“(…) porque el Carnero de la Tierra, que los Indios nombran Llama, es maior que no el de Europa, i de pescueço mui largo”.
García, Gregorio -1729
The Naturalist's Pocket Magazine or compleat cabinet of the curiosities and beauties of nature.
London: Harrison, Cluse & Co. [1799] |
Los camélidos han
evolucionando hace miles de años y en muchos casos prestaron gran utilidad al
hombre. En Sudamérica esta familia de mamíferos está representada por dos
especies silvestres, la vicuña (Vicugna vicugna) y el guanaco (Lama guanicoe),
y dos formas domesticadas, la alpaca (Lama pacos) y la llama (Lama glama). Esta
última desciende del guanaco y ha sido domesticada por pueblos preincaicos
junto con la alpaca hace unos 5.000 años, según se estima. Son camélidos robustos, con un peso aproximado de 120
kilogramos, y llegan a superar los 130 kilogramos y una altura en la cruz de
aproximadamente 110 centímetros, tamaño y peso que alcanzan a los cuatro años,
cuando se completa el crecimiento (Vilá, 2012). Los colores de las llamas son
el blanco, negro y marrones con todas sus gamas intermedias e incluso las hay
de conformación manchada entre estos colores o bicolores y tricolores. Tienen
el cuello largo que finaliza en una cabeza pequeña y con la característica
peculiar de poseer las orejas curvadas hacia adelante. Ningún ejemplar adquiere
los colores de su ancestral guanaco. Su lana es más larga que la de aquél y se
distinguen dos variedades: la “kara”o pelada que tiene la cara y las partes inferiores con escasa lana y la
“chacu”, o lanuda, con pelaje más denso (algunos autores mencionan tres
variedades). Las piernas son delgadas y los pies poseen dos dedos gruesos bien
separados.
Lámina de la colección de Conrad Gessner.Special Collections of the University of Amsterdam. https://www.theguardian.com/science/animal-magic/gallery/2017/ |
Se la observa mayormente en Ecuador, Colombia, Perú, oeste de Bolivia, norte de Chile y en
el noroeste de la Argentina, principalmente en las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja, aunque
también en menor cantidad se dispersó por otras provincias. Por otra parte al
ser un animal doméstico en su dispersión pesan más los factores culturales que
naturales, tales como la distribución de los grupos humanos, especialmente en
la época incaica. Según Vilá (op. cit.) en la Argentina habría unos 200.000
ejemplares de los cuales un 68% están en la provincia de Jujuy, un 16% en la
provincia de Catamarca y un 12% en Salta.
La gestación dura aproximadamente unos 11 meses y si
bien la época de reproducción es variable las crías nacen mayormente en verano
que es el momento donde hay más pasturas, haciendo la salvedad que los
camélidos son ovuladores inducidos por la cópula. Las llamas tienen bastante
plasticidad, pasan la mayor parte del tiempo pastando en tierras que oscilan
entre los 2000 y 4000 m.s.n.m. y soportan bien la falta de agua y alimento.
Esto las convirtió en animales muy aptos para la carga y cumplieron ese rol
desde tiempos del Imperio Inca. Es curioso verlas arrojarse al piso cuando la
carga que transportan les resulta muy pesada y escupir como medio de defensa.
Oeuvres complètes de Buffon. Paris, Garnier Frères, (1853-1855) |
El contacto de los indios sudamericanos con estos
mamíferos se produjo hace más de cuatro mil años, a juzgar por los restos
arqueológicos en los que huesos de camélidos se encuentran junto a restos
humanos. Diversos testimonios escritos por los primeros españoles que tuvieron
contacto con la civilización incaica revelan que este animal tuvo una
significación trascendente para esa cultura.
Además de ser el único animal de carga que poseían, les facilitaba lana
para sus abrigos, alimento y hasta los excrementos eran utilizados como
combustible. Estos son son depositados en determinados lugares para marcar
territorio.
Poma de Ayala, Felipe Guamán –
1936 [1615/1616] - Nueva Corónica y Buen gobierno. Instituto Etnográfico de París.
|
En ‘’Noticias Americanas’’ (1792) don Antonio de Ulloa
relata la ceremonia que realizaban los
incas antes de utilizar por primera vez a una llama como animal de
carga. Comenzaban por adornarlo con distintos atuendos y lo abrazaban y a pesar
de la resistencia del animal al intentar darle aguardiente, aunque fuera tan
solo mojarle el morro con la bebida. Los asistentes a la fiesta danzaban al son
de tambores, hablaban a las llamas cariñosamente y sin quitarle los adornos
ponían sobre el animal la primera carga. Sin abusar, y dirigiendo sus
movimientos mediante silbidos, las llaman se hacían a la carga con bastante facilidad.
Marcgrave, George -1648- Historia Naturalis Brasiliae. Lugdun. Batavorum, apud Franciscus Hackium et Amstelodami apud Lud. Elzevirium. |
Por otra parte sabemos que durante el Imperio Inca
luego de una guerra se repartían ejemplares entre los sacerdotes y otros
grupos sociales que integraban los pueblos vencedores.
La llama era el animal que se sacrificaba en los
templos peruanos, y es muy posible que esta costumbre evitó los sacrificios
humanos, tales como los que realizaban los aztecas. En Coricancha, el templo
principal del Cuzco, todas las mañanas se ofrecía en sacrificio al Sol una
llama blanca, y mensualmente se hacía una fiesta en la que se sacrificaban por
lo menos un centenar. En algunas grandes solemnidades, este número se elevaba a
más de mil llamas. A los animales que se llevaban a sacrificar, se los
esquilaba previamente para poder meter más fácilmente el cuchillo, que se
clavaba en el costado izquierdo. Como recuerdo de aquel significado religioso
de la llama, en las tumbas del antiguo Perú se encuentran con frecuencia objetos de alfarería
representando estos camélidos en diversas actitudes, o bien solamente la cabeza.
Algunos de ellos son figuras, admirablemente hechas, de llamas atadas como para
sacrificarlas (Cabrera y Yepes, 1940).
Ilustración de Robert Bernard Mammalogie -Desmarest, A.G. A Paris :Chez Mme. Veuve Agasse,1820-1822. |
La importancia de la llama en la vida de los pueblos
de la puna y en el caso de los incas en particular es indiscutible. Esto se
percibe claramente en un curioso escrito del sacerdote Bernabé Cobo plasmado en
su Historia del Nuevo Mundo (1653). Dice así: ‘’ Crió Dios las llamas de estas
zonas frías para el bien de los moradores dellas, que sin este ganado pasaran
la vida con gran dificultad, por ser tierras muy estériles, adonde no se coge
algodón de qué vestirse, como en las tierras calientes, y haberlo de comprar de
afuera para tanta gente fuera imposible, ni hacen árboles frutales y legumbres
sino muy pocas, por lo cual el dador de todos los bienes Dios Nuestro Senyor
recompensó la esterilidad de las Punas y paramos inhabitables de dichas
sierras, con criar en ellas tanta cantidad de este ganado manso, que no tenía
cuenta ni suma lo mucho que por todas partes había antiguamente, el cual era
toda riqueza de todos los indios serranos, porque se vestían de su lana y de
sus pieles hacían el calzado , de manera que no traían sobre sus cuerpos más
que lo que sacaban de las llamas, sustentándose de su carne y servíanle de
jumentos para llevar y traer sus cargas en los trajines y acarreos. Con la
carne y ropa que dellos hacían compraban y rescataban lo que les faltaba de los
valles y tierras calientes como el ají, pescado, maíz, coca y fruta y lo demás
que habían menester. Porque en tales tierras yungas carecían sus moradores de
carne por no nacer en ellas ganado, ni otro manso con que suplir esta falta
hasta que se trajeron los ganados de España de que en todas partes hay ahora en
grande abundancia’’.
La invasión y conquista española significaron un
retroceso en muchos aspectos para los pueblos americanos. Los camélidos como
parte importante de esa cultura fueron muy afectados durante todo ese proceso
hasta nuestros días.
Lacepede, BG et. al. La ménagerie du muséum national d'histoire naturelle. Paris, Miger, Patris & Gilbert, Grandcher and Dentu, 1801. |
Cuando los españoles llegaron al Perú quedaron
admirados con la llama pues a diferencia del caballo que necesita una ración
diaria de comida bien balanceada, herrajes, arnés, y silla para transportar
carga, la llama posee una fisonomía apropiada para ello y puede alimentarse con
tan sólo una hierba que crece en cualquier lugar de los Andes: el ichu (Stipa
ichu) (www.otromundoesposible.net).
En la actualidad
continúa el uso de la llama como animal de carga y como proveedor de
carne y lana.
Gabriel
O. Rodríguez
Gervais, Paul. 1854-55. Histoire naturelle des mammifères. Paris, L. Curmer
z
REFERENCIAS
Cabrera
A & Yepes J -1960 - Mamíferos Sud-Americanos. Buenos Aires: EDIAR Compañía
Argentina de Editores.
García,
Gregorio -1729- Origen de los indios de el nuevo mundo, e Indias occidentales,
averiguado con discurso de opiniones. En la Imprenta de F. Martinez Abad, 1729
- 336 páginas.
http://www.biodiversitylibrary.org
Vilá,
B -2012- Camélidos Sudamericanos. Eudeba: Buenos Aires.
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