”Numa cama de pelego
Me acordo de madrugada
Escuto uma mão-pelada
Acoando no banhadal”
Do Fundo da Grota – Baitaca
[En una cama de pobre / Me acuerdo de madrugada / Oir un
manopelada / ladrando en el bañado]
Aguará Popé |
Craig, H. Johnson's household book of nature. New
York,H.J.Johnson,[1880]
Me comentaba
hace unos días Diego, el profesor de mastozoología, que el aguará-popé con su
costumbre de levantarse sobre las patas traseras para observar mejor su entorno
y con el antifaz negro de su cara podría
haber dado origen a los mitos sobre distintos personajes de duendes y enanos
que se refieren en el litoral argentino, como el curupirá, el pombero o el
yporá.
Vale la pena,
entonces, adentrarse en la historia de este sigiloso habitante de los montes y
selvas de buena parte de Centro y Sudamérica. Como ocurre con varias especies
tratadas en este blog uno de los primeros en hacer conocer a los europeos sobre
el aguará-popé fue el naturalista aragonés Félix de Azara. Explica que los guaraníes lo llaman Aguará (
= zorro) Popé (= mano extendida), refiriéndose quizás a su forma de apoyar la
mano en suelo, pero él lo ha de llamar
sólo Popé, porque, decía con acierto, “no es Agüará o Raposa ni de su familia
(…) las formas están diciendo, que no puede tener actividad, ligereza y
facultades de Raposa”. Con respecto a su alimentación dice que “su principal
sustento ha de consistir en frutas, insectos, Caracoles, Ranas y Cangrejos; que
es lo único que puede encontrar en los baxíos que prefiere para su habitación”.
En efecto “aseguran que habita los bosques y las cercanías de los esteros”.
Observando un
ejemplar cautivo, vio que se sentaba sobre los talones para comer, ayudándose
con las manos, y que caminaba con el hocico bajo y las ancas levantadas, como
jorobado. Azara citaba como
referencia a Buffon quien había descripto una especie muy similar a la que llamó “Le Raton”,
afrancesando el nombre inglés del Racoon o Mapache (Procyon lotor). Raccoon deriva de arahkun o arahkunem, que
era el nombre que le daban los powhatan, algonquinos de la bahía de Chesapeake,
significando "el que rasca con las manos". Además Buffon describió otro
animal, muy parecido al mapache, que le enviara desde Cayena (Guayana Francesa)
el médico Raymond de La Borde.
A falta de un nombre local, lo llamó Raton Crabier (= mapache cangrejero)
porque tenía el hábito de comer cangrejos. En 1774, La Borde informaba por carta a Buffon: “Cuando no puede extraer los cangrejos de sus agujeros con
las patas, introduce su cola, de la que se sirve como anzuelo. El cangrejo, que
ocasionalmente le aprieta la cola, lo hace gritar; ese grito parece el de una
persona, y se escucha desde lejos; pero su voz común es una especie de gruñido
parecido al de los lechones”.
Le RatonDibujo de Jacques de Sève
Buffon, Georges Louis Leclerc, conte de - 1833 - Oeuvres complètes de Buffon: Des
animaux. Paris: Pourrat frères.
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A partir de la
descripción de Buffon, Georges Cuvier le
dio el nombre en latín Ursus cancrivorus, porque Linné había colocado al
mapache en el mismo género que los osos (Ursus) y el nombre específico
cancrivorus significa “que come cangrejos”. Finalmente Anselme Desmarest le dio
su nombre definitivo Procyon cancrivorus. Procyon significa
“delante del perro”, ya que el zoólogo Gottlieb Conrad Storr lo ubicaba en la
clasificación de los mamíferos por delante de los perros y las hienas. Desmarest aportó algún dato más: “Habita los lugares pantanosos,
donde se alimenta de caracoles, cangrejos y otros crustáceos, y de algunas
ratas o de pequeñas aves”.
En Surinam (Guayana Holandesa), el prusiano Sebastian Albert
Freiherr von Sack estuvo de exploración en 1805 y tuvo la suerte de
ver dos juveniles de esta especie en una plantación. Allí le llamaban Krabodago, una deformación del
inglés Crab Dog (= perro cangrejero): “Vive de cangrejos, pájaros, frutas y,
cuando come, a menudo debe sentarse sobre sus patas traseras y mantener la
comida con las patas delanteras”. Hacia
la misma época el militar británico John Gabriel Stedman fue enviado a esa colonia para combatir las
rebeliones de los esclavos africanos. Así contaba sobre este animal: “Conocido
en este país como crabbo-dago o perro cangrejero, por su inigualable ferocidad,
ya que mata y devora toda cosa que se le cruza, sin excepción, ya sea cuadrúpedos,
aves, o reptiles; y nunca parece estar saciado de sangre, mata aún sin estar
hambriento a todo los que puede dominar,
que no son pocos, teniendo en cuenta su coraje, actividad y fuerza, aunque no
es mayor que un gato común”.
Crabbo-dago
Dibujo de John Gabriel Stedman, grabados por William Blake
Narrative of a five years'
expedition, against the revolted negroes of Surinam, in Guiana London, J.
Johnson, & T. Payne. 1806.
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En el este de
Brasil, el jesuita Fernão Cardim ya lo registraba en 1625 con el nombre de Iaguacini:
“se alimentan solamente de cangrejos, y de las cañas de azúcar y destruyen
muchas de ellas; son muy dormilones, y dormidos los matan, no hacen mal”.
Muchos años después, el príncipe de Wied recorrería la misma zona: “Este animal
se encuentra en toda la costa este, por la que he viajado, bajo el nombre de
Guassiní o Guaschini (Guaxinim o Guachinim), y vive especialmente en los
arbustos adyacentes a los ríos y costas de lagunas, donde se encuentra en el
suelo fangoso de los manglares (consistentes en Conocarpus, Avicennia o
Rhizophora ) bañados por la lluvia, y al exponerse durante la marea
baja busca su alimento, que
especialmente son cangrejos, como el examen de su estómago me ha mostrado (…)
Se dice que sale principalmente por la noche a cazar (…) Trepa los árboles y
busca sus frutos, también utiliza las madrigueras excavadas por los zorros y
armadillos, pero no se supone que caven por sí mismos (…) El olor de estos animales
no es agradable”.
“La carne de
estos animales es conocida en Brasil, pero no es general [su consumo]. En enero
y febrero, la encontré muy gorda. Los brasileños preparan estuches para sus
armas de fuego con sus pieles. Si bien nunca me encontré este animal en el
bosque, muy a menudo he visto su rastro en el suelo fangoso y blando de las
orillas de los ríos, especialmente en el Peruhype, Mucuri y otros”.
Pero quien
más aportó sobre el aguará-popé fue Johann Rudolph Rengger. El naturalista
suizo, prisionero como Aimée Bonpland del dictador Francia en Paraguay en 1819, lo consideraba más agil que el mapache. “Sus movimientos son bastante ligeros y
agradables, su mirada es suave, su ojo, cuya pupila es redonda, brilla por la
noche. Se deslumbra por la luz brillante del día; ve mejor en la noche
estrellada. Su olfato es agudo, al igual que su oído. Su hocico, como el de los
Cuatis, lo usa a menudo como órgano táctil”.
“En Paraguay,
donde es raro, habita en los bosques, que se encuentran en los grandes pantanos
y en las riberas bajas, fácilmente inundables de los ríos, arroyos, y
lagunas.En regiones altas y secas, como en campo abierto, nunca se lo
encuentra. Raramente se acerca a las casas de las personas. Es un animal
nocturno, que se dedica la mayor parte del día a dormir, y por lo general, solo
después de que cae la noche busca su comida. Tiene algún refugio, generalmente
en un árbol hueco, al que regresa todas las mañanas; pero, sinténdose seguro
tras unos pocos años, pasa el día a veces en los densos arbustos que crecen en
las partes más secas de las marismas. Su alimento consiste en aves
nidificantes, huevos de aves, una especie de cangrejo, que a menudo se
encuentra a lo largo del río Paraguay, de frutas y probablemente también de
insectos y gusanos; al menos creo que he encontrado restos de éstos en su
estómago”.
Sin embargo
Rengger, no pudo estudiarlo en libertad, sólo tuvo encuentros breves con ellos:
“Los dos únicos individuos que maté en diferentes momentos, saltaron de un
árbol al que habían subido, perseguidos por los perros de mi campamento. Otro
vagabundeaba lentamente sobre el fango profundo de un pantano, donde me era
imposible perseguirlo”.
Y da
referencias de terceros: “Algunos viejos cazadores me aseguraron que el Aguará-popé
se encontraba en pareja solo en la primavera, y que vivía solo el resto del
año. La hembra debe dar a luz en la primavera (…) pare de dos a cuatro
cachorros, que cría en un tronco de árbol hueco (…) Nunca, en mis cacerías, ni
por medio de los esfuerzos de los cazadores conocidos, pude conseguir una cría
de este animal”.
Procyon cancrivorus Dibujo de Charles Hamilton Smith Jardine, W. The naturalist's library. Edinburgh,W. H. Lizars; 1833 |
Pero sí pudo
observar animales cautivos: “Cerca de Villa Rica, vi a dos individuos pertenecientes
a un campesino, que ya tenían tres años, y los observé casi a diario durante cerca
de dos meses. En principio eran muy mansos e inmediatamente jugaban con
cualquiera que los cuidara. También se llevaban muy bien con los animales
domésticos, pero no mostraron preferencia particular por ninguna persona o animal.
Los mantuvieron atados en una pequeña choza en el patio. Aquí se enroscaban,
cubriéndose la cabeza con las patas delanteras, durmiendo la mayor parte del
día. Hacia la tarde se despertaban y buscaban su comida. A veces los llevamos
por el patio, sin que causaran ningún daño a los otros animales domésticos. Estaban
contentos de tocar todos los objetos con su nariz probóscide y ponerla en cada
grieta y agujero. Al mismo tiempo caminaban o trotaban, o galopaban juntos, y no
parecían apoyar toda la planta del pie. A veces se paraban como los osos, de
pie sobre los pies traseros, pero no podían mantener esta posición durante
mucho tiempo. La cola la llevaban dirigida hacia atrás y hacia abajo, incluso durante
la carrera más rápida”,
“Eran
alimentados con carne de res, raíces de mandioca hervidas y frutas. Como el mapache, a veces tomaban la comida
entre las dos patas delanteras, ya que no podían agarrar nada con una sola mano,
la apretaban o enrollaban entre las plantas de los pies pero nunca la llevaban
a la boca; no he visto, como tampoco los dueños de los animales, que, como hace el mapache, haya sumergido la
comida en el agua, aunque ésta siempre estuvo en su presencia. Tomaban líquido,
bebiendo a menudo, pero nunca mucho a la vez. No producían sonidos, excepto una
especie de gruñido, cuando se los molestaba mientras comían, lo cual, por
cierto, debe hacerse lo menos posible,
ya que fácilmente montan en cólera violenta y luego muerden”.
“Su
excremento y su orina tenían un olor fuerte y apestoso, como su piel. Aunque
los dos ejemplares eran de sexos diferentes, nunca, como me aseguró el
propietario, mostraron signos de deseo sexual.
No parecían poseer mucha más inteligencia que los sociables coatíes,
pero no eran tan descuidados en sus acciones, y mostraban un poco más de
memoria que ellos, prestaban atención a la llamada de su guardián y saltaban a
su encuentro, si no estaban ocupados con algo que les hubiera llamado la
atención. Mientras tanto, sin embargo, se sometían a la voluntad del hombre en
tanto no contradijera sus propias inclinaciones, pero si éste fuera el caso, se
resistían obstinadamente, y no pocas veces utilizaban los dientes si se veían
obligados a hacerlo”.
En cuanto a sus
encuentros con los humanos, Rengger escribía: “El pelaje y la carne del aguará-popé son
utilizados por los indios salvajes. Los
restantes habitantes del Paraguay, en tanto, nunca lo buscan en sus escondites,
ya que él no los perjudica, y simplemente lo cazan cuando el azar los lleva a
su vecindad. Cuando se ve perseguido, cuando está en el bosque, se sube a un
árbol, donde se convierte en presa fácil para el cazador. Pero si se encuentra
cerca de un pantano, escapa rápidamente por las marismas, donde ningún perro
puede seguirlo, y se esconde en la maleza baja, que lo cubre adecuadamente. Si
los perros de caza lo alcanzan en tierra seca, entonces él sabe defenderse
valientemente contra ellos, sin embargo, no les causa heridas tan peligrosas
como lo hacen los coatíes”.
Crab-eating Racoon |
Goodrich, G. Illustrated natural history of
the animal kingdom. New-York :Derby & Jackson,1859.
AL BORDE DEL
MURO
Uno de los relatos
más interesantes sobre el Guaxinim es el que nos brinda, con graciosa prosa, el antropólogo brasileño Luis da Câmara
Cascudo, que retrató el mundo animal del fondo de su casa paterna en Natal.
Conviene reproducir algunos de sus párrafos.
“En ciertas
tardes del año aparece inesperadamente el amigo guaxinim (Procyon cancrivorus),
que además responde a los nombres de iguanara y mano-pelada (…) Prácticamente
come de todo, desde guayaba hasta pollitos, pasando por la caña de azúcar y los
cangrejos (...) Salta razonablemente y
trepador los árboles con elegante desición. Tocado, e incluso mientras mastica,
suele emitir un gruñido sordo y constante, advertencia que aleja a los
competidores posibles o es previo anuncio de su estimada compañía. Sube a los
árboles como los monos, a escalones, las
manos se afirman trayendo el tórax y luego los pies, cargando el resto, en un
gesto simultáneo y bien impulsado. Feo y simpático, completa, total y
profesionalmente inútil, su carne y cuero para nada sirven. Ningún animal come
al guaxinim porque es fétido y cobarde. Creo que sólo Catá, el urubú rengo,
estando sin recursos, se decide a saborearlo, y así mismo haciendo muecas”.
“El guaxinim,
entretanto, tiene de su persona una impresión halagüeña y cariñosa y es un
encanto verlo, cuando le da la gana de hacer su higiene corporal sumaria,
especialmente en la cola, apéndice de alta precisión y auxílio indispensable.
La alisa amorosamente, la estira y la empuja como comprobando su elasticidad,
la extiende para que le admiren su belleza, y a los primeros pasos aún mira
hacia atrás, verificando si realmente la cola lo acompaña. Como el guaxinim no
sirve para nada en la superficie de la tierra es natural que esté dulcemente
convencido de ser lo más insustituible de toda la escala zoológica. Se para,
irguiendo y moviendo la cabecita para ambos lados, mostrando los dientes agudos
y finos como lancetas, aunque no haya provocación alguna, con una risa muda y
soberbia que recuerda a un galán de Hollywood”.
“No come
sosteniendo la comida con la mano, y sí agachando la cabeza (…) La señora
guaxinim mantiene la espécie con cuatro a seis hijitos húmedos, peludos y realmente
horríbles. Los trata como las ratas a sus hijos, amamantándolos y después de
unas dos semanas les ofrece diversas delicias para acostumbrarlos a los
placeres de la mesa variada. Con un poco más de treinta dias el joven guaxinim
es presentado al universo como una nueva fuerza consumidora. No es tan ágil y
conocedor de las técnicas paternas pero, en dos a tres meses, ya está
perfectamente en forma para lo que sea y venga. El señor guaxinim hace acto de
presencia y custodia en las semanas iniciales, rondando el nido al pie de un
tronco, gruñendo amenazas y valiente como un policía. Después, se desinteresa
definitivamente de los hijos y éestos de él y de la señora guaxinim. No andan
en grupos y tampoco en parejas. Es furiosamente individualista y ama la acción
solitária, valoriza la iniciativa individual”.
“Se los
suelen atrapar jóvenes y son vendidos en los mercados del Norte Brasileño. No
se domestican enteramente, pero reconocen al dueño como los monos y los
traviesos saguis. Conservan su soberania hostil y una independência relativamente
feroz. Lo mantienen atado por la cintura y la única compensación es verlo comer
ante la presencia humana y distribuir, siempre que puede, algunas dentelladas
formales. Durante la guerra de 1942 -1945, centenares y centenares de guaxinims
eran comprados por los soldados americanos como curiosidades brasileras, pero
los intentos civilizadores fueron anulados por la resistencia gruñente y
contínua del prociónído. Me dijo un oficial que prefería amansar un puma antes
que intentar hacer al guaxinim comprensivo y acogedor ante las exigencias de la
compañia humana”.
“El guaxinim
conoce la época en que los cangrejos estan gordos y que coincide con los “meses
sin erre”, mayo, junio, julio, agosto. En los demás meses, la comida es
fortuita e individual y ciertamente no ligada a los habitantes que viven en los
manglares, a orillas de los rios de agua salada. El guaxinim, asentando sus patas plantígradas,
atraviesa el lodo oscuro y blando sin hundirse como las criaturas comunes.
Pesca a la mañana temprano o a las tardes tranquilas de verano, el verano
caluroso de diciembre o con los vientos de agosto que aturden a los crustáceos.
No permanece en las playas de fácil acesso donde los pescadores mariscan
recogiendo canrejos y pueden matarlo con un limpio golpe. Se mete en el
interior del manglar, caminando sabiamente, sobre las hojas y ramas secas, y el
barro más compacto, yendo hacia las zonas solitárias donde pocos mariscadores
se aventuran (…) Si algunos cangrejos
corren por la superfície del pantano, el guaxinim inicia la pesca, que es más
bien una caza, precipitándose, agarrando al crustáceo por la parte trasera del
caparazón, atravesándolo con sus caninos agudos como punta de lanza. Le arranca
la caparazón y se lo come, rápido, masticando bien, saboreando las pinzas, ricas en carne tierna y aún las patitas,
trituradas, una a una, con evidente disfrute de su sabor".
Aguarapopé |
Boitard, P. & Janin, JG - Le Jardin des plantes. Paris :J.J.
Dubochet et Ce, Éditeurs,1842.
RELACIONES PELIGROSAS
El Aguará Popé es un animal que no interfiere demasiado con el humano. Sus costumbres esquivas, nocturnas y su hábitat retirado hacen que pocas veces se lo vea y se lo cace. Como afirmaba Wied, algunos pueblos lo intregraban a su dieta, por ejemplo los nambiquara de Matto Grosso, Brasil. Pero en general se lo desestima como alimento por el desagradable olor de la secreción de sus glándulas anales a la que, sin embargo, se le ha visto una posible utilización económica como fijador de perfumes, a la manera del almizcle. La medicina popular asegura que su grasa es un remedio eficaz para el reumatismo, y sorber su sangre cura la misma enfermedad y la lepra.
Aunque parezca extraño para un animal tan pequeño, el guaxinim provoca temor. Según el comerciante inglés John Luccock cuando “ataca un animal, no deja sino los huesos. Los indios por esa circunstancia le temen mucho”. Un día un guacamayo trepó en la jaula donde mantenían uno cautivo: “el animal lo agarró por una pata y lo devoró, tirando de ella a medida que la comía”.
Probablemente sus hábitos nocturnos y esquivos, el extraño diseño de su cara y el aspecto humano de sus manos haya producido en muchos pobladores la idea de encontrarse ante un ser extraño, incluso sobrenatural y quizás extraterrestre. En la zona de islas del Paraná, cerca de Pueblo Esther, Santa Fé, en noviembre de 2012 unos cazadores se encontraron una noche en el monte con un ser que describieron como un monstruo mitad ave mitad mamífero, sin pelo, de 1,70 m de alto (!), el cual irguiéndose en dos patas los atacó, por lo cual se asustaron, le dispararon y lo mataron. El “monstruo” resultó ser, lamentablemente, una hembra preñada de aguará popé.
EL MAYUATO
En el noroeste argentino, en la zona de yungas de Salta y Tucumán se lo conoce como Mayuato, Mayuatoc o Mayoato, del quichua mayu, río, y atoj, zorro. Muchos lo consideran un animal misterioso que vive en un pantano en Animaná (Salta), del cual se dice que tiene manos de guagua (niño pequeño), patas de perro y llora como un chico. Pero es muyu difícil de ver y de cazar, y apenas se lo ve unos instantes aunque deja sus enigmáticas “manitos” impresas en el barro. Para Salta es también un animal emblemático. La selección de rugby y el equipo de atletismo salteños se denominan "Los mayuatos" y hay un famoso club de bochas con el mismo nombre, al cual Los Cantores del Alba le dedicaron la "Zamba de los mayuatos" (“me voy me voy a dejarle al padre río el canto mío y el corazón”).
En los cuentos populares el mayoato es aliado del tigre en la guerra entre la “gente de uñas y dientes” y “la gente de flecha” (los insectos picadores), siendo estos últimos los que triunfan. Por su parte, el proscripto escritor José Murillo, le dedicó el alegórico cuento “La peligrosa noche del mayuato” que transcurre en el monte que rodea al arroyo Santa Rita en Jujuy, donde una madre mayuato alecciona asus hijos para no acercarse al hombre y sus perros guardianes. Uno de los hijos desobedece y es perseguido por los perros, salvándose gracias a su audacia y decisión. Esta capacidad para la pelea hace que en Catamarca se le diga mayuato al hombre peleador o de mal carácter: “malo como un mayuato”.
Seu doutor a muié está coberta
Por isso eu acho uma situação delicada
Tenho medo que esses bichos me incomodem
Isso é uma cruza de guará com mão-pelada.
Seu Doutor Que Vida Braba- Mano Lima
[Señor doctor la mujer está preñada, por eso creo que es una situación delicada,
tengo miedo que esos bichos me molesten, son una cruza de guará con mano-pelada]
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Mão pellado Ihering, H. von -1911- Os mammiferos do Brazil meridional. Revista do Museu Paulista. 8. S. Paulo |
MÃO PELADA
En Brasil el nombre común para esta especie es Mão Pelada y aparece en los relatos populares como un personaje misterioso, muchas veces asimilado al demonio, que asusta a los pobladores y les roba la pesca . Se aparece de mañana en el campo a los viajeros y a los cazadores los atrae a su cueva y los devora. Mediante sus ojos vence a los mejores perros de caza. Cuando descubren su rastro, lo siguen lloriqueando, pero de golpe se detienen, y regresan con la cola baja.
En algunos cuentos brasileños es el espíritu de una novia muerta trágicamente al luchar contra un gato montés. El espíritu de la novia se funde con el del gato dando lugar a un ser que recorre la selva cubierto de sangre y con cara y garras de gato, con pelos por todo el cuerpo salvo en las manos, de donde vino su nombre de mão-pelada (“En la mano hay cinco dedos sin pelo” – Azara).
En el nordeste brasileño se asustaba con él a los esclavos africanos para que no huyeran. Según relata Afonso Arinos, un esclavo fue perseguido por este animal al que vio grande como un lobo o un ternero: “Galopaba a tres patas dejando ver una de las patas delanteras encogida y pelada (…) Los ojos mostraban una luz como fuego azulado y parecía, que amenazando y riendo, convocaba a la gente para algún misterio terrible (…) Vomitando fuego por lo cabellos, por la punta de la cola, por los ojos, por la boca, dio un maullido fuertisimo y saltó alto”.
EL PIOQRALO
Así le llaman los qom, de pioq: perro, y ralo: rey, o sea “rey de los perros”, quizás porque es muy hábil para enfrentarlos como se aprecia en el relato de Murillo. No lo consideran animal agresivo, sino arisco. No consumen su carne y la consideran tóxica para los perros. Pero si se acerca a las casas o si sus huellas se sobreponen a la de las personas anuncia enfermedad o muerte.
Alex Mouchard
LOS MUCHOS NOMBRES DE UN ANIMAL FURTIVO
Mapache o mapachín cangrejero (Costa Rica hasta Perú)
Oghia (waraos, Orinoco, Venezuela)
Tsise biecquid (matses, Peru)
Zorra patona, Manopelada, Nutria romanguera, Oso manglero, Gato
manglatero
Paraépaga (indios payaguás, Paraguay)
Guachinim, Guassini, Guaxinim, Guaxelo (Norte de Brasil, Pernambuco),
proviene del tupí guá-xini: el que gruñe, o quizás
corrupción de iauara-xaim, de iauara: perro, xaim: rastrero. También cachorro-do-mato-guaxinim o
cachorrinho-guaxinim.
Hakijäck - gipakiú (botocudos, Brasil), significa gran coatí.
Mão
pellado o mão pelada (Brasil): mano pelada. En Argentina,
manopelada.
Jaguá-cambeba, Jaguá-campeba, Jaguaracambé,
Jaguacinim (tupí), de jaguá: perro,
y cambé: planta de raíces aéreas,
mangle?, de caá: mata, árbol, y mbê: raíces aéreas. Es decir “perro de
los mangles”.
Igauara, guará (Amazonas) : perro de agua, de i: agua, y jaguara:
perro
Pés-chato (Brasil)
Mayoato o mayuato (quichua de Santiago del Estero, Salta y Tucumán):
zorro de río, de mayu: rio,
y atoq:
zorro.
En Bolivia: zorrino, k’aramaqui, mboetá (guaraní), nomensarish
(chiquitos).
Raton crabier, chien crabier o chyen crabier (creole de Guayana
Francesa)
Krabdagu, Kaabudagu, Crabbodago (Surinam)
Wana’u, Pelo akuludanon (galibi o caribe)
Peru-kawewutne (palikur)
Osito lavador: Este nombre fue propuesto originalmente para el
mapache, al que Linné le puso el nombre específico de lotor: lavador. Creemos que no se debe a que lave los alimentos
sino a que mete las manos en las aguas de las orillas para tantear si
encuentra sus presas habituales como cangrejos y caracoles.
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REFERENCIAS
Azara, Félix de -1802-
Apuntamientos para la Historia Natural de los Quadrúpedos del Paragüay.
2 tomos. Madrid: en la imprenta de la Viuda de Ibarra.
Buffon, Georges Louis Leclerc, conte de - 1833 - Oeuvres complètes de Buffon: Des
animaux. Paris: Pourrat frères.
Cabrera A & Yepes J -1960 - Mamíferos Sud-Americanos.
Buenos Aires: EDIAR Compañía Argentina de Editores.
Câmara Cascudo, Luís da -2012- Geografia dos Mitos
Brasileiros. 1ª edição digital. São Paulo: Global Editora.
Cardim, Fernando. 1925 (1625). Tratado da Terra e
Gente do Brasil. Rio de Janeiro: J. Leite & Cia.
Colombres A – 2001- Seres mitológicos argentinos. Buenos
Aires: Emecé.
Cuvier,
Georges, baron de – 1798- Tableau élémentaire de l'histoire naturelle des animaux.
Paris, Baudouin.
Desmarest, A. G. –
1819 - Nouveau dictionnaire d'histoire naturelle, appliquée aux arts, à
l'agriculture, à l'économie rurale et domestique, à la médecine, etc. Tomo 19.
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Deterville.
http://www.assombrado.com.br/2014/01/20-lendas-do-estado-de-pernambuco.html
http://www.biodiversitylibrary.org
http://www.folkloredelnorte.com.ar/leyendas/mayuato.htm
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https://pt.wikipedia.org/wiki/M%C3%A3o_Pelada
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https://www.letras.com.br/mano-lima/seu-doutor-que-vida-braba
https://www.musixmatch.com/es/letras/Sentir-Criollo/Zamba-de-los-Mayuatos
https://www.recantodasletras.com.br/causos/6091022
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Ihering,
H. von -1911- Os mammiferos do Brazil meridional. Revista do Museu
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Medrano, C; Maidana, M y Gómez, C. –2011– Zoología Qom.
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Rodrigues, João Barbosa; Luccock, John. -1882- Notas
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Albert Freiherr Von – 1821 - Beschreibung einer Reise nach Surinam und des
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Stedman, John Gabriel -1806- Narrative of a five years'
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coast of South America; from the year 1772, to 1777. London, J.
Johnson, & T. Payne [con dibujos de Stedman, grabados por William Blake].
Vidal de Battini BE - 1980 - Cuentos y leyendas populares de
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Wied, Maximilian, Prinz von -1825-1833- Beiträge zur Naturgeschichte von Brasilien.
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