“¿Puede usted decirme por qué en las pampas, ¡oh!, y en
muchos otros lugares, existen murciélagos que vienen durante la noche y abren
las venas del ganado y los caballos para chuparlos y secarles las venas?”
DRÁCULA - Bram Stoker
El
botánico inglés Richard Spruce hacia 1850 recorrió el río Amazonas y el río
Negro hasta São Gabriel da Cachoeira donde tuvo contacto con los murciélagos
hematófagos o vampiros, probablemente de la especie Desmodus rotundus. He aquí su relato.
Vampiros.
Dibujo de Cuthbert
Edmund Swan (Finn & Austen, 1909) |
LOS MURCIÉLAGOS CHUPADORES
DE SANGRE
Sao Gabriel está
terriblemente infestado de vampiros, y mi casa, que tiene un techo viejo y
deteriorado, tiene más que su parte. Cuando entré, había grandes manchas de
sangre seca en el suelo que habían sido extraídas de mis predecesores por estos
extraccionistas de medianoche, y mis dos hombres fueron atacados la primera
noche, uno de ellos con heridas en los extremos de cuatro dedos de los pies,
tres en un pie y uno en el otro. Lo mismo ha sucedido todas las noches desde
entonces, y los murciélagos no se detienen en los dedos de los pies, sino que
ocasionalmente muerden las piernas, las puntas de los dedos, la nariz, el
mentón y la frente, especialmente en los niños. . . .
Una curiosa circunstancia
le ocurrió a la familia de mi vecino de al lado mientras estuve aquí. Los niños
fueron muy atormentados por los vampiros, siendo mordidos en varias partes
noche tras noche. Se observó que un gato era muy experto en matar murciélagos
en el portal, al caer la noche. Una noche, por accidente, el gato se quedó en
la casa, y cada vez que un murciélago se posaba en las hamacas de los
niños, se abalanzaba sobre él. Cuando
llegó la mañana no habían sido mordidos ni una sola vez, y ahora el gato es su
constante guardia nocturno. Evidentemente, también conoce su oficio, pues con
la misma regularidad con que los niños se acuestan a dormir por la noche, ocupa
su puesto junto a sus hamacas. ¡Pobre gato, rara vez resplandecen con tanto
brillo en nuestro difícil mundo las buenas obras de los que te llaman ingrato y
pérfido! Desde mi juventud he sido amante de los gatos, y varias damas sagaces
en diversas ocasiones me han vaticinado que por eso debería morir soltero, lo
cual, si vivo para no casarme, es muy probable que se haga realidad.
Las ovejas de los pobladores
a menudo pasan la noche en las rocas de granito cerca de mi casa, y por la
mañana regularmente dejan tras de sí charcos de sangre, de las mordeduras de
los vampiros.
Este vampiro es una especie
pequeña con la membrana que conecta las orejas muy estrecha. Un murciélago nariz
de hoja [Familia Phyllostomidae] en mi casa en la Barra [Manaos] era casi tres
veces más grande, las orejas muy grandes y la membrana de conexión muy ancha.
Como uso medias de noche,
me envuelvo bien en mi manta y a menudo me cubro la cara con un pañuelo, hasta
ahora he escapado de ser mordido, pero a menudo vienen a mi hamaca en busca de
un punto vulnerable. La mejor prevención contra ellos es mantener una lámpara
encendida toda la noche, pero el aceite es, lamentablemente, un artículo muy
escaso aquí.
Los cirujanos se jactan de
sus operaciones indoloras hoy en día, pero el vampiro los vence a todos. Nunca
me he encontrado con una persona que haya sido despertada por un vampiro
mordiéndola, pero varios han tenido al vampiro agarrándose a ellos mientras estaban
despiertos, y ellos confirman en su relato que el animal abanicaba con sus alas
mientras chupaba.
La herida es por un trozo
redondo de piel (a menudo de todo su espesor y con algo de carne además, como
me pasó una vez a mí) extraído completamente como cortado con un cuchillo. La
cantidad de sangre perdida es generalmente insignificante a menos que el
vampiro toque venas pequeñas. Prefiere las puntas de los dedos de los pies, y además
las puntas de los dedos de las manos o la punta de la nariz.
A veces causan gran
destrucción entre las aves a las que se deja dormir al aire libre, chupándoles
en la cabeza y sacándoles tanta sangre que a veces les causan la muerte en tres
o cuatro sangrías. Tenía una gallina que me vi obligado a matar por este
motivo.
En el fuerte eran
sobremanera abundantes. Un soldado llamó a mi casa a las 6 de la mañana y me
mostró sus pies, tan completamente cubiertos de heridas y sangre fresca que al
principio pensé que se había caído sobre un grupo de palmeras espinosas.
Las heridas eran todas por
mordeduras de vampiros, y en un dedo gordo del pie había no menos de ocho
agujeros. Los dedos de los pies, los talones y los tobillos habían sido los más
afectados.
Traducción Alex Mouchard
Referencias:
Finn, Frank & Austen, Winifred. 1909. The wild beasts of
the world. Vol. I. London : T. C. & E. C. Jack. https://www.biodiversitylibrary.org/bibliography/22393
Spruce, Richard. 1908. Notes of a Botanist on the Amazon
& Andes, being Records of Travel on the Amazon and its Tributaries, the
Trombetas, Rio Negro, Uaupes, Casiquiari, Pacimoni, Huallaga, and Pastasa; as
also to the Cataracts of the Orinoco, along the Eastern Side of the Andes of Peru
and Ecuador, and the Shores of the Pacific, during the Years 1849-1864, in two
Volumes. Macmillan And Co., Limited, London.
Stoker, Bram. Drácula. http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/
Brutal blog....me encanta. Espero leer nuevas entradas!
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