Gabriel Rodríguez
“…habrá
que temer que el egoísmo y la falsedad extiendan un día
su
funesto imperio , inclusive en el interior de esas  selvas y montes,
que
actualmente son pacíficas moradas de pobladores aún más pacíficos”
                                                                                     
Alcide d’Orbygny (1835)
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Maned wolf 
Grabado de J. Smith 
Proc. Zool. Soc. 1877, p. 806, pl. 81.  | 
    La
distribución de los seres en la actual configuración de los continentes fue
generosa en el aporte de cánidos a la región neotropical, siendo Sudamérica la
tierra con mayor
variedad de géneros de cánidos vivientes. A la mayoría de estos carnívoros se
los debe incluir en lo que comúnmente conocemos como “zorros”, con una
fisonomía bastante característica que no ofrece grandes variantes entre las
distintas especies, incluida una extinta a mediados del siglo XIX que habitaba
las islas Malvinas (Ver nuestra entrada EL
ZORRO LOBO DE LAS MALVINAS (Dusicyon australis)). 
    Pero esta tipificación 
presenta una excepción que es Chrysocyon
brachyurus, una especie con aspecto de perro,  muy alejada del tipo fisonómico de los zorros
y que tal vez por sus características de comportamiento es muy poco conocido
por la gente, a excepción del hombre de campo que habita en su rango de
distribución.  Tan es así que el médico
veterinario Marcelo Beccaceci narra en su ameno libro “Soldados de Noé” que en
oportunidad de iniciar hacia 1985 un relevamiento de la especie, realizó un
censo ante 100 habitantes de la Capital Federal (Argentina) preguntando sobre
el aguará guazú. Dice: “El 75% no supo qué era, el resto arriesgaba: ¿un río?,
¿un pez?”. 
    Tampoco a nivel científico  se
conocía  demasiado. Es a partir de la
década de 1980 cuando comienzan distintos estudios, intensificándose hasta el
día de hoy tanto en la Argentina como en los otros países  donde habita este cánido.
    Cabrera y Yepes (1940) establecen esta curiosa comparación: “En
general, y aparte del color, que recuerda el de los zorros del norte de Europa,
el aspecto del animal tiene a la vez algo de lobo europeo y de galgo ruso”.
    Por otra parte interpretando su nombre técnico obtenemos algunos
datos de sus caracteres. En el trabajo “Significado y origen de los nombres
científicos de los mamíferos de Argentina” (Mouchard, 2012), el autor  descifra claramente  las palabras del nombre científico latinizado:
Chrysocyon: perro dorado; del griego
‘ khrysos’ = oro, cubierto de oro o dorado, y ‘kyon’ = perro. Por su parte el
nombre específico  brachyurus, se forma de ‘brachys’ (también del griego) que
significa corto o breve y ‘oura’ significa cola, o sea cola corta. Este extravagante apodo nos dice que es semejante a un perro, de tono dorado y
con la cola corta. Faltaría mencionar que las patas y orejas son muy largas y
ya tendríamos una aproximación satisfactoria.
Félix de Azara fue el primer naturalista que lo describió, y lo denominó
con la voz indígena aouara gouazou, de donde es probable que haya
derivado la voz “aguará guazú”. El naturalista alemán Johann Karl
Illiger (1775-1813), publicó el trabajo titulado  “Prodromus
Systematis Mammalium et Avium”  en 1811,  sobre taxonomía y en
él hace mención del aguará guazú basándose en la información recabada in situ
por Azara en su viaje a América del Sur. Lo denomina Canis brachyurus,
luego fue cambiando de género hasta que se llegó a la denominación actual.
    Como sucede con toda especie silvestre la gente sugiere nombres,
algunos “prenden” y en una región se lo llama de esa manera y a un
centenar de kilómetros ya puede cambiar el nombre que le da la gente del lugar.
En territorio argentino se lo llama aguará-guazú (lo que significa zorro grande
en la lengua guaraní), doradillo (por la semejanza con el color del pelaje de
los caballos así denominados), aguará grande, lobo de crin (en referencia a los
pelos alzados del cuello), lobo rojo (es el tono que aparece a primer golpe de
vista), zorro colorado,  lobo de
los esteros (habita estos ambientes), zorro potrillo (por su gran
estatura), caalac – así lo menciona Paucke en lengua mocoví-, wawó (lengua de
los vilelas), borochi lo llaman en Bolivia, lobo-guará, guará o lobo-vermelho en
Brasil, mbuaravachú  en partes de Paraguay y  “maned wolf" (lobo de crin) en la
nomenclatura estandarizada de nombres comunes en inglés.
    Como
sucede con el nombre latino algunos de estos nombres hacen referencia a las
características externas que muy sucintamente describimos, como un perro de
patas muy largas, cola corta en relación al resto del cuerpo, parece más alto
que largo, orejas grandes, coloración predominante del anaranjado virando a
rojizo, los extremos de las patas son negros y luce en el cuello una vistosa
crin  también de pelos negros. Se ha especulado
mucho sobre los porqués de tan inusual aparato de locomoción en un componente
de una familia que se caracteriza por poseer patas cortas y robustas.
    Don Félix
de Azara (1809) en tal sentido decía: “Resulta que es tan grande como un perro
de la más alta talla y mayor que un lobo, y no cede a ninguno de estos animales
en la ligereza de su carrera ni en la fuerza de sus dientes”. Efectivamente es
muy veloz en la carrera pero su resistencia no es tanta.
    Se arribó
a la conclusión que el desarrollo de sus patas sería una adaptación que le
otorga considerable elevación para deambular en pastizales -uno de sus hábitats preferidos- y así puede observar  sobre ellos
para  cazar u otras funciones vitales.
También es una ventaja para deambular en terrenos anegados, otro de los hábitats que frecuenta.
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Maned Wolf 
Dogs, jackals, wolves, and foxes : a monograph of the Canidae - George Mivart- 1890  | 
 
    Sabemos que la cacería de fauna
silvestre es un medio de subsistencia para comunidades rurales de algunos
lugares que aún permanecen aislados y ajenos a otras formas vida. No son muchos
los sitios en la Argentina donde se da esta situación, pero son suficientes
como para que este motivo sume más bajas en las poblaciones del lobo de crin. Pero
en estas zonas se lo caza más que nada por considerarlo un competidor del
hombre  al  depredar sobre las presas que más busca aquél.
    También se lo comercializa como mascota,
siendo sus cachorros los más ofrecidos a la venta.  En el libro “Mamíferos de la provincia de
Santa Fe” (A. Pautasso, 2008) se muestra una foto de una hembra enjaulada
ofrecida a la venta en plena calle de la localidad santafecina de Avellaneda.
    Otro conflicto con el hombre se suscita
cuando incursiona en gallineros, los cuales ejercen una atracción especial
sobre nuestro lobo y, a la vez, es víctima frecuente de atropellamiento en
rutas asfaltadas donde se circula con velocidad, dado que aparentemente queda
encandilado por los faros de los autos. En los últimos tiempos estos episodios
pasaron a ser alarmantes por la cantidad de casos y sucede lo mismo con otras
especies emblemáticas para la conservación. Si tomamos como referencia las
noticias periodísticas habría más muertes del aguará que de las otras especies
que sufren este problema.
    Señala Pautasso, recientemente mencionado,
refiriéndose específicamente al norte santafecino, que en general los
“nutrieros”, es decir los que se dedican a cazar el coipo o nutria, tienen una
visión negativa del aguará guazú porque algunas veces éste come las nutrias
entrampadas antes de la llegada de los cazadores o las traslada, con trampa
incluida, a lugares de muy difícil acceso para el hombre por la intrincada
vegetación. Parecería que el lobo de crin es atraído por los chillidos de los
coipos al quedar atrapados, y esto hace que se convierta en mayor enemigo aún
de estos cazadores que lo matan ni bien se cruza un ejemplar en su camino. A
veces se lo ultima con armas de fuego, enlazándolo o simplemente largándole
varios perros.
    Para nuestra sorpresa, se sabe que una de las cargas
que pesa más sobre la vida del aguará-guazú es el ser considerado por mucha gente
supersticiosa como representación del lobisón, esa creencia de antigua data que
supone que el séptimo hijo varón se convierte por las noches en lobo y deambula
por el monte. Aunque pueda parecer extraño, aún en algunos lugares es perseguido
por esta razón y, ni bien se presta el momento, lo matan.
    A esto hay que agregar su desagradable aullido que
influye en la creencia de malos presagios. Cabrera y Yepes, ya citados, al
respecto dicen: “Suena una voz como un  ¡guaaa…! lastimero, o más bien
diríamos macabro, que se oye de muy lejos y que no se olvida si se ha oído una
vez”.
    También, lamentablemente, la presencia de cazadores furtivos es bastante frecuente en muchas regiones. Principalmente se lo caza por su cuero, se realiza venta de ejemplares vivos a zoológicos (esto es
favorecido por su “rareza”),  tanto los
adultos como cachorros también se comercializan 
como mascotas y para ser taxidermizados. Según afirman no es de poca
significación el último destino mencionado. En los últimos tiempos hubo
referencias sobre ejemplares matados por jaurías de perros cimarrones.
    Su retroceso poblacional es muy marcado  y viene ocurriendo desde hace varias décadas
en gran parte de su distribución. El impacto que más influyó en la merma
de las poblaciones del aguará-guazú - como sucedió con gran parte de los
animales silvestres- fue la drástica  disminución
de su hábitat  por el avance de las
actividades agropecuarias. Este fenómeno ocurrió en todos los países que habita,
a saber: “Desde el río Paranaiba, el sur de los estados de Pará y Maranhao por
el centro y sur de Brasil y Paraguay, extremo oriental de Bolivia y nordeste de
la Argentina” (Chebez, 2008). En este último país actualmente mantiene
poblaciones en el este de la provincias de Formosa y Chaco, norte de Santa Fe y
Corrientes, sur de Misiones, extremo nordeste de Córdoba y parte oriental de
Santiago del Estero. También  González y
Lanfranco (2010) lo mencionan para el norte del Uruguay con registros
confirmados en los departamentos Río Negro, Rocha y Cerro Lago, y una serie de
otras menciones que deben ser confirmadas. Por otra parte es habitante
conspicuo del Santuario Nacional Pampas
del Heath, creado en junio de 1983 en el sudeste del Perú, casi límite
con Bolivia, por lo que si bien es la única área peruana donde habita, podría
incluirse a esta nación en la lista de distribución. Este parque nacional
peruano que lo alberga es una zona de altos pastizales con palmeras que se
inunda durante varios mese al año. Por lo que es hábitat ideal para la especie
tratada.
    Hacia 2009 se observó, unificando  datos de al menos tres encuestas  realizadas a pobladores (alguna también
incluyó al yaguareté y al ciervo de las pampas) y otros avistajes, que la
distribución de la especies en la provincia de Santa Fe estaría expandiéndose
hacia el sur. Esto sería cíclico y podría responder a las mayores lluvias que
se vienen registrando en los últimos tiempos. Por el contrario durante la gran
sequía de 1999 habrían disminuido las citas de la especie en la zona. También
se especula  que las cañadas podrían
estar actuando como espacios para la dispersión.
    La distribución histórica incluía además
de las provincias citadas precedentemente a las de Buenos Aires, La Pampa, San Juan, La
Rioja, Catamarca, San Luís y San Juan. En
relación a la presencia en las últimas dos provincias acota Chebez (2008) que
uno de los testimonios tenidos en cuenta para esa afirmación es el de un
indígena avezado en cuestiones de fauna 
de San Luis que fuera entrevistado en 1923 e indicó su presencia en la
zona de las lagunas de Guanacache, lo que incluiría también a la provincia de
Mendoza. Este información además fue suministrada por Burmeister en 1885 en su
trabajo “Ueber den schadel von Canis jubatus, Sit-Zungsberichte Der Gesell” en Natur. 
Freunde N°4.
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Maned Aguara 
                                                                 Dogs - Smith, C. H. - Jardine, W. - 1839- v.1                                                                                                                
 | 
    Las distintas culturas nativas tuvieron sus propias  formas de contacto con el lobo de crin.
Sabemos que los abipones chaqueños lo cazaban para utilizar su piel en la
confección de prendas de vestir, aunque hay versiones que señalan, por el
contrario, que algunas comunidades desdeñaban su piel por el fuerte olor que
posee. Sí  coincidían en atribuir a la
piel del aguará  propiedades  curativas que casi perduraron hasta nuestros
días. Se afirmaba que los sobrepuestos o cojinillos – pieza que integra la
montura del caballo – hechos con esta piel tenían la propiedad curar y prevenir
las hemorroides y además era excelente alivio para los dolores de
la  artritis, para lo cual había que
cubrirse con ella a modo de cobija. Dice el antropólogo M. Palermo (1984) que
los mocovíes hacían puntas de flechas con los huesos de las patas y cita al
jesuita Florian Paucke, quien vivió con esa cultura y cuenta haber visto que
los mocovíes colgaban los cadáveres del aguará 
en ramas de árboles y ejecutaban ritos que semejaban burlas. En otros
lugares suponen que la ralladura de los huesos de las patas tiene propiedad
para apurar los partos transfiriendo la rapidez del animal a la parturienta.
    También comenta el último autor mencionado que hubo extrañas
creencias, no tan alejadas en el tiempo, por parte de los habitantes de
Corrientes quienes decían que los que llevaban las tabas de este animal huían
más fácilmente de la policía cuando eran perseguidos por ésta. Y en territorio
de esta misma provincia,  los guaraníes
suponían que era la encarnación de un ser maléfico y se les escuchaba el
siguiente relato o leyenda: El yaguareté quiso una vez devorar al ciervo, pero
éste iba como compañero del aguará guazú que, en realidad, era el mismo diablo
(añá, en lengua guaraní) bajo tal forma. Esperando una buena oportunidad para
llevar a cabo sus propósitos, el felino simuló amistad con los dos y acordaron
turnarse para conseguir comida. El primer día  salió de caza al aguará guazú y volvió con un
ratón, ante el enojo del tigre. El cazador le contestó que si no estaba
conforme, fuera él a ver qué conseguía: nada sería, le dijo, porque tenía las
patas demasiado cortas. Furioso, el yaguareté se le abalanzó pero él huyó junto
con su amigo el venado. Buenos corredores los dos, mantuvieron sin problemas
las distancias hasta llegar al río; el aguará guazú se tiró al agua y cruzó
nadando pero el ciervo no sabía nadar y fue alcanzado por el perseguidor. Aquí
se manifestó su compañero como diablo (añá): lo convirtió en una piedra y
cuando el yaguareté trató de morderlo se rompió un colmillo. Entonces el aguará
guazú empezó a reírse del tigre hasta que éste, exasperado, le arrojó la piedra
al llegar a la otra orilla, y  el añá la convirtió
otra vez en el ciervo, burlándose de nuevo del frustrado yaguareté. 
    Hay testimonios de que en la actualidad, los tobas en la provincia
de Formosa utilizan su piel para confeccionar un tipo de calzado. 
    Por la merma de sus poblaciones en las provincias de Corrientes,
Santa Fe, Misiones y Chaco fue declarado Monumento Provincial. En Argentina se
asigna la categoría  “En Peligro; en
Brasil “Vulnerable”, en Perú también “Vulnerable” y en Bolivia “En Peligro/
Vulnerable”.
    Es nuestro anhelo que los lectores hayan conocido mejor y
apreciado al aguara guazú a través de estas líneas. Creemos válida aquella
expresión que dice que no se puede querer lo que no se conoce. Al informarnos y
ver su estampa y su rostro seguramente se generará la simpatía y esto se puede
transformar en acciones concretas para sumarse a la causa de evitar por todos
los medios posibles su extinción.
    Algunas de las instituciones que más bregan por la
supervivencia de aguará guazú son la Fundación Temaiken, la Fundación Huellas,
el Proyecto Aguará Guazú (http://aguaraguazu.blogspot.com.ar/), el Grupo Argentino Aguará Guazú de la Sociedad Argentina para el Estudio de los
Mamíferos (SAREM), el Plan de Acción para la Conservación del Aguará Guazú en
Santa Fe, y Museo Provincial de Ciencias Naturales “Florentino Ameghino”
(referente Andrés Pautasso). En sus respectivos sitios en Internet hay
información sobre lo que se está haciendo. 
 
  
  
EL AGUARÁ GUAZÚ EN LA PRENSA 
  
  
    La mansedumbre del lobo de crin puede ser reafirmada
  por las múltiples apariciones de ejemplares en zonas pobladas. He aquí una
  reseña de algunas notas periodísticas que dan cuenta de este fenómeno 
  
  
  
  
Diario Corrientes Hoy 
  
Rescatan un aguará guazú que apareció en el Barrio
  Laguna Seca 
  
El día lunes 9 de Diciembre del 2013, por la noche, la
  Dirección de Recursos Naturales, rescató un ejemplar de Aguará Guazú en el Bº
  Laguna Seca. Producto de una llamada telefónica realizada por una vecina de
  la zona, se procedió al operativo de rescate, en un procedimiento conjunto
  con efectivos de la Policía de la Provincia y el Cuerpo de Bomberos, los
  cuales cercaron toda la zona donde se encontraba el animal. 
  
  
  
Diario La  Capital 
  
Lunes,
  04 de junio de 2012   | ROSARIO 
Hallaron un
  aguará guazú en un garaje de Fisherton
Una
  hembra joven de aguará guazú (zorro grande en guaraní, ver aparte) fue
  rescatada ayer al mediodía sana y salva en Fisherton, después de que una
  asustada familia la descubriera.     
  
  
  
  
ARGENTINAadiario.com.ar 
  
HABRIA NADADO DURANTE HORAS 
Ejemplar
  de Aguará Guazú apareció en la costanera correntina
10/03/2012
  
♦El pequeño animal de
  pelaje rojizo que corre peligro de extinción apareció cansado en un local de
  la costanera. ♦Fue capturado y llevado para el control. 
  
  
  
  
Ministerio Producción y Ambiente. Gobierno de Formosa 
Rescate
  De Un Aguará Guazú 
  
Centros
  De Rescates 
El
  ejemplar de aguará guazú que actualmente se encuentra en la Reserva de
  Animales Silvestres Guaycolec, fue rescatado el día 06 de junio de 2009 en
  una zona periurbana de la ciudad de Formosa, por personal de la Subsecretaría
  de Recursos Naturales, Ordenamiento y Calidad Ambiental conjuntamente con la
  Unidad especial de Policía Ecológica.  
  
  
  
Diario La Opinión
  de Rafaela  
Provincia de
  Santa Fe. 
08
  /09/2008 
  
Apareció un aguará guazú en zona de quintas de la ciudad 
   
  La presencia del animal oriundo del norte
  del país, que se encuentra en vías de extinción, fue advertida en calle Los
  Cedros, en la zona de quintas al sur de la planta urbana. Logró ser capturado
  tras un arduo trabajo, siendo enlazado por un experto en esas tareas,
  puestero de un campo de Presidente Roca. Ahora está en el Refugio Municipal,
  esperando por su destino, que puede ser la granja "La Esmeralda" de
  Santa Fe o bien enviarlo a Formosa. 
  
  
  
  
Esperanza, Santa
  Fe 
08/07/2013 
 
Intensa búsqueda de un Aguará Guazú por la ciudad
  
Pasadas las tres de la madrugada llamaron al
  guardafauna Martín Mastropaolo para comunicarle que por las calles de
  Esperanza caminaba un Aguará Guazú (zorro). El ejemplar fue visto por última
  vez en Planta 2, ubicada en 1° de Mayo y 9 de julio. Colabora con la búsqueda
  el Comando Radioeléctrico. 
  
  
INFOVERA. Noticias
  del Norte Santafesino 
Insólito: hallaron
  un aguará guazú en una casa de Suardi
26/07/12   
 Aguara  
Mediante un llamado telefónico  a Los Pumas, una
persona de apellido Ramírez manifestó que al hacerse presente en su domicilio
ubicado en zona rural de Suardi, en una de las habitaciones se encontró con un
aguará guazú. 
De inmediato, personal de la policía rural se constituyó en
el predio “La Esperanza”, donde en una habitación de la vivienda ubicada allí
se comprobó la presencia del animal, procediéndose a la captura del mismo. 
Posteriormente, previa consulta con autoridades de la Granja
“La Esmeralda”, se trasladó el aguará guazú hacia ese lugar para su resguardo.  
  
  
  
  
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00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
REFERENCIAS
Chebez, J.
C. 2008 . Los que se van, Tomo 3 “Mamíferos”. Editorial Albatros. Buenos Aires.
González, E.
y Martínez Lanfranco. 2010. Mamíferos del Uruguay. Guía de campo e introducción
a su estudio y conservación. Ed. Banda Oriental. Montevideo.
Palermo, M.
1984. Fauna argentina. “Aguará-guazú”. Centro Editor de América Latina. Buenos
Aires.
  | 
Guara 
Brehm's Life of animals  Volume 1, Mammalia - 1895 | 
 
 
  
  
EL AGUARÁ
  GUAZÚ EN LA CANCIÓN 
  
  
. 
EL AGUARÁ GUAZÚ 
  
La noche aúlla como una sombra 
partida en dos. 
  Viernes en vela, 
  es luna nueva … 
  ¿Será un aullido de lobizón? 
La noche aúlla y
  entre los ranchos de la comarca 
  pasan la voz: 
  Una guarida en los
  pastizales… 
  ¿será guarida de un lobizón? 
  
La
  noche aúlla como si un perro, 
  como si un árbol, como si tú, 
  tiembla que tiembla, 
  nada supieras 
  de la leyenda 
  del agua-ra-guá 
  aguará guazú. 
Un zorro grande, 
  algo de hiena, algo de perro, 
  crin en el lomo: 
  aguará guazú; 
  cuenta un paisano en el fogón 
  tu vieja historia de luna nueva, 
  séptimo hermano, 
  hijo varón … 
  
                                                      
  Germán Machado
. 
  
  
  
Aguará Guazú 
-Chamamé- 
  
Ventea tu cara pequeña 
en la brisa del alba 
la flor del olvido, 
patitas de junco costero 
pelito de ciervo 
vení que te quiero. 
Es triste pensarte aterido 
ojitos de estrella 
que muere en el río 
queremos salvarte chamigo 
gurises del pago. 
¡ofrézcanle abrigo! 
  
Aguará Guazú 
luz del pajonal 
sol del invierno frío 
Aguará Guazú 
che yaguá de miel 
quiero darte abrigo. 
virgen de Itatí 
bendecile angá 
es un correntino 
que no tiene paz 
Aguará Guazú 
¡Quiero darte un nido! 
  
.¡Ah del que niegue el pasado! 
ánima en pena su canto 
anda sin ser por el mundo 
frío y reseco su llanto. 
  
  
                                                   
  Antonio Tarragó Ros 
  
  
  
  
  
 | 
 
En nuestra próxima entrega:     "
LA HISTORIA DEL AGUARÁ GUAZÚ (Chrysocyon brachyurus)"
"