"Cuando se hace la historia de un animal, es inútil e imposible tratar de elegir entre el oficio del naturalista y el del compilador: es necesario recoger en una única forma del saber todo lo que ha sido visto y oído, todo lo que ha sido relatado por la naturaleza o por los hombres, por el lenguaje del mundo, de las tradiciones o de los poetas".

Michel Foucault-Las palabras y las cosas


miércoles, 11 de enero de 2012

EL AGUILA CORONADA (Buteogallus coronatus) Y UN DESDICHADO SABIO FRANCÉS


Alex Mouchard

“Tu descanso geométrico procura
menguar la transparencia de la espera,
como si usases garras de madera,
como si encaneciese tu negrura,
las amnistías de la primavera,
es propiamente un banderín que altera
la aciaga ordenación de tu postura.
Ejecutante sobrio del venado,
imparcial asesino del enjuto
tigrillo y del lagarto novelero,
tormenta quieta, príncipe surcado
de miel abrupta, de granizo y luto,
escudriño en el verbo y te pondero.”

Carlos Villagra Marsal-
Preñado reposo del taguató apyratí-Ciertos pájaros (*)

     Muchos suponen que los antiguos ornitólogos de gabinete eran especialistas que poco conocían de la naturaleza más allá de los ejemplares muertos de los museos, que acomodaban cuidadosamente en cajones y vitrinas. Pero ese no es el caso de Louis Jean Pierre Vieillot (1748- 1831), quizás el más reconocido ornitólogo francés de su época, que describió 387 especies de aves, incluyendo, lo que es de mucho interés para nosotros, muchas de las aves descriptas por Azara. A estas aves les dio por primera vez una nomenclatura científica binomial, según el sistema de Linneo, ya que el naturalista aragonés fue reacio a usar nombres en latín.

     Vieillot tuvo una vida si no de aventura, por lo menos bastante movida y pudo conocer la fauna americana en forma directa. Desde su juventud vivió en la colonia francesa de  Santo Domingo, actual Haití, donde se dedicó al comercio y además a la colección de ejemplares. Pero en 1791 al producirse los primeros alzamientos de esclavos dirigidos por el caudillo François Dominique Toussaint-Louverture,  Vieillot tuvo que exiliarse en los Estados Unidos, donde recolectó material para una ornitología de las aves de Norteamérica. Posteriormente regresó a Francia, sufriendo durante el viaje la pérdida de su mujer y de sus tres hijas, víctimas de la fiebre amarilla. En Francia se dedicó a estudiar las colecciones del Museo de París y redactó sus más conocidas obras sobre ornitología. Vieillot fue uno de los primeros ornitólogos en describir las variaciones del plumaje de las aves y en incluir datos obtenidos directamente de la naturaleza. Sus últimos años transcurrieron en Rouen, en extrema pobreza, ciego y prácticamente viviendo como un ermitaño.


     Fue Vieillot  quien nominó para la ciencia a la especie que nos ocupa y a la cual, por considerarla muy próxima a la harpía, la designó  Harpyia coronata. El ave en cuestión era la que Azara había nombrado “Aguila Coronada”, debido a que a que “en lo alto del colodrillo nacen quatro plumas muy notables ... verticales cuando quiere, y siempre algo levantadas.” El nombre que le daban los guaraníes, “Taguató hobí”, o sea “Aguilucho Azul”, parece menos apropiado ya que, según dice Azara,  “solo conviene al macho”.  Aparte de describirla minuciosamente, el naturalista español, aporta algún dato sobre la forma de vida de las que genéricamente llama águilas, incluyendo además de esta especie al águila mora (Geranoaetus melanoleucus)  y al aguilucho alas largas (Buteo albicaudatus). Refiere que su aspecto es tranquilo y fiero, pero de instinto tan estúpido que apenas conocen el peligro y se dejan matar con facilidad. Van muchas veces en pareja y cantan unos silbidos agudos y lamentables que se oyen de lejos. No bajan al suelo sino para cazar y se pasan horas posadas en los árboles mas altos del campo y de las orillas de los bosques. Para cazar se lanzan desde su percha o bien se remontan batiendo lentamente las alas y se dejan caer a plomo con las alas plegadas y produciendo tal ruido que aterrorizan a la presa. Acuden a los campos quemados para atrapar víboras, pájaros, mamíferos y hasta insectos. Así capturan inambúes, gallinas, cuises, e incluso corderitos y crías de venado. Llevan a la presa a los árboles donde las comen, engullendo hasta huesos y plumas. Acuden a los cadáveres frescos donde los jotes les ceden lugar con respeto.


     El ornitólogo holandés Temminck, que tanto discutió con Vieillot sobre la nomenclatura de las aves,  copió los conceptos de Azara  sin agregar nada nuevo, salvo una bella lámina del ave adulta.



Temminck, K -1823 – Nouv. Rec. Pl. Col. 40, pl.   234.

     
     A comienzos del siglo XIX, cerca de Carmen de Patagones, el naturalista francés Alcides d’Orbigny logró cazar un ejemplar: “Maté un hermoso macho de águila coronada, única ave de presa que come al zorrino, cuya hediondez pone en fuga hasta el más hambriento de los carnívoros”. Hoy nos parecería un sacrilegio matar un ejemplar de esta hermosa águila, pero piensen que en aquella época era apenas conocida y la única forma de estudiarla era mandar ejemplares a los museos, donde estaban los medios y los expertos para hacerlo. William Hudson duda sobre esta observación de d’Orbigny, principalmente porque éste no aclara de dónde obtuvo la información. Hudson conoció al águila coronada en el mismo lugar, posando en los altos sauces de la ribera del río Negro, y observó que muchas águilas de distintas especies que cazó en la Patagonia  tenían el olor rancio del zorrino en el plumaje lo que revela que efectivamente lo atacan, pero eso no significa que logren cazarlo, porque de concretar el ataque recibirían seguramente la descarga pestífera y optarían por dejarlo. Creo que Hudson no tomó en cuenta que el olfato de la mayoría de las aves parece ser bastante pobre y seguramente no serían  afectadas de la misma forma que un mamífero. Sin embargo, agrega un buen argumento y es que si los ataques fueran tan efectivos el zorrino no sería tan abundante y confiado como lo era en esa época.  Von Ihering que capturó al águila coronada en Rio Grande do Sul, o sea en un ambiente totalmente distinto,  coincide con d’Orbigny afirmando que caza zorrinos pese al olor que éstos despiden.



     El barón Nöel Frédéric Armand André de Lafresnaye, un aristócrata ornitólogo francés que clasificó la colección de d’Orbigny, señaló que esta especie fue colocada por los ornitólogos en diferentes géneros. En efecto Azara y Temminck la consideraron un águila, pero Cuvier y d’Orbigny la ubicaron junto a las águilas culebreras africanas en el género Circaetus, y Vieillot, como ya vimos, entre las harpías. Acertadamente dedujo que  eso ocurrió porque no encajaba bien en ninguno de esos géneros, y por eso le creó uno especial: Harpyhaliaetus.  La consideraba un ave de transición con las alas, la cola y las patas desnudas de las águilas, el copete y el color de las harpías, y los tarsos y dedos reticulados de los Circaetus. El nombre genérico también hace referencia a su proximidad con las águilas pescadoras del género Haliaetus. Hoy en día todas esas aves se ubican en diferentes subfamilias de la familia Accipitridae lo que indica que sus semejanzas posiblemente se deben más a analogías que a homologías. Salvin y Godman la consideraron también una transición entre las harpías y los buteos. Y citan su habilidad para cazar armadillos a los que levantan con sus garras y los dejan caer desde cierta altura para matarlos.


     En este tema, hay que considerar cómo eran los sistemas de clasificación de la época. Cuvier clasificaba a las rapaces diurnas en dos grupos: los buitres y las falcónidas. Y a estas últimas en nobles e innobles según su aptitud para ser utilizadas en cetrería, con lo cual vemos que se mezclaban en forma arbitraria criterios de clasificación completamente disimiles entre sí: biológicos y culturales.  Para este autor, el águila coronada vendría a estar ubicada en el grupo de las innobles y muy cerca de la Harpyia, la “Gran Harpía de América, que posee tal fuerza en su pico que es capaz de partir el cráneo de un hombre” (!).



 Kothe, K. – 1912-Ornithologische Monatsberichte 20:1.


     En 1871 llegó a Buenos Aires el inglés William Blackstone Lee alojándose  en el Hotel de la Paix donde en esa época solían residir los viajeros del exterior.  Su destino original era Entre Ríos pero debido al levantamiento del general Ricardo López Jordán contra Urquiza que terminó con el asesinato de éste, Lee aceptó la propuesta de dos caballeros que se alojaban en el mismo hotel, para dirigirse a su estancia en Fraile Muerto, cerca de la actual Bell Ville en Córdoba. Allí se encontró con un paisaje lleno de aves, los campos plenos de ñandúes y ciervos de las pampas, pumas y algún que otro yaguareté.  En ese lugar tuvo la oportunidad de comprobar la impresionante bravura del águila coronada. Parece ser  que un águila hembra se hallaba comiendo del cadáver de una oveja cuando un  amigo de Lee le disparó sin llegar a matarla. Cuando se acercaron el ave se defendía con tanta ferocidad que tuvieron que golpearla con una rama para hacerla caer de espaldas y allí la aseguraron cruzándole la rama sobre el pecho y sosteniéndola con un pie de cada lado. Allí se sorprendieron por la fuerza  de su agarre y por el coraje con que, elevando la cresta levantada, golpeaba todo lo que estuviera a su alcance.

     Hudson también nos cuenta que en 1863 Edward Wallace Goodlake  llevó un ejemplar de esta águila de la Argentina al Jardín de la Zoological Society de Londres. Este ejemplar todavía seguía figurando en los registros de la sociedad en el año 1883, es decir habría alcanzado una longevidad de por lo menos 20 años.


 

 

Eduardo Haene (2020) en Bañados de los Pantanos (La Rioja),  un caserío  al sur del Salar de Pipanaco, registró para esta especie el nombre “águila simbuda ...  por las simbas o trenzas que parece desplegar detrás de la nuca".

 

Haene, E. 2020. El llamado del algarrobo. Aves argentinas 58:32.

 




(*) Aunque esta poesía está dedicada al taguató apyratí, o sea el águila crestuda real, Spizaetus ornatus, la transcribo por hallarla aplicable también al águila coronada.

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REFERENCIAS

-Azara, F de -(1802)- Apuntamientos para la Historia Natural de los Páxaros del Paraguay y del Río de la Plata. Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología. España. 1992.
-Cuvier, G –1833– The animal Kingdom, N. York
-d’Orbigny, CD -(1835-1847)- Viaje por América Meridional – Emecé – Bs: Aires, 1999.
-Lafresnaye, NF -1842– Révue de Zoologie 5:173.
-Lee, WB –1872– Ibis p. 536
- Salvin,  O  & Godman,  FD -1897-1904- Biología Centrali-Americana –Aves.
-Sclater, PL & Hudson, WH –1888- Argentine Ornithology
-Temminck, K -1823– Nouv. Rec. Pl. Col. 40, pl.   234.
-von Ihering, H –1898- As aves do estado de S. Paulo. Revista do Museu Paulista, vol. III.

viernes, 6 de enero de 2012

EL PADRE DAVID: La selva asiática le cambió los hábitos





"Es realmente una pena que la educación del ser humano no se haya desarrollado a tiempo para salvar la irremediable destrucción de tantas especies que el Creador colocó en nuestra Tierra para vivir junto al hombre."

Jean Pierre Armand David - Fox, Abbé David’s Diary.


Hubo un hombre que fue sacerdote, naturalista nato con amplios conocimientos sobre zoología, botánica y  geología, con gran espíritu de explorador, algo temerario y protagonista de una vida no desprovista de algunas excentricidades. El destino lo llevó a recalar en Pekín, ya de por sí un destino no de los más habituales para un sacerdote católico y francoparlante. A poco de llegar deja su actividad sacerdotal de lado y se dedica por muchos años y con gran ahínco  al estudio de la extrañas especies de la fauna y flora que encuentra en China y otros destinos dentro de Asia.









De China Sparks reproducida en PÈRE JEAN PIERRE ARMAND DAVID CM por
Bernard Scott CM

Jean Pièrre Armand David fue su nombre y nació en el extremo sur de Francia, en el poblado de Espelette, en los Pirineos franceses, durante el mes de septiembre del año 1826. A la usanza de la época como mejor alternativa para una vida “digna” los padres lo inducen a ser sacerdote e ingresa a la Congregación de las Misiones, fundada por San Vicente de Paul, por los que sus miembros se los llama paúles o vicentinos.

Según testimonios, Jean Pierre manifestó desde la niñez cierta curiosidad por la naturaleza, pero esto no influyó en la decisión de sus padres de orientarlo hacia la teología. Estos pertenecían a una familia acomodada, el padre era magistrado y médico y por lo que se narra también tenía afición por la biología y sus criaturas, lo que probablemente trasmitió a su hijo Jean Pierre.


En 1848 ingresa al seminario de la nombrada congregación y fue ordenado sacerdote en 1862 (se menciona también el año 1850). Inmediatamente parte hacia su primer destino evangelizador, que como dijimos fue Pekín.


Según algunos testimonios ya era conocida la capacidad del sacerdote para investigar las ciencias naturales y ni bien se lo envía a misionar al gran país asiático él, apoyado con mucho entusiasmo por parte de científicos eminentes, solicitó que le permitan dedicarse a colectar especimenes vegetales, animales y minerales para ser remitidos, en principio, al  Musée d'Histoire Naturelle en París, lo que le fue concedido sin demasiadas objeciones, como si fuera prácticamente una actividad muy similar al sacerdocio.

Ayudado por una personalidad apacible y carismática fue bienvenido por los orientales, cosa que no siempre ocurría, pero los dotes del Padre David como se lo comenzará a llamar hicieron posible esta aceptación. Según testimonios sus obras inspiradoras habrían sido las de Marco Polo (1254-1324), las del zoólogo Robert Swinhoe (1836-1877)  y la monumental obra Description géographique, historique, chronologique, politique et physique de l'Empire de la Chine et de la Tartarie chinoise” (Paris, 1735, 4 vols.) del jesuita también vasco Jean-Baptiste Duhalde (1674-1743).

La zoología tal ver haya sido la rama de las ciencias naturales que más dominó, pero era erudito también en botánica, mineralogía y geología. Esto es también una característica de la época dado que las ramas de las ciencias no tenían tanto contenido como para dedicarse a una sola de ellas.
De los viajes realizados durante su primera época se destaca el  de Pekín y sus amplios alrededores, donde obtendrá colecciones zoológicas y botánicas muy interesantes y las enviará a París. Así empieza su actividad de hábil captor de  información relacionada con las rarezas naturales de la región. En ese terreno Jean Pierre actuó como un verdadero agente de información no solo  de sus investigados sino que se las ingeniaba para enviar también los cuerpos de animales, piedras y hasta pequeños árboles. Los envíos de padre David fueron famosos por su cantidad y calidad. Ya en Europa no sólo le demandaban cosas del museo de París sino que comenzó a recibir pedidos de otros museos del mundo.
En  marzo de 1866 parte en la que se supone su segunda gran expedición a Mongolia, cargado de tantos elementos para su trabajo como naturalista, su ropa  para frío, su elementos para la liturgia sacerdotal, que no abandonaba casi nunca, y demás enseres que le hicieron muy difícil avanzar en su camino y de esta tierra sólo colecta especimenes vegetales y casi ningún animal. Narra en sus memorias  que cargaba con "todo lo indispensable para capturar y asegurar objetos de historia natural, todo lo necesario para la taxidermia y los especimenes de herbario, cajas de todos los tamaños, botellas vacías, etc... y no hay que decir que no he olvidado mis pertenencias eclesiásticas"… O sea viajaba mayormente sólo, cosa que también es llamativa, dado que casi todos los naturalistas llevaban baqueanos y porteadores que le llevaban sus equipajes, incrementados día a día por los múltiples hallazgos. La tercera larga expedición la encara hacia el Tíbet, cruzando China de norte a sur, donde tolerará el agotamiento, la sed  y el  hambre.

Pero, tanto hacer mención de las recolecciones del sacerdote vicentino, el lector puede ya experimentar curiosidad por saber que tipo de animales y plantas descubría y  remitía a su Francia natal.
Hay que ir despacio. Descubrió y describió para la ciencia- aunque no se lo consideró su autor-  en 1869 nada más y nada menos que al oso panda (Ailuropoda melanoleuca), casi el emblema mundial de la fauna, animal que despierta tanta ternura entre la gente que los científicos siempre encontraron múltiples apoyos de todo el mundo para sus ensayos de reproducción en cautiverio, inseminación artificial y todo las posibilidades que la ciencia disponía para salvar a la especie que llegó a estar en peligro de extinción extremo. Aún se duda si al panda ha de incluírselo definitivamente en la familia Ursidae del orden Carnivora, aunque los últimos estudios cladísticos aseveran esta última postura emparentándolo cercanamente el oso de anteojos sudamericano (Tremarctos ornatos), por el contrario a su pariente este es un ignoto oso que vive en las selvas de montaña de Sudamérica. El ejemplar que vio el padre David le fue acercado por un cazador que podría habr sido parte de su equipo, o bien un circunstancial  extraño que encuentra  dos rarezas  juntas: el oso panda y un naturalista que había escuchado hablar de este animal y quería encontrarlo.



Brehm, A.E. - Life of animals : Volume 1, Mammalia / Marquis & Co –Chicago 1895



Otro curioso descubrimiento fue el  milú o ciervo chino (Elaphurus davidianus ) – hoy conocido como ciervo del padre David- que estaba ya  extinguido en estado silvestre y  su descubrimiento por parte de David hizo que se conociera la especie y abandonara la situación de semicautiverio en la que se encontraba. Resulta que este sacerdote naturalista descubre en los jardines imperiales amurallados por doquier, en las afueras de Beijing, una especie de ciervo que llamó su atención y decidió enviar un ejemplar a Europa más precisamente al Musée d'Histoire Naturelle de París (supuestamente este primer ejemplar lo obtuvo de forma “non sancta”).


Mas tarde, el Padre David y otros lograron que el emperador enviara unos pocos ejemplares a zoológicos europeos y en 1869 llegaron dos a la Royal Zoological Society de Londres, que en 1883, compró dos más. Por otra parte, el duque de Bedford, entusiasta zoólogo, creyó que los ciervos se encontrarían bien en su propiedad de Woburn Abbey, a unos 70 km al noroeste de Londres y logró de a poco comprar dieciocho ejemplares para instalarlos en unas 1.500 ha, donde se reprodujeron con éxito y llegaron a constituir una importante manada. 

Actualmente se han reintroducido planteles en su supuesto lugar de origen al este de China, dado que cuando fueron encontrados en el Parque Imperial ya no existían en estado silvestre. Actualmente hay manadas en diversasas partes del mundo. Fue el naturalista Milne Edwards quien describió a este ciervo en 1865, poniéndole el nombre científico que perduró hasta hoy y que recuerda en su epíteto específico al inquieto padre David.



Milne Edwards, A – CR Acad Sci Paris 62:1091,1866

Luego el padre David siguió dando sorpresas a los zoólogos descubriendo la ardilla voladora (Pteromys alborufus), el mono tibetano (Macacus thibetanus,  al que también se lo ubica en el género Macaca) y el vistoso mono de color amarillento con el  rostro  verde-azulado, llamado mono dorado o rinopiteco (Rhinopithecus roxellanae). Las huellas de esta última especie según algunos especialistas, incluido el propio padre David, podrían ser las que se interpretan como del mítico “yeti o abominable hombre de las nieves”.

En total se registran como sus descubrimientos unas 65 especies de pájaros y otras 63 especies entre mamíferos, reptiles, batracios y peces. Por supuesto que no faltaron varias decenas de plantas, insectos y otros invertebrados.

También presentó muchos de sus hallazgos en el Congreso Internacional de Científicos Católicos de París, realizado en 1888, un acontecimiento que pareciera atemperar la conocida "antipatía" de la Iglesia con la ciencia.

Hacia 1870 el padre David estaba nuevamente en Europa recuperándose de una enfermedad. Y el destino quiso que el la casa de su amigo el marqués Giacomo Doria, en Italia, tuviera la ocasión de leer el libro “Sobre el origen de las especies” de Charles  Darwin publicado en 1859. En 1872 , de vuelta a China, halló 40 especies de faisanes, endémicas en su mayoría. Siguiendo a Darwin, también el padre David escribió que probablemente el faisán común, una vez establecido en la zona, se había adaptado dando lugar a nuevas especies y géneros. Sus ideas evolucionistas, sorprendentemente, no le causarían ningún problema con la Iglesia según afirman algunos biógrafos ultra católicos y por lo tanto no demasiado imparciales.

Los hallazgos del Padre David no sólo aportaron muchísimo a la taxonomía sino que también a la biogeografía. Varias especies llevan su nombre en la nomenclatura científica, en el caso de los vegetales uno de los más conocidos en oriente es el árbol de las palomas (Davidia involucrata) y también, entre otras muchas plantas, Buddleja davidii  y Davidia involucrata, nombradas en su honor.

Después de haberse instalado de vuelta en Europa, realizó sus últimos dos viajes exploratorios, uno a Túnez, en 1881,  y el otro a Estambul, en 1883. Murió el 10 de noviembre de 1900 en París.

En 1875 publicó la Editorial Hachette en dos grandes volúmenes, el "Diario de su tercer viaje de exploración en el imperio chino." Dos años más tarde, publicó una obra maestra de la avifauna china "Los pájaros de China."
Jean Pièrre Armand David, el sacerdote de Ezpeleta del siglo XIX y padre del panda gigante, fue uno de los más grandes científicos que ha dado la tierra vasca y un precursor en la aceptación inmediata del evolucionismo, que los propios franceses no aprobaron hasta muchos años después.

Dejó una copiosa bibliografía. Además de los mencionados textos que publicó Hachette mencionamos las indicadas en el sitio de Internet

 http://www.euskomedia.org/aunamendi/27735/133965:

“Publicó trabajos sobre observaciones naturales en los Nouvelles Archives du Muséum (1867-74) y los Comptes Rendus des Séances de l'Académie des Sciences de Paris (1872). A continuación anotaremos sus libros más importantes: (1875) Journal de mon troisième voyage dans l'empire chinois. Paris: Librairie Hachette et Cie; (1877) Les oiseaux de la Chine, en colaboración con M. E. Oustalet ; (1888) Notice sur quelques services rendus aux sciences naturelles par les missionnaires de l'Extrême-Orient. Lyon: Imp. Mougin-Rusand; Altonaga, 2001: 235, ofrece una relación de su obras impresas”.

Bibliografía sobre vida y sus aportes a la ciencia



                                          Gabriel Omar  Rodríguez

sábado, 31 de diciembre de 2011

¿LOS RENOS DE PAPÁ NOEL EN LAS MALVINAS?

Renos en el Atlántico Sur
Alex Mouchard


“Todos juntos, en otro sitio, vastos
Rebaños de renos caminan a través
De millas y millas de dorados crisantemos,
Silenciosa y muy rápidamente”.

Wystan Hugh Auden – La caída de Roma




En tres ocasiones, en 1911, 1912 y 1925 pequeños grupos de renos  (Rangifer tarandus) provenientes de Noruega fueron introducidos en las islas Georgias del Sur por balleneros de ese país con el objeto de practicar la caza deportiva y de proveer carne. Los tres rebaños corrieron distinta suerte y hacia 1976 el mayor de ellos contaba ya con 1900 animales.  Desde las Georgias los renos fueron introducidos en 1948 en Tierra del Fuego. En 1971 otro intento de introducción en la isla Navarino, Chile, fracasó al morir durante el viaje casi todos los animales.



Jardine, WJ - The Naturalist's library vol XXI-1833-1846.


En 2001 se concretó una proyecto del gobierno de las islas Malvinas que era la traslocación de renos desde Georgias a dichas islas con el objeto de conservar el acervo genético ante la decisión de erradicar las poblaciones de estas islas.  Por otro lado se trataba de iniciar una producción de carne para exportar, que permitiera diversificar las actividades agropecuarias en Malvinas,  reduciendo la preponderancia casi monopólica de la carne y lana de oveja.
De  98 terneros registrados en los rodeos, un total de 26 hembras y 33 machos  de aproximadamente  10 a 12 semanas de edad, fueron transportados a bordo del Sigma, un buque patrullero de pesquerías, en un largo viaje de 1400 km hasta las islas Malvinas. Allí fueron alojados en una estación experimental del gobierno, ubicada en  Goose Green (Malvina Oriental). El costo total de la operación insumió  £165.000. Con el agregado de dos nuevas translocaciones en  2002 y 2003, se formó un plantel incial de 120 hembras y 20 machos que fue puesto en cría en 2003. Quince hembras produjeron 11 terneros bajo un régimen de pastoreo extensivo, con una carga de 60 animales en 600 hectareas, con la cual aparentemente el pastizal de pasto tussock (Parodiochloa flabellata)  parecía no sufrir inconvenientes. Se sabía que en las Georgias el sobrepastoreo llevaba a la disminución de la capacidad de carga invernal,  lo que actúaba como regulación del número de renos.


Audubon, J.J. y J. Bachman - The Quadrupeds of North America-1854





Los renos fueron  privatizados en 2004 cuando el rebaño, incluyendo 12 machos castrados, fue llevado a las Malvinas Occidentales, a pequeñas islas como Beaver y Albemarle. La condición de los animales se empobreció con este traslado y algunos murieron sin que se conociera la causa principal, aunque pudo haber influido el parasitismo  y lo inadecuado del lugar. En 2006 el rebaño fue nuevamente relocalizado en las Mavinas Occidentales, tras lo cual el estado de los animales mejoró y la cría pudo continuar. 


Brehm, A.E.- Life of animals- Chicago-Marquis-1895




El programa establece que los productores participantes pueden tener un hato de hembras el cual pueden vender si lo desean. Un rebaño típico consta de 5 machos adultos, 20 hembras y 15 terneros.  El productor es responsable por el manejo de los animales mientras que el Departamento de Agricultura provee los gastos de sanidad. 
Los renos no se dispersaron y tampoco se registraron impactos ecológicos, aunque hay preocupación  sobre el posible daño ocasionado por el sobrepastoreo. Se sabe que los renos consumen el pasto tussock,  la hierba Acaena magellanica y líquenes nativos llegando a reducirlos o eliminarlos localmente.  Por otro lado facilitan la propagación  de especies exóticas como Poa annua. A raiz de ello los expertos han recomendado restringir las introducciones hasta que se conozcan mejor los efectos ecológicos. 


Duncan, P.M. - Cassell's natural history. London - 1896



Agradezco a Gabriel Rodríguez por inspirar esta historia y recuperar este material.












EL YAGUARETÉ O TIGRE DE AMÉRICA SEGÚN JOSEPH JOLIS

Traducción Alex Mouchard del texto extraído de  Jolis, Giuseppe.  Saggio sulla storia naturale della provincia del Gran Chaco e sulle pratic...