"Cuando se hace la historia de un animal, es inútil e imposible tratar de elegir entre el oficio del naturalista y el del compilador: es necesario recoger en una única forma del saber todo lo que ha sido visto y oído, todo lo que ha sido relatado por la naturaleza o por los hombres, por el lenguaje del mundo, de las tradiciones o de los poetas".

Michel Foucault-Las palabras y las cosas


sábado, 11 de agosto de 2018

EL OSITO LAVADOR, AGUARÁ-POPÉ O MAYUATO (Procyon cancrivorus): DUENDE DEL BOSQUE

Alex Mouchard

”Numa cama de pelego
Me acordo de madrugada
Escuto uma mão-pelada
Acoando no banhadal”

Do Fundo da Grota – Baitaca

[En una cama de pobre / Me acuerdo de madrugada 
/ Oir un manopelada / ladrando en el bañado]



Aguará Popé

(Craig, 1880)





Me comentaba hace unos días Diego, el profesor de mastozoología, que el aguará-popé con su costumbre de levantarse sobre las patas traseras para observar mejor su entorno y con el antifaz  negro de su cara podría haber dado origen a los mitos sobre distintos personajes de duendes y enanos que se refieren en el litoral argentino, como el curupirá, el pombero o el yporá.

Vale la pena, entonces, adentrarse en la historia de este sigiloso habitante de los montes y selvas de buena parte de Centro y Sudamérica. Como ocurre con varias especies tratadas en este blog uno de los primeros en hacer conocer a los europeos sobre el aguará-popé fue el naturalista aragonés Félix de Azara (1802).  Explicaba que los guaraníes lo llaman aguará (= zorro) popé (= mano extendida), refiriéndose quizás a su forma de apoyar la mano en suelo,  pero él lo habría de llamar sólo popé, porque, decía con acierto, “no es Agüará o Raposa ni de su familia (…) las formas están diciendo, que no puede tener actividad, ligereza y facultades de Raposa”. Con respecto a su alimentación decía que “su principal sustento ha de consistir en frutas, insectos, Caracoles, Ranas y Cangrejos; que es lo único que puede encontrar en los baxíos que prefiere para su habitación”, porque “aseguran que habita los bosques y las cercanías de los esteros”.

Observando un ejemplar cautivo, vio que se sentaba sobre los talones para comer, ayudándose con las manos, y que caminaba con el hocico bajo y las ancas levantadas, como jorobado. Azara  citaba como referencia a Buffon quien había descripto una especie muy similar a la que llamó “Le Raton”, afrancesando el nombre inglés del Racoon o Mapache (Procyon lotor). Raccoon deriva de arahkun o arahkunem, que  era el nombre que le daban los powhatan, algonquinos de la bahía de Chesapeake, significando "el que rasca con las manos".  Además Buffon describió otro animal, muy parecido al mapache, que le enviara desde Cayena (Guayana Francesa) el médico Raymond de La Borde.  A falta de un nombre local, lo llamó Raton Crabier (= mapache cangrejero) porque tenía el hábito de comer cangrejos. En 1774, La Borde informaba por carta a Buffon: “Cuando no puede extraer los cangrejos de sus agujeros con las patas, introduce su cola, de la que se sirve como anzuelo. El cangrejo, que ocasionalmente le aprieta la cola, lo hace gritar; ese grito parece el de una persona, y se escucha desde lejos; pero su voz común es una especie de gruñido parecido al de los lechones”.


Le Raton.Dibujo de Jacques de Sève 
(Buffon, 1833)


A partir de la descripción de Buffon,  Georges Cuvier (1798) le dio el nombre en latín Ursus cancrivorus, porque Linné había colocado al mapache en el mismo género que los osos (Ursus) y el nombre específico cancrivorus significa “que come cangrejos”. Finalmente Anselme Desmarest (1819)le puso su nombre definitivo Procyon cancrivorus. Procyon significa “delante del perro”, ya que el zoólogo Gottlieb Conrad Storr lo habí clasificado en los mamíferos por delante de los perros y las hienas. Desmarest aportó algún dato más: “Habita los lugares pantanosos, donde se alimenta de caracoles, cangrejos y otros crustáceos, y de algunas ratas o de pequeñas aves”.

En Surinam (Guayana Holandesa), el prusiano Sebastian Albert Freiherr von Sack (1821) estuvo de exploración en 1805 y tuvo la suerte de ver dos juveniles de esta especie en una plantación. Allí  le llamaban krabodago, una deformación del inglés crab dog (= perro cangrejero): “Vive de cangrejos, pájaros, frutas y, cuando come, a menudo debe sentarse sobre sus patas traseras y mantener la comida con las patas delanteras”.  Hacia la misma época el militar británico John Gabriel Stedman (1806)  fue enviado a esa colonia para combatir las rebeliones de los esclavos africanos. Así contaba sobre este animal: “Conocido en este país como crabbo-dago o perro cangrejero, por su inigualable ferocidad, ya que mata y devora toda cosa que se le cruza, sin excepción, ya sea cuadrúpedos, aves, o reptiles; y nunca parece estar saciado de sangre, mata aún sin estar hambriento  a todo los que puede dominar, que no son pocos, teniendo en cuenta su coraje, actividad y fuerza, aunque no es mayor que un gato común”.


Crabbo-dago
Dibujo de John Gabriel Stedman, grabados por William Blake
(Stedman, 1806)


En el este de Brasil, el jesuita Fernão Cardim ya lo registraba en 1625 con el nombre de iaguacini: “se alimentan solamente de cangrejos, y de las cañas de azúcar y destruyen muchas de ellas; son muy dormilones, y dormidos los matan, no hacen mal”. Muchos años después, el príncipe de Wied (1825-1833) recorrería la misma zona: “Este animal se encuentra en toda la costa este, por la que he viajado, bajo el nombre de Guassiní o Guaschini (Guaxinim o Guachinim), y vive especialmente en los arbustos adyacentes a los ríos y costas de lagunas, donde se encuentra en el suelo fangoso de los manglares (consistentes en Conocarpus, Avicennia o Rhizophora ) bañados por la lluvia, y al exponerse durante la marea baja  busca su alimento, que especialmente son cangrejos, como el examen de su estómago me ha mostrado (…) Se dice que sale principalmente por la noche a cazar (…) Trepa los árboles y busca sus frutos, también utiliza las madrigueras excavadas por los zorros y armadillos, pero no se supone que caven por sí mismos (…) El olor de estos animales no es agradable”.

La carne de estos animales es conocida en Brasil, pero no es general [su consumo]. En enero y febrero, la encontré muy gorda. Los brasileños preparan estuches para sus armas de fuego con sus pieles. Si bien nunca me encontré este animal en el bosque, muy a menudo he visto su rastro en el suelo fangoso y blando de las orillas de los ríos, especialmente en el Peruhype, Mucuri y otros”.

 

Pero quien más aportó sobre el aguará-popé fue Johann Rudolph Rengger. El naturalista suizo, prisionero como Aimée Bonpland del dictador Francia en Paraguay en 1819, lo consideraba más agil que el mapache. “Sus movimientos son bastante ligeros y agradables, su mirada es suave, su ojo, cuya pupila es redonda, brilla por la noche. Se deslumbra por la luz brillante del día; ve mejor en la noche estrellada. Su olfato es agudo, al igual que su oído. Su hocico, como el de los Cuatis, lo usa a menudo como órgano táctil”.

En Paraguay, donde es raro, habita en los bosques, que se encuentran en los grandes pantanos y en las riberas bajas, fácilmente inundables de los ríos, arroyos, y lagunas.  En regiones altas y secas, como en campo abierto, nunca se lo encuentra. Raramente se acerca a las casas de las personas. Es un animal nocturno, que se dedica la mayor parte del día a dormir, y por lo general, solo después de que cae la noche busca su comida. Tiene algún refugio, generalmente en un árbol hueco, al que regresa todas las mañanas; pero, sintiéndose seguro tras unos pocos años, pasa el día a veces en los densos arbustos que crecen en las partes más secas de las marismas. Su alimento consiste en aves nidificantes, huevos de aves, una especie de cangrejo, que a menudo se encuentra a lo largo del río Paraguay, de frutas y probablemente también de insectos y gusanos; al menos creo que he encontrado restos de éstos en su estómago”.

 

Sin embargo Rengger, no pudo estudiarlo en libertad, sólo tuvo encuentros breves con ellos: “Los dos únicos individuos que maté en diferentes momentos, saltaron de un árbol al que habían subido, perseguidos por los perros de mi campamento. Otro vagabundeaba lentamente sobre el fango profundo de un pantano, donde me era imposible perseguirlo”.

 

Y da referencias de terceros: “Algunos viejos cazadores me aseguraron que el Aguará-popé se encontraba en pareja sólo en la primavera, y que el resto del año vivía solo . La hembra debe dar a luz en primavera (…) pare de dos a cuatro cachorros, que cría en un tronco de árbol hueco (…) Nunca, en mis cacerías, ni por medio de los esfuerzos de los cazadores conocidos, pude conseguir una cría de este animal” (Rengger, 1830).

 

 

 



Procyon cancrivorus
Dibujo de Charles Hamilton Smith

Jardine, W.    The naturalist's library. Edinburgh,W. H. Lizars; 1833



Pero sí pudo observar animales cautivos: “Cerca de Villa Rica, vi a dos individuos pertenecientes a un campesino, que ya tenían tres años, y los observé casi a diario durante cerca de dos meses. En principio eran muy mansos e inmediatamente jugaban con cualquiera que los cuidara. También se llevaban muy bien con los animales domésticos, pero no mostraron preferencia particular por ninguna persona o animal. Los mantuvieron atados en una pequeña choza en el patio. Aquí se enroscaban, cubriéndose la cabeza con las patas delanteras, durmiendo la mayor parte del día. Hacia la tarde se despertaban y buscaban su comida. A veces los llevamos por el patio, sin que causaran ningún daño a los otros animales domésticos. Estaban contentos de tocar todos los objetos con su nariz probóscide y ponerla en cada grieta y agujero. Al mismo tiempo caminaban o trotaban, o galopaban juntos, y no parecían apoyar toda la planta del pie. A veces se paraban como los osos, de pie sobre los pies traseros, pero no podían mantener esta posición durante mucho tiempo. La cola la llevaban dirigida hacia atrás y hacia abajo, incluso durante la carrera más rápida”.

Eran alimentados con carne de res, raíces de mandioca hervidas y frutas.  Como el mapache, a veces tomaban la comida entre las dos patas delanteras, ya que no podían agarrar nada con una sola mano, la apretaban o enrollaban entre las plantas de los pies pero nunca la llevaban a la boca; no he visto, como tampoco los dueños de los animales,  que, como hace el mapache, haya sumergido la comida en el agua, aunque ésta siempre estuvo en su presencia. Tomaban líquido, bebiendo a menudo, pero nunca mucho a la vez. No producían sonidos, excepto una especie de gruñido, cuando se los molestaba mientras comían, lo cual, por cierto,  debe hacerse lo menos posible, ya que fácilmente montan en cólera violenta y luego muerden”.

Su excremento y su orina tenían un olor fuerte y apestoso, como su piel. Aunque los dos ejemplares eran de sexos diferentes, nunca, como me aseguró el propietario, mostraron signos de deseo sexual.  No parecían poseer mucha más inteligencia que los sociables coatíes, pero no eran tan descuidados en sus acciones, y mostraban un poco más de memoria que ellos, prestaban atención a la llamada de su guardián y saltaban a su encuentro, si no estaban ocupados con algo que les hubiera llamado la atención. Mientras tanto, sin embargo, se sometían a la voluntad del hombre en tanto no contradijera sus propias inclinaciones, pero si éste fuera el caso, se resistían obstinadamente, y no pocas veces utilizaban los dientes si se veían obligados a hacerlo”(Rengger, 1830).

 

En cuanto a sus encuentros con los humanos, Rengger escribía:  “El pelaje y la carne del aguará-popé son utilizados por los indios salvajes.  Los restantes habitantes del Paraguay, en tanto, nunca lo buscan en sus escondites, ya que él no los perjudica, y simplemente lo cazan cuando el azar los lleva a su vecindad. Cuando se ve perseguido, cuando está en el bosque, se sube a un árbol, donde se convierte en presa fácil para el cazador. Pero si se encuentra cerca de un pantano, escapa rápidamente por las marismas, donde ningún perro puede seguirlo, y se esconde en la maleza baja, que lo cubre adecuadamente. Si los perros de caza lo alcanzan en tierra seca, entonces él sabe defenderse valientemente contra ellos, sin embargo, no les causa heridas tan peligrosas como lo hacen los coatíes”.

 



Crab-eating Racoon

(Goodrich, 1859)




AL BORDE DEL MURO


Uno de los relatos más interesantes sobre el guaxinim es el que nos brinda, con graciosa prosa,  el antropólogo brasileño Luis da Câmara Cascudo (2012), que retrató el mundo animal del fondo de su casa paterna en Natal. Conviene reproducir algunos de sus párrafos.

 

En ciertas tardes del año aparece inesperadamente el amigo guaxinim (Procyon cancrivorus), que además responde a los nombres de iguanara y mano-pelada (…) Prácticamente come de todo, desde guayaba hasta pollitos, pasando por la caña de azúcar y los cangrejos (...)  Salta razonablemente y trepa los árboles con elegante decisión. Tocado, e incluso mientras mastica, suele emitir un gruñido sordo y constante, advertencia que aleja a los competidores posibles o es previo anuncio de su estimada compañía. Sube a los árboles como los monos, a  escalones, las manos se afirman trayendo el tórax y luego los pies, cargando el resto, en un gesto simultáneo y bien impulsado. Feo y simpático, completa, total y profesionalmente inútil, su carne y cuero para nada sirven. Ningún animal come al guaxinim porque es fétido y cobarde. Creo que sólo Catá, el urubú rengo, estando sin recursos, se decide a saborearlo, y así mismo haciendo muecas”.

 

El guaxinim, entretanto, tiene de su persona una impresión halagüeña y cariñosa y es un encanto verlo, cuando le da la gana de hacer su higiene corporal sumaria, especialmente en la cola, apéndice de alta precisión y auxilio indispensable. La alisa amorosamente, la estira y la empuja como comprobando su elasticidad, la extiende para que le admiren su belleza, y a los primeros pasos aún mira hacia atrás, verificando si realmente la cola lo acompaña. Como el guaxinim no sirve para nada en la superficie de la tierra, es natural que esté dulcemente convencido de ser lo más insustituible de toda la escala zoológica. Se para, irguiendo y moviendo la cabecita para ambos lados, mostrando los dientes agudos y finos como lancetas, aunque no haya provocación alguna, con una risa muda y soberbia que recuerda a un galán de Hollywood”.

 

No come sosteniendo la comida con la mano, y sí agachando la cabeza (…) La señora guaxinim mantiene la especie con cuatro a seis hijitos húmedos, peludos y realmente horribles. Los trata como las ratas a sus hijos, amamantándolos y después de unas dos semanas les ofrece diversas delicias para acostumbrarlos a los placeres de la mesa variada. Con un poco más de treinta días el joven guaxinim es presentado al universo como una nueva fuerza consumidora. No es tan ágil y conocedor de las técnicas paternas pero, en dos a tres meses, ya está perfectamente en forma para lo que sea y venga. El señor guaxinim hace acto de presencia y custodia en las semanas iniciales, rondando el nido al pie de un tronco, gruñendo amenazas y valiente como un policía. Después, se desinteresa definitivamente de los hijos y éstos de él y de la señora guaxinim. No andan en grupos y tampoco en parejas. Es furiosamente individualista y ama la acción solitaria, valoriza la iniciativa individual”.

 

Se los suele atrapar jóvenes y son vendidos en los mercados del Norte Brasileño. No se domestican enteramente, pero reconocen al dueño como los monos y los traviesos saguis. Conservan su soberanía hostil y una independencia relativamente feroz. Lo mantienen atado por la cintura y la única compensación es verlo comer ante la presencia humana y distribuir, siempre que puede, algunas dentelladas formales. Durante la guerra de 1942 -1945, centenares y centenares de guaxinims eran comprados por los soldados americanos como curiosidades brasileras, pero los intentos civilizadores fueron anulados por la resistencia gruñente y continua del prociónido. Me dijo un oficial que prefería amansar un puma antes que intentar hacer al guaxinim comprensivo y acogedor ante las exigencias de la compañía humana”.

 

El guaxinim conoce la época en que los cangrejos estan gordos y que coincide con los «meses sin erre»: mayo, junio, julio, agosto. En los demás meses, la comida es fortuita e individual y ciertamente no ligada a los habitantes que viven en los manglares, a orillas de los ríos de agua salada.  El guaxinim, asentando sus patas plantígradas, atraviesa el lodo oscuro y blando sin hundirse como las criaturas comunes. Pesca a la mañana temprano o en las tardes tranquilas de verano, el verano caluroso de diciembre o con los vientos de agosto que aturden a los crustáceos. No permanece en las playas de fácil acceso donde los pescadores mariscan recogiendo cangrejos y pueden matarlo con un limpio golpe. Se mete en el interior del manglar, caminando sabiamente, sobre las hojas y ramas secas, y el barro más compacto, yendo hacia las zonas solitarias donde pocos mariscadores se aventuran  (…) Si algunos cangrejos corren por la superficie del pantano, el guaxinim inicia la pesca, que es más bien una caza, precipitándose, agarrando al crustáceo por la parte trasera del caparazón, atravesándolo con sus caninos agudos como punta de lanza. Le arranca la caparazón y se lo come, rápido, masticando bien, saboreando las pinzas,  ricas en carne tierna y aún las patitas, trituradas, una a una, con evidente disfrute de su sabor".

 






Aguarapopé

(Boitard & Janin, 1842)





RELACIONES PELIGROSAS


El aguará popé es un animal que no interfiere demasiado con el humano. Sus costumbres esquivas, nocturnas y su hábitat retirado hacen que pocas veces se lo vea y se lo cace. Como afirmaba Wied, algunos pueblos lo intregraban a su dieta, por ejemplo los nambiquara de Matto Grosso, Brasil. Pero en general se lo desestima como alimento por el desagradable olor de la secreción de sus glándulas anales a la que, sin embargo, se le ha visto una posible utilización económica como fijador de perfumes, a la manera del almizcle. La medicina popular asegura que su grasa es un remedio eficaz para el reumatismo, y sorber su sangre cura la misma enfermedad y la lepra. 

Aunque parezca extraño para un animal tan pequeño, el guaxinim provoca temor. Según el comerciante inglés John Luccock cuando “ataca un animal, no deja sino los huesos. Los indios por esa circunstancia le temen mucho”. Un día un guacamayo trepó en la jaula donde mantenían uno cautivo: “el animal lo agarró por una pata y lo devoró, tirando de ella a medida que la comía”.

Probablemente sus hábitos furtivos, el extraño diseño de su cara y el aspecto humano de sus manos haya producido en muchos pobladores la idea de encontrarse ante un ser extraño, incluso sobrenatural y quizás extraterrestre. En la zona de islas del Paraná, cerca de Pueblo Esther, Santa Fé, en noviembre de 2012 unos cazadores se encontraron una noche en el monte con un ser que describieron como un monstruo mitad ave mitad mamífero, sin pelo,  de 1,70 m de alto (!), el cual irguiéndose en dos patas los atacó, por lo cual se asustaron, le dispararon y lo mataron. El “monstruo” resultó ser, lamentablemente, una hembra preñada de aguará popé.



EL MAYUATO

En el noroeste argentino, en la zona de yungas de Salta y Tucumán se lo conoce como mayuato, mayuatoc o mayoato, del quichua mayu, río, y atoj, zorro. Muchos lo consideran un animal misterioso que vive en un pantano en Animaná (Salta), del cual se dice que tiene manos de guagua (niño pequeño),  patas de perro y llora como un chico.  Pero es muy difícil de ver y de cazar, y apenas se lo ve unos instantes aunque deja sus enigmáticas “manitos” impresas en el barro. Para Salta es también un animal emblemático. La selección de rugby y el equipo de atletismo salteños se denominan "Los mayuatos" y hay un famoso club de bochas con el mismo nombre, al cual Los Cantores del Alba le dedicaron la "Zamba de los mayuatos" (“me voy me voy a dejarle al padre río el canto mío y el corazón”).

En los cuentos populares el mayoato es aliado del tigre en la guerra entre la “gente de uñas y dientes” y “la gente de flecha” (los insectos picadores), siendo estos últimos los que triunfan.  Por su parte, el proscripto escritor José Murillo (1973), le dedicó el alegórico cuento “La peligrosa noche del mayuato” que transcurre en el monte que rodea al arroyo Santa Rita en Jujuy, donde una madre mayuato alecciona a sus hijos para no acercarse al hombre ni a sus perros guardianes. Uno de los hijos desobedece y es perseguido por los perros, salvándose gracias a su audacia y decisión.  Esta capacidad para la pelea hace que en Catamarca se le diga mayuato al hombre peleador o de mal carácter: “malo como un mayuato”.





Seu doutor a muié está coberta
Por isso eu acho uma situação delicada
Tenho medo que esses bichos me incomodem
Isso é uma cruza de guará com mão-pelada.

                                                    
Seu Doutor Que Vida Braba- Mano Lima

[Señor doctor la mujer está preñada, por eso creo que
 es una situación delicada,
tengo miedo que esos bichos me molesten, son una
cruza de guará con mano-pelada]




Mão pelada 
(Ihering, 1911)


MÃO PELADA

En Brasil el nombre común para esta especie es mão pelada y aparece en los relatos populares como un personaje misterioso, muchas veces asimilado al demonio, que asusta a los pobladores y les roba la pesca . Se aparece de mañana en el campo a los viajeros y a los cazadores los atrae a su cueva y los devora.  Mediante sus ojos vence a los mejores perros de caza. Cuando descubren su rastro, lo siguen, lloriqueando, pero de golpe se detienen y regresan con la cola baja.  

En algunos cuentos brasileños es el espíritu de una novia muerta trágicamente al luchar contra un gato montés.  El espíritu de la novia se funde con el del gato dando lugar a un ser que recorre la selva cubierto de sangre y con cara y garras de gato, con pelos por todo el cuerpo salvo en las manos, de donde vino su nombre de mão-pelada (“En la mano hay cinco dedos sin pelo”, Azara (1802)).

En el nordeste brasileño se asustaba con él a los esclavos africanos para que no huyeran. Según relata Afonso Arinos, un esclavo fue perseguido por este animal al que vio grande como un lobo o un ternero: “Galopaba a tres patas dejando ver una de las patas delanteras encogida y pelada (…) Los ojos mostraban una luz como fuego azulado y parecía, que amenazando y riendo, convocaba a la gente para algún misterio terrible (…) Vomitando fuego por lo cabellos, por la punta de la cola, por los ojos, por la boca, dio un maullido fuertísimo y saltó alto”.


EL PIOQRALO

Así le llaman los qom, de pioq: perro, y ralo: rey, o sea “rey de los perros”, quizás porque es muy hábil para enfrentarlos como se aprecia en el relato de Murillo.  No lo consideran animal agresivo, sino arisco. No consumen su carne y la consideran tóxica para los perros. Pero si se acerca a las casas o si sus huellas se sobreponen a la de las personas anuncia enfermedad o muerte. 




LOS MUCHOS NOMBRES DE UN ANIMAL FURTIVO

-Mapache o mapachín cangrejero (Costa Rica hasta Perú)
-Oghia (waraos, Orinoco, Venezuela)
-Tsise biecquid (matses, Perú)
-Zorra patona, manopelada, nutria romanguera, oso manglero, gato manglatero.
-Paraépaga (indios payaguás, Paraguay)
-Guachinim, guassini, guaxinim, guaxelo (Norte de Brasil, Pernambuco), proviene del tupí  guá-xini: el que gruñe, o quizás corrupción de  iauara-xaim, de iauara: perro, xaim: rastrero. También cachorro-do-mato-guaxinim o cachorrinho-guaxinim.
-Hakijäck - gipakiú (botocudos, Brasil), significa "gran coatí".
-Mão pellado, mão pelada (Brasil) = mano pelada. En Argentina, manopelada.guá-cambeba,  jaguá-campeba, jaguaracambé, jaguacinim (tupí), de jaguá: perro, y cambé: planta de raíces aéreas, mangle?, de caá: mata, árbol, y mbê: raíces aéreas. Es decir “perro de los mangles”.
-Igauara, guará (Amazonas) : perro de agua, de i: agua, y jaguara: perro.
-Pés-chato (Brasil)
-Mayoato o mayuato (quichua de Santiago del Estero, Salta y Tucumán) = zorro de río, de mayu: rio, y  atoq: zorro.

En Bolivia: zorrino, k’aramaqui, mboetá (guaraní), nomensarish (chiquitos).
Raton crabier, chien crabier o chyen crabier (creole de Guayana Francesa).
-Krabdagu, kaabudagu, crabbodago (Surinam)
-Wana’u, pelo akuludanon (galibi o caribe)
-peru-kawewutne (palikur)
-Osito lavador: Este nombre fue propuesto originalmente para el mapache, al que Linné le puso el nombre específico de lotor: lavador. Creemos que no se debe a que lave los alimentos sino a que mete las manos en las aguas de las orillas para tantear si encuentra sus presas habituales como cangrejos y caracoles.




REFERENCIAS

Azara, Félix de -1802-  Apuntamientos para la Historia Natural de los Quadrúpedos del Paragüay. 2 tomos. Madrid: en la imprenta de la Viuda de Ibarra.

Boitard, P. & Janin, JG. 1842. Le Jardin des plantes. Paris :J.J. Dubochet et Ce, Éditeurs,

Buffon, Georges Louis Leclerc, conte de  - 1833 - Oeuvres complètes de Buffon: Des animaux. Paris: Pourrat frères.

Cabrera A & Yepes J -1960 - Mamíferos Sud-Americanos. Buenos Aires: EDIAR Compañía Argentina de Editores.

Câmara Cascudo, Luís da -2012- Geografia dos Mitos Brasileiros. 1ª edição digital. São Paulo: Global Editora.

Cardim, Fernando. 1925 (1625).  Tratado da Terra e Gente do Brasil. Rio de Janeiro: J. Leite & Cia.

Colombres A – 2001- Seres mitológicos argentinos. Buenos Aires: Emecé.

Craig, H.  1880.  Johnson's household book of nature. New York,H.J.Johnson,

Cuvier, Georges, baron de – 1798- Tableau élémentaire de l'histoire naturelle des animaux. Paris, Baudouin.

Desmarest, A. G. – 1819 - Nouveau dictionnaire d'histoire naturelle, appliquée aux arts, à l'agriculture, à l'économie rurale et domestique, à la médecine, etc. Tomo 19. Paris, Chez Deterville.

Goodrich, G.  1859. Illustrated natural history of the animal kingdom. New-York :Derby & Jackson. 

http://www.assombrado.com.br/2014/01/20-lendas-do-estado-de-pernambuco.html

http://www.biodiversitylibrary.org

http://www.folkloredelnorte.com.ar/leyendas/mayuato.htm

http://viktoriusmemoriae.blogspot.com/2012/03/lenda-do-mao-pelada.html

http://www.visionovni.com.ar/archivos/1092

https://pt.wikipedia.org/wiki/M%C3%A3o_Pelada

https://www.letras.com/baitaca/249774/

https://www.letras.com.br/mano-lima/seu-doutor-que-vida-braba

https://www.musixmatch.com/es/letras/Sentir-Criollo/Zamba-de-los-Mayuatos

https://www.recantodasletras.com.br/causos/6091022

https://www.xapuri.info/biodiversidade-2/biodiversidade-o-guaxinim-na-caatinga

Ihering, H. von -1911- Os mammiferos do Brazil meridional. Revista do Museu Paulista. 8. S. Paulo. Typographia do Diario official.

Jardine, W. 1833.   The naturalist's library. Edinburgh,W. H. Lizars.

Medrano, C; Maidana, M y Gómez, C. –2011– Zoología Qom. Conocimientos tobas sobre el mundo animal. Santa Fe: Ediciones Biológica.

Murillo, José – 1973- Mi amigo el pespir. Buenos Aires: Ed. Guadalupe.

Rengerr, J. R. 1830. Naturgeschichte der Saugethiere von Paraguay. Basel, in der Schweighauserschen.

Rodrigues, João Barbosa; Luccock, John. -1882-   Notas a Luccok sobre a flora e fauna do Brazil. Rio de Janeiro,Laemmert.

Sack, Albert Freiherr Von – 1821 - Beschreibung einer Reise nach Surinam und des Aufenthaltes ..., Volume 1. Haude and Spenersche Buchhandlung.

Stedman, John Gabriel -1806- Narrative of a five years' expedition, against the revolted negroes of Surinam, in Guiana, on the wild coast of South America; from the year 1772, to 1777. London, J. Johnson, & T. Payne.

Vidal de Battini BE - 1980 - Cuentos y leyendas populares de la Argentina. Tomo II. Ediciones Culturales Argentinas: Buenos Aires.

Wied, Maximilian, Prinz von -1825-1833-  Beiträge zur Naturgeschichte von Brasilien. Vol. II. Weimar: Im Verlage des Landes-Industrie-Comptoirs.



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viernes, 22 de junio de 2018

EL GAVILÁN MIXTO (Parabuteo unicinctus)- UNA RAPAZ URBANA

Alex Mouchard



En la falda de aquel cerro
llora un triste gavilán,
no llora porque tiene hambre
sino porque es animal.

Copla de Santiago del Estero



(Temminck, 820-1839)



En los últimos años los habitantes de la ciudad de Buenos Aires tenemos la posibilidad de ver en nuestras plazas y parques una bonita rapaz, de aspecto gallardo y áspera voz. Se trata del gavilán mixto, que se acerca a estos lugares en busca de sus presas. Incluso se han registrado varios nidos activos lo que indica que se ha adaptado a criar en la ciudad. Hace pocos días pude ver en la Reserva Ecológica Costanera Sur una pareja de adultos y un juvenil que les reclamaba comida mediante fuertes “¡pió … pió … pió!”. Lo mismo se observa en otras grandes ciudades como Lima.

El primer naturalista que describió esta especie fue Félix de Azara (1802) quien también le dio el nombre común que lleva en esta parte de Sudamérica: Gavilán Mixto Oscuro y Canela. La razón de este nombre es que Azara separó de las otras rapaces a un grupo de especies que teniendo una envergadura relativamente menor “no han de poder sostenerse en la atmósfera con tanta facilidad (…) ni caer de tanta altura sobre la presa (…) sospecho que hacen a todo, esto es, que a veces cazarán como las Águilas y los Gavilanes de estero, y otras como los Esparveros; que es el motivo porque les llamo mixtos”. De la especie de que nos ocupamos dice que los ha visto “siempre solos y posados en la última quarta parte de los árboles grandes; y aunque no le he visto cazar no dudo es de esta familia”.



Mas como Azara no utilizaba el sistema de nomenclatura de Linneo, recién la especie fue reconocida por la ciencia cuando Coenraad Jacob Temminck la publicó en 1827, a partir de un ejemplar cazado por Auguste de Saint-Hilaire en Rio Grande, cerca de Boa Vista, Brasil. El mismo fue dibujado por Nicolás Huet, el Joven, un eximio pintor de animales. Temminck lo llamó Falco unicinctus ubicándolo dentro de los halcones. Unicinctus significa: “con una sola faja”  porque “las plumas de las alas y de la cola no están rayadas con bandas numerosas (…) las plumas de la cola no tienen bandas transversales; su color en la base es blanco puro, y un gran espacio blanco las termina a todas; un pardo negruzco, donde domina un leve tinte púrpura, colorea el resto de su superficie”.


Pero veamos, cómo llegó a sus manos ese ejemplar. Corrían las primeras décadas del siglo XIX cuando el rey de Francia, Luis XVIII, encargó a su embajador en Portugal, Charles Emmanuel Sigismond, duque de Montmorency-Luxembourg, que organizara una expedición científica a Brasil, la que tendría además motivos políticos: resolver cuestiones limítrofes entre la Guayana Francesa y las posesiones portuguesas, y hacer un completo relevamiento de las riquezas de aquel país. Entre ellas se consideraba muy importante la investigación de las propiedades medicinales de las plantas, para lo cual se buscó un profesional preparado en ciencias naturales. Éste resultó ser el botánico Agustin François César Prouvençal de Saint-Hilaire, más conocido como Auguste de Saint-Hilaire, quien se desempeñaba en el Museo de Historia Natural de Paris.


Auguste Saint Hilaire
Dibujo al grafito de Ladisláo Netto


 El 1º de junio de 1816 desembarcaron en Río de Janeiro y durante seis años recorrieron la zona costera de Brasil dotada entonces de una frondosa selva: La mata atlántica. Ya en ese entonces Auguste denunciaba con preocupación la quema de la selva para sembrar maíz, lo que a la larga habría de eliminar al 93% de esta formación boscosa.  También se hicieron expediciones al interior, como la efectuada a las nacientes del rio San Francisco, en Goiás, donde Auguste habría de permanecer durante 15 meses, herborizando y tomando información de cuanta planta observaba, y recolectando también animales. Al sur del rio Paranahyba llegaron a una región que Auguste describe así: “Después de salir de Pisarrão, entramos en una gran llanura arenosa donde la vegetación se compone solamente de hierbas de poca altura. Más allá de esta llanura la tierra se hace más roja, y en consecuencia mejor, y los árboles enanos aparecen en los campos” (Saint-Hilaire, 1830-1851).  Hicieron un alto en la pequeña aldea de Boa Vista que se componía de ocho a diez cabañas a orillas de un torrente. Y entre este lugar y el río Grande es donde habría obtenido el ejemplar de gavilán mixto, que envió al Museo de París. Una región de pequeñas aldeas y cultivos con pastizales y atravesada por arroyos de cauce rocoso y bosques marginales. En 1822, intoxicado por miel de avispa, Auguste tuvo que regresar a Francia. En total obtuvo unos 6.000 especímenes de animales, de los cuales un tercio eran aves. Los ejemplares fueron enviados al Museo de París, donde llegaron a manos de Temminck y su equipo.


(Audubon, 1831-1839)



Algunos años después, al otro extremo de América,  John James Audubon (1831) describía la raza norteamericana del gavilán mixto, a partir de un ejemplar hembra cazado en Louisiana, entre Bayou Sara y Natchez, es decir al sudeste de Estados Unidos. El colector le era desconocido y por eso se lo dedicó a otra persona,  su amigo Edward Harris, “un caballero quien, independientemente de la ayuda que me ha bridado en muchas ocasiones, para proseguir mi estudio de las aves, merece el homenaje por ser un entusiasta ornitólogo”. Lo denominó Falco harrisii. Audubon carecía de información sobre su comportamiento. Años después Cassin acotaba “esta ave es afecta a las cercanías de los ríos, y es pesada y lenta en sus hábitos generales”, algo que había anticipado Audubon estudiando la forma de sus alas y cola.

Henry Eeles Dresser que viajó por Texas en 1863 lo describió como “un ave pesada y lenta, rara vez vista en vuelo, y subsistiendo mayormente de carroña (…) Observé estas aves posadas en algún árbol junto al camino u ocupada, en compañía de los jotes y caracarás, regalándose con alguna carroña maloliente” (Dresser, 1865).

En Costa Rica Charles Cleveland Nutting (1882) observaba que “se asocia con el zopilote y come carroña. Sin embargo es un inveterado ladrón de pollos. El espécimen obtenido fue abatido con un revólver mientras se llevaba uno de los pollos de Don Ramón [Espinach, el propietario de la hacienda La Palma, en el golfo de Nicoya]”.

En Guyana, según Frederik Paul Penard  “en general es una especie rara, que se encuentra generalmente en árboles altos aislados en los bordes de sabanas y pantanos abiertos. Su comida consiste en aves pequeñas, pequeños mamíferos, reptiles e insectos.  También planea varias veces junto con jotes y caracarás. Su vuelo es ligero y elegante. Su voz suena como un silbido queer-rie-rie" (Penard y Penard, 1908).

Volviendo a la forma sureña, Alcide d’Orbigny (1835-1847) obtuvo valiosa información en Corrientes (Argentina) y en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). “Hemos encontrado a esta especie al borde de las aguas, como los Buteo, volando mucho tiempo por encima de los bosquecillos o alrededor de árboles dispersos, descansando en la cima de los más altos, y sobre todo en aquellos secos, al borde de pequeños bosques inundados o no, esperando su presa o cazando, volando a ras del suelo (…) todo el año vive solitario, y parece hasta huir de su propia especie; sólo la estación de los amores cambia su disposición, modifica su egoísmo, y solamente entonces se acopla. Sus costumbres son, en todo tiempo, temerosas, sin embargo su pusilanimidad no es más que el resultado de los peligros que lo rodean, y el resultado de su experiencia; porque maté un joven de un año en un jardín en medio de la ciudad de Corrientes; que no parecía temer el encontrarse en medio del ruido de un lugar habitado; mientras que los adultos buscan los lugares solitarios más silenciosos. Su vuelo, si bien rápido por momentos, es generalmente poco veloz, y sobre todo poco prolongado, porque si el hambre no lo apremia, pasa apenas de un árbol alto al más cercano; pero el apetito lo hace un poco más activo en la caza: se abalanza sobre su presa desde lo alto de su percha, pero con mucha menos vivacidad que las otras aves de su orden. A menudo deja escuchar una especie de silbido agudo, repetido varias veces, sobre todo cuando ve que algo lo intimida; su alimento parece consistir en aves, pequeños mamíferos, reptiles y aún peces; cuando vuela por el campo a menudo es perseguido por pajaritos, que lo obligan a percharse”. Finalmente comentó que los españoles lo llaman gabilán y los guaraníes de Paraguay y Corrientes, taguató. 

Pocos años más tarde Johann Jakob von Tschudi, (1838) observaba en Perú: “El H[ypomorphnus] unicinctus se encuentra en todas las regiones, las más templadas, especialmente en la sierra. A menudo se lo ve en pequeños grupos de 6 a 8 individuos cerca de las aldeas indias. No es muy tímido y a veces vuela durante horas alrededor de las cabañas solitarias. Los indios a menudo lo matan con la honda”.

En el mismo país Constantin Jelski decía que “es conocido por el nombre de gavilán, y a veces para distinguirlo de otras rapaces se agrega gavilán sanzo [¿zonzo?]. Ordinariamente se posa en tierra o sobre los algarrobos; a menudo mantiene su cuerpo en posición horizontal, de modo que las patas quedan perpendiculares al cuerpo. Recuerda mucho a Buteogallus nigricollis. Lo vi en Lechugal mantenerse sobre un nido suspendido de Pachyramphus y devorar los pichones" (Taczanowski, 1884).

En Chile se le da el nombre común de Peuco, según consignaba Claude Gay(1847) , y es “bastante conocido por los grandes destrozos que comete en los gallineros y palomares. Es especie menos activa y menos familiar que las otras,  y se mantiene igualmente de animales todavía palpitantes que caza por la tarde y con mucha destreza”.

Nuestro gran observador de aves, William Henry Hudson, relataba este drama de las pampas bonaerenses: “En las pampas, como todos los grandes gavilanes, encuentra gran persecución de los fieros y siempre vigilantes teros [Vanellus chilensis]. Una vez vi uno de estos gavilanes, siendo perseguido, hacer una conquista que me sorprendió mucho. Estaba planeando sobre la llanura, a unos 6 m sobre el suelo, perseguido por varios teros, cuando de repente, justo cuando uno de los teros se le abalanzaba desde arriba como es habitual, aparentemente errándole por un pelo  a la cabeza del gavilán con sus agudos espolones alares, el gavilán lo golpeó y lo atrapó en sus garras llevándolo al suelo”.  

  

EL GAVILÁN MIXTO Y LOS PUEBLOS


El gavilán mixto como tal es difícil de identificar en los relatos, mitos y arte de los pueblos nativos. Generalmente las distintas etnias tenían un nombre que abarcaba varias especies similares, aunque seguramente ellos distinguían en el terreno una de otra por sus características.

Para los mayas los gavilanes o xiik (incluían con este nombre a varias especies similares) se consideraban sanjorín, esto es, adivinos. Así  cuando volaban en círculos bajos sobre el lago Atitlán, indicaban que se acercaban las lluvias; pero cuando volaban alto anunciaban sequía.

Entre los tobas o qom del oeste formoseño se daba el nombre de potaela'mek a un conjunto de especies de rapaces a algunas de las cuales, como el gavilán mixto, les gusta comer pájaros y a veces también roban pollitos de las casas y gallineros. Por ello generalmente los matan. Para ellos es tabú comerlos, pero a veces consumen los huevos y si encuentran pichones los crían como mascotas. En cambio para los tehuelches era tabú sacar pichones de gavilán del nido.

En los mitos qom había un tiempo en que las mujeres tenían dientes en la vagina y no podían copular con los hombres. Entonces Ta´anqui, el gavilán,  llamó al viento y éste al frío para que las mujeres con frío se sentaran alrededor de una fogata. Ta´anqui agarró unos carbones encendidos y se los arrojó entre las piernas quemándoles los dientes y transformándolas en las mujeres actuales. Ta´anqui, según otros mitos, había traído el fuego a este pueblo.

Tokwáj, el héroe creador de los wichís,  fue el que puso nombre a las aves e indicó a los hombres cuales podían comer y cuales no. Entre éstas se encontraban el pájaro carpintero, el gavilán (qot) y el caburé.

Entre la población criolla se llamaba gavilán al hombre mujeriego, quizás por similitud con la palabra galán. He aquí algunos ejemplos de coplas:


Tomo por el chañaral,
huyendo del gavilán,
pero por ligera que ande
creo que me va a cazar.
(Santiago del Estero, Argentina).


Chiquitita y bonita
te vas criando,
para los gavilanes
que andan rondando.
(Buenos Aires, Argentina).


Por esta calle a lo largo
anda un gavilán perdido,
que dice ha de sacar
la paloma de su nido.
(Santiago del Estero, Argentina)


Soy un gavilán del norte
Con las alas coloradas;
A mí no me asusta el sueño,
Ni me hacen las desveladas,
Y por la mujer que quiero,
Aunque muera a puñaladas.
(Michoacán, México)


Y así también figura en el poema La Leyenda del Mojón, del poeta uruguayo Juan Pedro “Pata Brava” López:

En la estancia se sabía
que la ingrata lo engañaba
pero a él nadie le contaba
la disgracia en que vivía.
Por eso la polecía
no hizo caso mayormente,
pues dijeron: "La inocente
se jue con su gavilán..."


El gavilán mixto es una de las especies más usadas en la cetrería actual, y se la valora por su gran sociabilidad, inteligencia, velocidad y astucia, por lo que los cetreros la conocen como “lobo del aire”. Si bien se la cría en cautiverio para este fin, su comercio puede producir presión sobre las poblaciones silvestres. Se la utiliza además de cazar aves y pequeños mamíferos para ahuyentar las palomas en aeropuertos y lugares públicos en México, Uruguay, Francia y otros países.



REFERENCIAS


-Arenas, Pastor y Porini, G. – 2009 - Las aves en la vida de los tobas del oeste de la provincia de Formosa (Argentina) — 1a ed. — Asunción: Tiempo de Historia.

-Audubon, John James y MacGillivray, William  - 1831-1839 - Ornithological biography. Edinburgh: Adam Black.

-Azara, F. de -1802- Apuntamientos para la Historia Natural de los Páxaros del Paraguay y del Río de la Plata. Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología. España. 1992.

-Citro, Silvia et al –2016- Memorias, músicas, danzas y juegos de los Qom de Formosa.  1a ed.  Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires.

-d’Orbigny, Alcide -1835-1847- Voyage dans l'Amérique méridionale (le Brésil, la République orientale de l'Uruguay, la République argentine, la Patagonie, la République du Chili, la République de Bolivia, la République du Pérou) : exécuté pendant les années 1826, 1827, 1828, 1829, 1830, 1831, 1832 et 1833. Pitois-Levrault: Paris.

-Dresser, H. E. –1865- Notes on the Birds of Southern Texas. Ibis.

-Fergus, Rob, y Kerry Hull. 2010. Tz’utujil Maya Avian Ideology: Ethnoornithological Perspectives in the “House of Birds.” In 2010 Proceedings of the 9th Annual Hawaii International Conference on Social Sciences.

-Furt, Jorge M. –1923- Cancionero popular rioplatense. Lírica gauchesca. Tomo I. Buenos Aires, Imprenta y Casa Editora Coni.

-Gay C –1847- Historia fisica y política de Chile – Tomo primero - Zoología. París y Chile.

-González, Aurelio -2007-  La copla en México. El Colegio de Mexico AC.

-Mashnshnek, Celia Olga –1978- Aspectos mítico-religiosos en la economía de los Mataco del Chaco Central (República Argentina). Revista Española de Antropología Americana 8.

-Nutting, C. C. -1882- On a collection of birds from the Hacienda "La Palma," Gulf of Nicoya, Costa Rica, with critical notes by Robert Ridgway. Proc. U.S. Natl. Mus. 5:382–409.

-Penard, Frederik Paul y Penard, Arthur Philip –1908- De vogels van Guyana (Suriname, Cayenne en Demerara). Vol 1. Paramaribo: E.P. Penard.        

-Saint-Hilaire, Auguste de -1830-1851- Voyages dans l'intérieur du Brésil. Partie 3, Tome 2. Paris: Grimbert et Dorez.

-Sclater, P. L. & Hudson, W. H. -1888- Argentine Ornithology. 2 vols. London: R. H. Pouter.

-Steward, Julian H. (Ed.) -1946– Handbook of South American Indians. Volume 1: The Marginal Tribes. Bulletin 143. Bureau of American Ethnology. Smithsonian Institution.Washington.

-Taczanowski, Wladyslaw -1884-  Ornithologie du Pérou. Rennes: Typographie Oberthur.

-Temminck, C. J. -1820-1839- Nouveau Recueil de Planches Coloriées d’ Oiseaux. 5 vol. Paris: F. G. Levrault.

-Tschudi, Johann Jakob von, - 1844-46-   Untersuchungen über die Fauna Peruana. St. Gallen.


LAS AVES DEL PARAÍSO DE ELCANO

  Alex Mouchard   Toy suy ce couple heureux, toy glorieux Mamuque Bourgeois de Paradis hoste du clair Moluque, Oyseau miraculeux, qui ...