicugna - tal es el su nombre científico - el más pequeño de los camélidos y vive en la zona andina (puna o altiplano) desde Perú hasta el norte de Argentina y Chile. Dadas las características de su pelaje fue desde siempre perseguida por el hombre hasta poner en riesgo su supervivencia.

Vicogne
Buffon, Georges Louis Leclerc de, Count, - 1799-1804- Histoire naturelle. Paris: P. Didot l'ainé et Firmin Didot.


                  Ya  Garcilaso en 1606, al referirse a los camélidos dijo: ‘’El número de venados, corzos y gamos y del ganado mayor, que llaman huanacu, que es de lana basta, y de otra que llaman vicuña, que es de menor cuerpo y de lana finísima, era muy grande, que muchas veces, y según que las tierras eran de más caza que otras, pasaban de veinte, treinta y cuarenta mil cabezas, cosa hermosa de ver y de mucho regocijo. Esto había entonces; ahora, digan los presentes el número de las que han escapado del estrago y desperdicio de los arcabuces, pues apenas se hallan ya huanacus y vicuñas sino donde ellos no han podido llegar (…) Estas cacerías se hacían a cada distrito, de cuatro en cuatro años, dejando pasar tres años de la una a la otra, porque dicen  los indios que en ese espacio de tiempo cría la lana de la vicuña todo lo que ha de criar, y no la querían trasquilar antes porque no perdiese de su ser, y también lo hacían porque todo aquel ganado bravo tuviese tiempo de multiplicar y no anduviese tan asombrado como anduviera si cada año lo corrieran, con menos provecho de los indios y más daño del ganado (…) Porque decían que se había de tratar el ganado bravo de manera que fuese tan de provecho como el manso, que no había criado el Pachacamac o el Sol para que fuese inútil…¨

Camelus vicugna
Pennant, Thomas. 1793. History of quadrupeds. 3rd edn. 2 vols. London: B. & J. White


               Es curioso que en los tiempos cuaternarios este rumiante propio de alturas por encima de los 3.500 metros, habitara también parte de la América austral dado que se encontraron restos fósiles en la propia provincia de Buenos Aires.

             Como ya comentamos, por las características de su pelaje fueron desde siempre perseguidas por el hombre hasta poner en riesgo su supervivencia. Durante la época incaica, tan sólo el Inca mismo y sus familiares podían hacer uso de la lana, estando terminantemente prohibida la caza de la vicuña, que solamente se hacía cada cuatro o cinco años, constituyendo un privilegio real y celebrándose con este motivo grandes fiestas denominadas chacu o chaku (Cabrera y Yepes, 1940). Se construían corrales con estacas de la altura de una persona aproximadamente, que tenían unos 2 o 3 kilómetros de diámetro y se dejaba una gran abertura de más de cien metros por donde ingresaban los animales que eran arreados por miles de personas que participaban de esta actividad. Generalmente se sacrificaban los machos cuyas pieles eran reservadas para los incas y se daba libertad a las hembras y jóvenes.

Vicuñas
Cabrera A & Yepes J -1960 - Mamíferos Sud-Americanos. Buenos Aires: EDIAR


              La fibra obtenida se utilizaba para la confección de prendas de prestigio para la elite del inca. Los chakus eran regulados por mecanismos políticos, religiosos, sociales y culturales, y pueden interpretarse como modo sustentable de explotación de vicuñas en el pasado (Vilá, 2012).
Al desaparecer la dinastía incaica por la llegada de los españoles, las cacerías se realizaron con frecuencia y sin ningún control sobre la sobrevivencia de las hembras lo que significó una considerable merma en las poblaciones de vicuñas. Por este motivo, una vez proclamada la independencia de Perú, Simón Bolívar vio la urgente necesidad de frenar esta destrucción y proclamó con fecha 5 de julio de 1825 dos decretos  destinados a frenar la merma de ‘’esta hermosa y peculiar producción del Perú’’.

              Decían así:

Simón Bolívar, Libertador Presidente de la República de Colombia, Libertador de la del Perú y encargado del supremo mando de ella (…) atendiendo:

A la gran necesidad que hay de proporcionar por todos los medios posibles aumentos de las vicuñas:
Al descuido con que hasta ahora ha sido tratada esta hermosa y peculiar producción del Perú;
A que al fin vendría a aniquilarse si continuasen las matanzas que en todos los años se han hecho para sostener el comercio de sus lanas; he venido a decretar y decreto:
1° Se prohíbe  de hoy en adelante la matanza de vicuñas en cualquier número que sea.
2° A nadie le será permitida ni aun con el pretexto de caza.
3° A los que quieran aprovechar su lana para comercializarla u otros cualesquiera usos o beneficios, podrán verificarlo trasquilándolas en los meses de abril, mayo, junio y julio para que la benignidad de la estación supla este abrigo de que se las priva.
4° Los infractores de este decreto sufrirán pena de cuatro pesos por cada una de las vicuñas que matasen, no aplicables al delator de la infracción.

Imprimir, publíquese y circúlese.
Dada en Cuzco a 5 de julio de 1825.
Simón Bolívar



Escudo y moneda peruanos con la figura de la vicuña.


            Como tantas veces sucedía, fue poco el acatamiento a esta normativa y hasta la segunda mitad del siglo XX el chaku se mantuvo, y existen abundantes descripciones de autores de la época, pero con la diferencia que a los animales se los mataba en lugar de esquilarlos y liberarlos (Vilá, op. cit.).
En el año 1969 se suscribe el acuerdo ‘’ Convenio para la Conservación y Manejo de la Vicuña’’ entre los gobiernos de Bolivia, Chile, Ecuador y Perú. Se crearon varias reservas naturales tanto en Argentina como en otros países y se logró mejorar sensiblemente el número de ejemplares que viven en forma silvestre. En 1979 se firmó un segundo acuerdo entre los países poseedores de vicuñas  que incluye el concepto de uso sustentable para mejorar los ingresos de los pobladores altoandinos.

       Actualmente la situación ha mejorado y la Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza la califica como ‘’Riesgo bajo dependiente de la conservación’’ (antes era Vulnerable).


Gabriel O. Rodríguez

Vicuña
Brockhaus & Efron -1890-1897- Encyclopedic Dictionary.



REFERENCIAS:

Cabrera A & Yepes J -1960 - Mamíferos Sud-Americanos. Buenos Aires: EDIAR Compañía Argentina de Editores.
de la Vega, G., el Inca, -1609- Comentarios Reales de los Incas.
http://www.biodiversitylibrary.org 
Vilá, B -2012- Camélidos Sudamericanos. Eudeba: Buenos Aires.

sábado, 3 de marzo de 2018

LAS LLAMAS (Lama glama): “CARNEROS DE LA TIERRA”


“(…) porque el Carnero de la Tierra, que los Indios nombran Llama, es maior que no el de Europa, i de pescueço mui largo”.
García, Gregorio -1729


                       The Naturalist's Pocket Magazine or compleat cabinet of the curiosities and beauties of nature.
London: Harrison, Cluse & Co.  [1799]


Los camélidos han evolucionando hace miles de años y en muchos casos prestaron gran utilidad al hombre. En Sudamérica esta familia de mamíferos está representada por dos especies silvestres, la vicuña (Vicugna vicugna) y el guanaco (Lama guanicoe), y dos formas domesticadas, la alpaca (Lama pacos) y la llama (Lama glama). Esta última desciende del guanaco y ha sido domesticada por pueblos preincaicos junto con la alpaca hace unos 5.000 años, según se estima. Son camélidos  robustos, con un peso aproximado de 120 kilogramos, y llegan a superar los 130 kilogramos y una altura en la cruz de aproximadamente 110 centímetros, tamaño y peso que alcanzan a los cuatro años, cuando se completa el crecimiento (Vilá, 2012). Los colores de las llamas son el blanco, negro y marrones con todas sus gamas intermedias e incluso las hay de conformación manchada entre estos colores o bicolores y tricolores. Tienen el cuello largo que finaliza en una cabeza pequeña y con la característica peculiar de poseer las orejas curvadas hacia adelante. Ningún ejemplar adquiere los colores de su ancestral guanaco. Su lana es más larga que la de aquél y se distinguen dos variedades: la “kara”o pelada que tiene la cara  y las partes inferiores con escasa lana y la “chacu”, o lanuda, con pelaje más denso (algunos autores mencionan tres variedades). Las piernas son delgadas y los pies poseen dos dedos gruesos bien separados.

Lámina de la colección de Conrad Gessner.Special Collections of the University of Amsterdam. https://www.theguardian.com/science/animal-magic/gallery/2017/



Se la observa mayormente en Ecuador, Colombia,  Perú, oeste de Bolivia, norte de Chile y en el noroeste de la Argentina, principalmente en las provincias  de Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja, aunque también en menor cantidad se dispersó por otras provincias. Por otra parte al ser un animal doméstico en su dispersión pesan más los factores culturales que naturales, tales como la distribución de los grupos humanos, especialmente en la época incaica. Según Vilá (op. cit.) en la Argentina habría unos 200.000 ejemplares de los cuales un 68% están en la provincia de Jujuy, un 16% en la provincia de Catamarca y un 12% en Salta.

La gestación dura aproximadamente unos 11 meses y si bien la época de reproducción es variable las crías nacen mayormente en verano que es el momento donde hay más pasturas, haciendo la salvedad que los camélidos son ovuladores inducidos por la cópula. Las llamas tienen bastante plasticidad, pasan la mayor parte del tiempo pastando en tierras que oscilan entre los 2000 y 4000 m.s.n.m. y soportan bien la falta de agua y alimento. Esto las convirtió en animales muy aptos para la carga y cumplieron ese rol desde tiempos del Imperio Inca. Es curioso verlas arrojarse al piso cuando la carga que transportan les resulta muy pesada y escupir como medio de defensa.

Oeuvres complètes de Buffon. ‎Paris, Garnier Frères, (1853-1855)


El contacto de los indios sudamericanos con estos mamíferos se produjo hace más de cuatro mil años, a juzgar por los restos arqueológicos en los que huesos de camélidos se encuentran junto a restos humanos. Diversos testimonios escritos por los primeros españoles que tuvieron contacto con la civilización incaica revelan que este animal tuvo una significación trascendente para esa cultura.  Además de ser el único animal de carga que poseían, les facilitaba lana para sus abrigos, alimento y hasta los excrementos eran utilizados como combustible. Estos son son depositados en determinados lugares para marcar territorio.

Poma de Ayala, Felipe Guamán –  1936 [1615/1616] - Nueva Corónica y Buen gobierno. Instituto Etnográfico de París.




En ‘’Noticias Americanas’’ (1792) don Antonio de Ulloa relata la ceremonia que realizaban los  incas antes de utilizar por primera vez a una llama como animal de carga. Comenzaban por adornarlo con distintos atuendos y lo abrazaban y a pesar de la resistencia del animal al intentar darle aguardiente, aunque fuera tan solo mojarle el morro con la bebida. Los asistentes a la fiesta danzaban al son de tambores, hablaban a las llamas cariñosamente y sin quitarle los adornos ponían sobre el animal la primera carga. Sin abusar, y dirigiendo sus movimientos mediante silbidos, las llaman se hacían a la carga con bastante facilidad.

Marcgrave, George  -1648- Historia Naturalis Brasiliae. Lugdun. Batavorum, apud Franciscus Hackium et Amstelodami apud Lud. Elzevirium.  


Por otra parte sabemos que durante el Imperio Inca luego de una guerra se repartían ejemplares entre los sacerdotes y otros grupos  sociales que integraban  los pueblos vencedores.

La llama era el animal que se sacrificaba en los templos peruanos, y es muy posible que esta costumbre evitó los sacrificios humanos, tales como los que realizaban los aztecas. En Coricancha, el templo principal del Cuzco, todas las mañanas se ofrecía en sacrificio al Sol una llama blanca, y mensualmente se hacía una fiesta en la que se sacrificaban por lo menos un centenar. En algunas grandes solemnidades, este número se elevaba a más de mil llamas. A los animales que se llevaban a sacrificar, se los esquilaba previamente para poder meter más fácilmente el cuchillo, que se clavaba en el costado izquierdo. Como recuerdo de aquel significado religioso de la llama, en las tumbas del antiguo Perú se encuentran  con frecuencia objetos de alfarería representando estos camélidos en diversas actitudes, o bien solamente la cabeza. Algunos de ellos son figuras, admirablemente hechas, de llamas atadas como para sacrificarlas (Cabrera y Yepes, 1940).

Ilustración de Robert Bernard
Mammalogie -Desmarest, A.G. A Paris :Chez Mme. Veuve Agasse,1820-1822.


La importancia de la llama en la vida de los pueblos de la puna y en el caso de los incas en particular es indiscutible. Esto se percibe claramente en un curioso escrito del sacerdote Bernabé Cobo plasmado en su Historia del Nuevo Mundo (1653). Dice así: ‘’ Crió Dios las llamas de estas zonas frías para el bien de los moradores dellas, que sin este ganado pasaran la vida con gran dificultad, por ser tierras muy estériles, adonde no se coge algodón de qué vestirse, como en las tierras calientes, y haberlo de comprar de afuera para tanta gente fuera imposible, ni hacen árboles frutales y legumbres sino muy pocas, por lo cual el dador de todos los bienes Dios Nuestro Senyor recompensó la esterilidad de las Punas y paramos inhabitables de dichas sierras, con criar en ellas tanta cantidad de este ganado manso, que no tenía cuenta ni suma lo mucho que por todas partes había antiguamente, el cual era toda riqueza de todos los indios serranos, porque se vestían de su lana y de sus pieles hacían el calzado , de manera que no traían sobre sus cuerpos más que lo que sacaban de las llamas, sustentándose de su carne y servíanle de jumentos para llevar y traer sus cargas en los trajines y acarreos. Con la carne y ropa que dellos hacían compraban y rescataban lo que les faltaba de los valles y tierras calientes como el ají, pescado, maíz, coca y fruta y lo demás que habían menester. Porque en tales tierras yungas carecían sus moradores de carne por no nacer en ellas ganado, ni otro manso con que suplir esta falta hasta que se trajeron los ganados de España de que en todas partes hay ahora en grande abundancia’’.

La invasión y conquista española significaron un retroceso en muchos aspectos para los pueblos americanos. Los camélidos como parte importante de esa cultura fueron muy afectados durante todo ese proceso hasta nuestros días.

Lacepede, BG et. al. La ménagerie du muséum national d'histoire naturelle. Paris, Miger, Patris & Gilbert, Grandcher and Dentu, 1801.


Cuando los españoles llegaron al Perú quedaron admirados con la llama pues a diferencia del caballo que necesita una ración diaria de comida bien balanceada, herrajes, arnés, y silla para transportar carga, la llama posee una fisonomía apropiada para ello y puede alimentarse con tan sólo una hierba que crece en cualquier lugar de los Andes: el ichu (Stipa ichu)  (www.otromundoesposible.net).

En la actualidad  continúa el uso de la llama como animal de carga y como proveedor de carne y lana.

Gabriel O. Rodríguez



Gervais, Paul. 1854-55. Histoire naturelle des mammifères. Paris, L. Curmer


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REFERENCIAS

Cabrera A & Yepes J -1960 - Mamíferos Sud-Americanos. Buenos Aires: EDIAR Compañía Argentina de Editores.
García, Gregorio -1729- Origen de los indios de el nuevo mundo, e Indias occidentales, averiguado con discurso de opiniones. En la Imprenta de F. Martinez Abad, 1729 - 336 páginas.
http://www.biodiversitylibrary.org
Vilá, B -2012- Camélidos Sudamericanos. Eudeba: Buenos Aires.

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