Alex Mouchard
Cuenta
la gente allá en el pago lo sucedido entre dos
hermanos.
Cuando
el volvía de la jornada agua y comida jamás
encontraba.
Cansado un día de soportarla la llevó al monte para
castigarla.
Con triste grito busca a su hermano kakuy se llama y vive
penando.
Sobre de un árbol ella esperaba mientras el mozo de allí se
alejaba.
A sus reclamos los llevó el viento y en su garganta quejumbre y
lamento.
De
esta leyenda no hay que olvidarse que los hermanos no dejen de
amarse.
Hermano Kakuy - Chacarera de Juan
Carlos Carabajal
“Hija mía: llora al pajarito
que me distrajo algunos días en mi soledad, que no pudo resistir a la
esclavitud y que murió, sin duda de pena, el mismo día en que debían sacarlo de
su país”.
Historia de un pajarito. Entre
nos – Lucio V. Mansilla.
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Urutáu - Caprimulgus longicaudatus
Ilustración de Matthias Schmidt (Spix JB. Avium species novae… Tomo II, pl I)
Monachii :Typis Franc.
Seraph. Hübschmanni, 1824-1825 |
Hace unos años acampaba en un
relicto de bosque chaqueño al norte de la provincia de Santa Fe, Argentina. Ya
era noche plena y desde adentro de la carpa comenzó a escucharse un inquietante
lamento. Una serie de notas moduladas, quejidos casi humanos ¿o tal vez sobrehumanos? Salí de la carpa pero en la oscuridad no pude descubrir
quién las producía. Más tarde preguntando a los lugareños supe que se trataba
del urutaú.
El urutaú de los guaraníes o
kacuy de los quechuas, es un ave pariente de los atajacaminos, notable por su
coloración críptica, es decir con colores y diseños parecidos al sustrato donde
se posa, lo que la oculta eficazmente a
la vista de sus presas y sus enemigos. A
esto suma un comportamiento particular ya que se posa muy erguido y tieso (en Colombia lo llaman "bienparao"),
dirigiendo el pico hacia arriba a la espera de que pase cerca algún insecto que
le sirve de alimento, al que captura abriendo su enorme boca.
“La vimos junto al río,
sentada en la horqueta de un árbol, quieta como una piedra y la mirada lejana”
dice una leyenda correntina.
Como es de suponer, un ave tan
extraña y con un canto tan notable (“la música del urutaú”, según Neruda) dio origen a multitud de
leyendas y mitos no sólo en el norte argentino sino en cada punto de Sudamérica donde
vive. De la misma manera en cada región le aplican una serie de curiosos
nombres comunes que hacen referencia a alguna de sus características.
Azara dice que es “de los
páxaros mas famosos por las patrañas sin número que de él refieren” y que “se
encuentran testigos que las creen como evangelios”.
André Thevet, un viajero
francés que estuvo en Brasil en el siglo XVI señalaba: "Entre todas las
aves de esta tierra, existe una que los salvajes no matarían ni aun lastimarían
por nada en este mundo (...) Dicen estas pobres criaturas que ese canto les hace
recordar a los seres queridos que fallecieron. Este pájaro seria un enviado de
los muertos, trayendo buena suerte para sus amigos que aún viven y desventura
para sus enemigos".
Ricardo Rojas en “El país de
la selva” recreó la leyenda del kacuy: “Vive en la selva un pájaro nocturno que
al romper el silencio de las breñas estremece las almas con su lúgubre canto”.
La leyenda cuenta la historia de dos hermanos: él, bueno y solícito; ella, glotona
(se relaciona con la enorme boca del ave) y despreciativa. El hermano cansado de
soportar sus desplantes, la convence con engaños para subir a buscar miel a un
árbol muy alto donde, talando las ramas inferiores, la abandona a su suerte. Entonces ella
empieza a llamarlo: “¡Turay! ¡Turay!” (= ¡Hermano! ¡Hermano!) y al no tener respuesta se va transformando en el ave que pasa las noches
llorando y clamando. Por eso en la
región se le dice kacuy a la persona que llora mucho.
Otra versión proveniente de
los jíbaros de Ecuador y registrada por Lehmann-Nitsche habla de una muchacha, Aóho, enamorada de una
deidad lunar, un hombre, al cual intenta seguir al cielo subiéndose por una
liana, pero el hombre corta la liana y la mujer cae convertida en ave que canta
desesperada “aishirú, aishirú” [= mi marido, mi marido].
Rafael Obligado en su poema
“El cacui” relata en verso la misma
historia:
“... y así te digo, porteño,
que en la casa del barranco
no hay tal mujer, ni tal padre,
pues, lo que es ella, es un pájaro,
y el hombre aquel, que allí mora
y baja solo, es su hermano,
ánima ya, porqué el pobre
anda hace un siglo penando;
no en su aposento, en un árbol,
son del cacuí que en la noche
va a sollozar a su lado."
La voz urutáu proviene del tupí (g)u(y)rá,
ave, y táu, fantasma, duende. A diferencia del Brasil en la Argentina la
palabra se hizo aguda: urutaú. Estrictamente el Nyctibius griseus, sería el urutaú-i, o urutaú chico.
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El Kakuy- Escultura de Roberto Delgado Parque Francisco de Aguirre - Santiago del Estero |
La leyenda guaraní, de la zona
de Iguazú, difiere de la versión quechua. En ésta la hija de un combativo
cacique llamada Ñeambuí era cortejada por Cuimaé el joven cacique de una tribu
vecina. Su padre queriendo hacer una alianza estratégica para ganar un poderoso
aliado, organizó el matrimonio entre ambos. Una noche, durante una de las
guerras tribales, Ñeambuí escuchó un extraño lamento. Se trataba de un joven
indígena de la tribu enemiga que, mal
herido, pedía ayuda. Decidió ocultarlo y tratar sus heridas para salvar su
vida, sin embargo fue descubierto y encerrado prisionero. En medio de los
preparativos de la boda, Ñeambuí pudo liberarlo y huyeron juntos al monte, pero
Cuimaé los persiguió y los mató a flechazos. En castigo la joven fue
transformada en ave que recorre los campos con sus tristes lamentos, llorando a
su amado.
Cruz Rolla narra una versión
similar donde la protagonista se llama Urú y su amado Kfyá. Urú en su exilio es
acosada por los brujos de la tribu que tratan de engañarla para que vuelva,
informándole de la supuesta muerte de su amante, ante lo cual ocurre la transformación
en ave que vaga llorando por los sauces, que también serían seres humanos
transformados.
En el cuento “Marta Riquelme”, William Henry Hudson realata la
desgraciada historia de una cautiva que tras terribles sufrimientos pierde su
condición humana para transformarse en kakuy:
“Este movimiento pareció enfurecerla;
los ojos dementes y desolados, de los cuales había desaparecido toda
expresión humana, tornáronse dos bolas ardientes, que parecían despedir
chispas de fuego; su corto pelo se erizó hasta que llegó a parecer un enorme
cresta sobre la cabeza, y, de repente, bajando sus manos esqueléticas, empujó
bruscamente el crucifijo a un lado, prorrumpiendo a la vez en una sucesión de
quejidos y gritos, que atravesaron mi corazón de angustia. Y luego, estirando
hacia arriba los brazos, prorrumpió en gritos tan terribles, y expresivos de
una agonía tap profunda que, abrumado por ellos, me dejé caer al suelo, y me cubrí
el rostro. Los otros, que estaban detrás de mí, hicieron lo mismo, porque
ningún viviente podía soportar aquellos gritos, cuyo recuerdo, aun ahora,
después de tantos años, hace helárseme la sangre de las venas.
-¡El kakué! ¡El kakue! -exclamó Montero,
que estaba detrás, junto a mí.
Recobrando el sentido, al oír aquellas
palabras alcé la vista, para descubrir que Marta ya no estaba allí. Porque en
aquel mismo momento, aquellos
horripilantes gritos resonaban en mis oídos, despertando los ecos de las
soledades montañosas, habíase verificado la terrible transformación, y Marta
había percibido por última vez con vista humana al hombre y la tierra. En
otra forma, en aquella extraña forma del kakué, había huido precipitadamente,
para siempre, de nuestra vista, a esconderse en aquellos montes tenebrosos,
que iban a ser su morada.”
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EL
URUTAÚ EN LA CIENCIA
El urutaú aparece en la
ciencia de la mano de Gmelin en 1789 como Caprimulgus
griseus basándose en el Engoulevent gris de Buffon. El nombre francés
engoulevent significa “traga viento” y según dice Buffon lo prefirió como
nombre genérico antes que otros como chotacabras, sapo volador, o
cuervo de noche, porque éstos introducen confusión sobre la verdadera naturaleza
de estas aves. En cambio engoulevent con ser un nombre provinciano y algo
vulgar describe bien al que con “el gaznate abierto al máximo, vuela con un
murmullo sordo al encuentro de los insectos, de los que hace presa y que parece
engullir por aspiración.”
“Urutaú, publícalo en el
viento” dicen los versos de Esther Osses.
Pero los zoólogos enseguida ubicaron
a los urutaúes con el nombre de ibijaúes, en una familia aparte (Nyctibiidae),
separándolos de los verdaderos engoulevents, atajacaminos o chotacabras (familia
Caprimulgidae).
Buffon cuenta haber visto en
el gabinete de historia natural del físico Antoine Mauduyt, un “tragaviento” de
Cayena con un color de fondo más grisáceo, que sería la forma típica de nuestro
urutaú.
Félix de Azara refirió alguna
de sus particularidades. Vive en los bosques altos y se posa sobre un árbol
grande y seco, sobre el extremo de alguna rama tronchada con el cuerpo vertical
y apoyando la cola de modo que “por su color de corteza y porque pasa allí en
quietud todo el día, es muy dificultoso verle.”
Wetmore lo detectó por casualidad, posado en una rama seca, cerca de Puerto Pinasco (Paraguay), agarrado
fuertemente con las uñas, con los ojos cerrados y las plumas de adelante y
arriba del ojo erectas como cuernos. De allí que Vieillot, al citar la
subespecie paraguaya, le diera el nombre de cornutus (= cornudo).
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Goeldi, Emilio Augusto – 1900-1906- Álbum de Aves Amazônicas
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EL
CANTO DEL URUTAÚ
Sobre su canto dice Azara que es un “alarido alto,
espacioso y muy melancólico, y lo repite con pausas toda la noche; haciendo
creer a los bobos, que llora la ausencia del sol, porque comienza cuando éste
se pone y acaba quando sale”, pero bien dice que “su canto es de alegría,
porque sin sol vive y come”. Recordemos que el nombre del género Nyctibius (= que vive de noche) le fue
dado por Vieillot porque va noctu victum quaerens (= durante la noche, en
busca de comida).
Sanchez Labrador opina que “el
canto y voz lúgubre de estas aves espanta, porque varias veces por la noche
levantan su voz triste; parece que forman las voces que entran en composición
de su nombre, urutaú, pero en un tono muy pausado” Y menciona el nombre mbayá
de nabopenaga naga (= pájaro que sopla) debido a su canto que parece provenir
de un instrumento de viento. Algunos incluso lo comparan con un oboe.
“Y escuchaba allá en el
bosque, el canto triste del urutaú . . .”
(Caboca Di Caxangá, canción de
Catulo da Paixão Cearense).
"El urutáu en lo profundo del bosque suelta sus
notas graves y sonoras que, reverberando por los amplios claustros vegetales,
producen un eco a lo lejos como el toque lento y pausado del angelus” (O
guarany. José de Alençar).
“Un ô-ô-ô de urutau, muy
triste y muy alto” (Grande sertão: Veredas. J. Guimarães Rosa).
Para von Ihering su canto,
entre melancólico y fúnebre, es
considerado poético, por unos, o agorero por otros y fue la más impresionante
voz nocturna que escuchó en la
naturaleza.
Dice Cruz Rolla: “Llena el
silencio de los montes el eco de sollozos desgarradores que se agudizan en la
sombra hasta producir angustiosa desazón”.
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Latham, John -1821- A_general_history_of_birds |
Lucio V. Mansilla, que tuvo un
urutaú como mascota, afirmaba que “tiene costumbres extrañas: apenas sale el sol
hunde su enorme cabeza en el pescuezo y fija sus redondos ojos en él; unos ojos
traslúcidos, amarillentos, como un topacio en bruto, y así permanece horas
enteras extático, como magnetizado, cataléptico o deslumbrado.”
“Declina, se pone, se oculta
completamente el soberbio monarca de los cielos, y el urutaú sale en
el acto de su inmovilidad; se agita, se estremece, se encrespa, como un
papagayo que siente aproximarse la fresca lluvia en día canicular, y recién
comienza y repite, hasta el cansancio, con marcadas intermitencias o intervalos
isócronos, sus acentuadas y uniformes modulaciones.”
Al igual que Mansilla, Azara
tuvo uno cautivo en su habitación: de día permanecía posado en una silla con
los ojos cerrados y el cuerpo vertical, pero de noche volaba dando vueltas por
el cuarto. Lo alimentaba con pelotillas de carne picada cruda y al acercársele
abría la boca desmesuradamente y emitía un “¡guá!”, pero nunca lo oyó cantar.
MITOS
Azara recopiló algunas de las creencias populares sobre el
urutaú:
- Quebrándole los huesos de
las alas y patas a la mañana amanece sano.
- Al que imita su canto se le
quema la ropa en menos de 3 días.
- El que lleva una de sus
plumas atrae las voluntades del sexo opuesto.
- Cualquier pedido escrito
con una de sus plumas se consigue sin falta.
- Sus plumas y cenizas curan
varias dolencias.
En la Amazonia se creía que su
piel preservaba la castidad de las muchachas. Para eso se despellejaba un
urutaú y se secaba la piel al sol y sobre ella tenían que sentarse las chicas
durante los primeros tres días de la pubertad. Mientras tanto las mujeres de
la tribu venían a saludarlas y a aconsejarles ser honestas y mantener la
fidelidad en la pareja. Tras ello la chica quedaba inmune ante las pasiones
deshonestas. Cuando no se conseguía una piel, las madres barrían debajo de
las hamacas de sus hijas con una escoba hecha con las plumas de la cola del
urutaú.
Villafañe y otros mencionan
que:
-las cerdas obtenidas de su
nido usadas a modo de tapón calman los dolores de oído. Sin embargo, es una
tarea imposible ya que el urutaú no hace nido, sino que deposita un único
huevo directamente sobre una rama.
-el que lleva sus ojos en la
mano no se pierde en el monte, ni aún con los ojos vendados.
-el primero en oír su canto
un viernes a la noche se muere en dos meses y su alma se la lleva el diablo. Entonces
hay que atrapar un urutaú y encerrarlo en el cuarto y aparece el diablo
reclamando a su protegido. A la semana para recuperar el alma, se le entrega
el ave dejándola escapar y poniendo incienso.
-se lo puede cazar con un lacito
en la punta de una caña pero, como el demonio lo protege, la operación es
sumamente difícil.
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El Kakuy - Escultura de Juan Bejarano - Plaza San Martín - Loreto - Santiago del Estero |
OTROS
NOMBRES COMUNES Y MÁS LEYENDAS
Costa Rica: Pájaro estaca,
pájaro palo.
República Dominicana: Don Juan.
Haití: Chaut huant (= gato gritón) que es el nombre que en Francia se le da
a una lechuza, el cárabo común (Strix aluco).
Venezuela, Trinidad y Guyana:
Perico ligero (ver nuestra nota EL
AI-AI O PEREZOSO Bradypus tridactylus, INVENTOR DE LA MÚSICA) porque creen que sus gritos son proferidos por los perezosos o pericos
ligeros.
Los criollos del norte de
Sudamérica le decían po-too, que es onomatopeya de su canto y fue adoptado
por los anglosajones.
Colombia: biempara’o,
estaquero, mirapacielo, marta, perico de pluma. Se cree que sólo cantan en
noches de luna y los indios huitoto de la Amazonia colombiana, que lo creen
pájaro mágico, dicen que vuelan al atardecer cantando “ma-ru-cú” que significa
“¿dónde está mi cabeza?”. Quizá porque con su actitud de parecer un pedazo de
rama la cabeza queda desdibujada y parece que no la tuviera.
En Perú se le conoce
como ayaymamá o mamá yayá y se refiere esta leyenda que explica su nombre:
La madre de dos niños,
sufriendo los primeros síntomas de una plaga que aquejaba a su pueblo, los llevó a un monte lejano para salvarlos. Ellos, sintiéndose perdidos, se encomendaron
al dios del monte quien los transformó en aves. Así pudieron llegar al pueblo,
para comprobar que ya todos habían muerto. Entonces se posaron en lo alto de un
árbol, llamando a su madre: "¡ayaymamá... ayaymamá...!"
En Santa Cruz de la
Sierra (Bolivia) lo llaman guajojó y cuentan que era la bella hija que amaba
a un joven el cual termina siendo asesinado por el brujo de la tribu, celoso
padre de la chica. Ella entró al bosque para buscarlo y comprendiendo la
realidad del crimen volvió al pueblo para denunciarlo, ante lo cual el brujo la convirtió en ave que recorre el monte con su canto melancólico.
En una leyenda chiriguana,
pueblo guaraní que habitó el chaco salteño y boliviano, el urutaú (a veces
también el relato se refiere a otra ave, el caburé) era un niño que,
recorriendo el monte con sus padres, caciques de la tribu, fue dejado por éstos en las ramas de un chañar, por miedo a extraviarse con él. Cuando regresaron
estuvieron buscándolo durante tres días, pero ya entonces le habían crecido
alas y ya no pudo bajar más del árbol. Así los dioses castigaron el descuido de
los padres.
Los wichis relatan cómo es que
el kakuy llegó a tener una boca tan grande. Parece ser que era un ave que
gustaba comer bichos de luz, pero Tokjuaj, el semidiós wichi, quería las luciérnagas para juntarlas y tener
luz por las noches. Entonces tomó una piedra y dotándola de luz se la arrojó al
ave, que al intentar atraparla, se desgarró la boca y se le agrandó tal cual la
tiene ahora. Compárese con otra etimología tupí: yaru-tahy (de yaru
= boca; y tahy o cai = extendida o partida]. La boca grande da también una
asociación con la vulva femenina entre los guaraníes y entre los arawak de
Guayana.
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KAKUY
Escultura de Clara Mouchard |
En Paraguay además de urutaú
se lo conoce como güeim-cué (= vieja que fue) o la vieja.
En Brasil es también
velha, urutáu, jurutáu, urutago, dono-da-noite.
En Mato Grosso es el kúa-kúa o
uruvati. Y en Bahía se lo conoce como mãe-da-lua, pai-da-lua, vó-da-lua ,
pai-de-mata y chora-lua. La mãe da lua
[= madre de la luna] es una
mujer vieja y respetable pero disconforme con la deformación de sus pies, y por
eso canta: “¡Mis pies tan feos!”.
También le atribuyen una
intervención importante en los temas amorosos: “Madre de la luna encantada/dice
la creencia popular/ que tus plumas tienen magia/ tu canto trae la luz de luna/
quien tiene tal simpatía /hace al corazón amar.” (Urutáu – Canción de Paulinho
Rodrigues)
Los indios Pataxó del sur del
estado de Bahia tienen una leyenda sobre la
Mãe-da-Lua y el Bacuráu o atajacaminos. Este era un muchacho tímido que
salía a cazar por las noches. Un día encontró una chica muy bonita, Mãe-da-Lua,
a quien propone casamiento. Como era muy pobre debe pedir una pluma a cada pájaro
para hacerse un traje. Invitó a todos los animales del bosque al casamiento y
el venado ofició de sacerdote. En medio del banquete el mono contó un chiste y
Mãe-da-Lua abrió la boca tan grande para reírse que Bacuráu huyó asustado. La
novia volvió a su casa en el bosque y desde entonces se la pasa cantando “Juan
se fue, fue, fue, fue...”, y él le responde : “Mañana voy, Mañana voy,”. Como
no le devolvió las plumas a los otros, ya no sale más de día para evitar que lo
persigan.
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Croquis de Emilio Goeldi en su investigación sobre el presunto seguimiento del recorrido del sol por parte del urutáu con su mirada. (Ibis ser 8 vol 4 – 1904) |
La relación con el Sol y la
Luna se explica también en una leyenda mocoví donde el cacique Youma descubre
que su novia Marramae lo engaña con un extranjero
a quien da muerte. En castigo, éste es transformado
en Luna, la muchacha en Sol y Youma en urutaú, y desde entonces se pasa el día en las ramas más
altas siguiendo con los ojos a su amada que atraviesa el cielo, y cuando desaparece
en el horizonte la llama con sus gritos afligidos.
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REFERENCIAS
- Alençar, J. de. -1996- O guarani. 20ª ed., São Paulo.
- Azara, F. de-(1802)- Apuntamientos para la Historia Natural de los
Páxaros del Paraguay y del Río de la Plata. Comisión Interministerial de
Ciencia y Tecnología. Madrid, 1992.
-Buffon, G.L.L. conde de. -1770 - 1785- Histoire
naturelle des oiseaux. Paris.
-Coluccio, F. -1950- Diccionario folklórico de la flora y la fauna de
América. Ed. Del Sol. Bs. Aires.
-Costa Straube, F. –2004- Urutau: ave-fantasma. Atualidades
Ornitológicas 122: 11-12.
-Cruz Rolla, J –1947- Ñandé Ipiruera Retá – Bs. Aires.
-Galeano, E. -2007- Memorias del Fuego 1. Los nacimientos. El urutaú.
Bs. Aires.
-Gmelin, J. F. –1789- Systema Naturae. 13ª ed.
-Guimarães Rosa, J. -1956- Grande Sertão: Veredas.
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-Jaramillo de Olarte, L. -1993- Aves de Colombia.
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-Lehmann-Nitsche, R. -1922- Las aves en el folklore sudamericano. El
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-Mansilla, L. V. -1890– Entre nos. Causeries del jueves / Libro
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-Nomura, H. -1996- Avifauna no folclore. Mossoro, Brazil.
-Obligado, R. -1906– Poesías. Librería Rivadavia Bs. Aires.
-Ortiz, C. El Kakuy, en Teran, B. -1998– El ciclo de Tokjuaj y otros
mitos de los wichis.
-Pérez Bugallo, R. -2007- Mitos chiriguanos: El mundo de los Túnpa.
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-Rojas, R. -1946- El país de la selva. 2ª ed. Bs. Aires.
-Sanchez Labrador, J. –(1767)- Peces y aves del Paraguay Natural
Ilustrado. Fabril Editora, Bs As, 1968.
-Santos, E. 1979. Da ema ao beija-flor. Belo Horizonte, Editora
Itatiaia. 396 pp
-Verissimo, J.-1899- Scenas da vida amazónica.Rio de Janeiro.
-Villafañe, J. -1957- Historias de pájaros. Emecé. Bs. Aires.
-Ihering, H. von –1898- As aves do estado de S. Paulo. Revista
do Museu Paulista, vol. III.
-Wetmore, A. –1926– Observations on the Birds of Argentina, Paraguay,
Uruguay, and Chile –Bulletin 133 – Smithsonian Institution – Washington.
Muy linda la entrada, con mucha información.
ResponderBorrarSaludos.
Muchas Gracias Diego. me alegro que haya sido útil. Saludos
ResponderBorrarHola, tu entrada es muy completa e informativa. Muchas gracias!
ResponderBorrarQué excelente compendio de información y qué agradablemente narrado, felicitaciones y gracias!
ResponderBorrarmagnifica publicacion, muchas compartir
ResponderBorrarBrillante trabajo! A mi me resolvio dos incongnitas, una que ya lo habiamos escuchado dos noches con intervalo de una semana cada una y estabamos pensando en algo sobrenatural por la exctitud a un alarido aterrador y de dolor humano. Y segundo que lo conociamos pero no sabiamos su nombre. Y tres que es muy importante que ahora ya sabemos tambien su nombre cientifico y el nombre guarani donde parece tener mas tradicion en las leyendas y el folklore paraguayo. En mi pais, Nicaragua es poco conocido pero lo tenemos en la finca y nos sentimos muy afortunados de tenerlo, tambien el articulo es genial porque despeja uno de los miedos de nuestros visitante que son de paises del norte y no encuentran aun una explicacion. Y no se las dare.
ResponderBorrarGracias amigos por compartir las fotos y el excelente articulo. Carlos Cardenas M
Vi en un documental que la ave es difícil de encontrar, primero porque es nocturna, segundo, porque cuando es de día se mantiene adherida enhiesta a la corteza de cualquier árbol y se camuflaja con el color del mismo......
ResponderBorrarDe hecho, en ese documental, vi el vencen esta posición y sí es difícil de ver..... pero me encantó verla y saber que es un ave misteriosa y que en ciertos lugares le llaman YAYA Y MAMA
Hoy llegó uno a mi casa, fué tal el susto cuando nos acercamos y abrió su gran pico, mi pregunta es de que se alimenta?
ResponderBorrarEs un ave insectívora, posa con la cabeza hacia arriba esperando a que pasen insectos cerca de él, para luego abrir su gran boca y atraparlos.
BorrarGracias por el artículo, no sabia que fueran tantas las leyendas. Nunca he tenido el placer de ver uno, pero si de escucharlos. En Colombia algunos campesinos los matan porque los confunden con "brujas" (menos mal que son pocos los que hacen esto).
ResponderBorrarQue hermosas leyendas. En el sur y centro de la Provincia de Corrientes también se lo puede ver.
ResponderBorrarCarlos
Gran trabajo. No conocía estas hermosas leyendas, gracias por compartir
ResponderBorrarNo sabia que en RD había! Nunca los he escuchado o visto. Que interesante, ahora quisiera verlos!
ResponderBorrarEspectacular información! Realmente ayuda a comprender un montón de cosas!
ResponderBorrarQue buena recopilación de información sobre ésta fantástica ave que me cautivó desde las leyendas y que tuve la oportunidad de conocer.
ResponderBorrarFelicitaciones Alex por el trabajo de recopilar todo en un sólo lugar, nos facilita mucho enriquecer nuestros conocimientos, de la especie y de sus leyendas populares.
Si alguien quere saber sobre la reproducción de ésta especie, con un grupo de amigo tuvismos la suerte de documentar en fotos y videos su nidificación en Córdoba desde el huevo hasta que se hizo adulto. Si el autor lo permite les dejo un enlace
https://www.chetoba.com.ar/registro-nacimiento-urutau-cordoba.php