EL OSO HORMIGUERO
GRANDE (Myrmecophaga tridactyla) EN
LA CULTURA
Alex Mouchard
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El gran comedor de hormigas
(Brodtmann, 1824) |
En nuestra cultura actual el oso hormiguero sigue siendo percibido como
un animal de extraño aspecto aunque se lo ve con simpatía y por suerte sin
objetivos culinarios. Su rareza y vulnerabilidad, al ser tan especializado en su
alimentación, lo promueven como símbolo de la conservación y de hecho está
clasificado como vulnerable a nivel global para la UICN. Por ello figura en el
logotipo de la Fundación Vida Silvestre Argentina.
El oso hormiguero aparece en varias leyendas y relatos sudamericanos, ya
sea indígenas o criollos. Uno de los más atractivos es el recopilado por la
escritora Graciela Repún y que proviene de los indios kaingangá de la selva de
Misiones (Argentina). Parece ser que tras la gran inundación, Kadjurukré, su
dios creador, trabajaba de noche para modelar con barro los animales de la selva y cuando estaba
tratando de terminar al oso hormiguero, apurado porque ya salía el sol, tomo un
palito y se lo puso en la boca a manera de lengua porque no le alcanzaba el
tiempo para ponerle dientes. Y así lo mandó a comer hormigas. Un día el yurumí (ver el recuadro LOS NOMBRES DEL YURUMI) se encontró en un sendero
con un indio y lo amenazó parándose
sobre sus patas traseras. El indio le lanzó un golpe con un palo, pero
el tamanduá lo esquivó saltando a un costado, vuelta a pegar el indio, volvió a
esquivarlo hacia el otro lado. Así estuvieron un largo rato hasta que el oso se
cansó y se fue. Cuando el indio relató
este suceso a sus amigos estos, riendo, empezaron a imitar esos saltos del oso
y así inventaron el baile, acompañándolo más tarde con diversos instrumentos.
En la mitología de los indígenas maleku de Costa Rica hay un personaje
llamado sisimique o sisimike, un humanoide enorme de espeso pelaje, con los
pies dirigidos hacia atrás, que vive en cuevas y suele raptar mujeres en su
noche de bodas. Los criollos lo asimilan a su creencia del Dueño del Monte, que
sería el alma de un hombre que mataba animales con afán destructor y que
después de muerto fue enviado por Dios para perseguir a los cazadores y a los
que destruyen la selva. El oso hormiguero
u oso caballo, como se lo llama allí, fue rápidamente identificado con estos
seres fantásticos, especialmente cuando se para en sus patas posteriores y
agita sus garras para defenderse.
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(Gervais, 1855) |
En un cuento guaraní el yaguareté y el yurumí se desafían a ver cual
tiene mayor cantidad de restos de presas en sus heces. El astuto oso cambia de
lugar los excrementos de modo que en los del tigre sólo se ven restos de
hormigas, y en los suyos muchos huesos y pelos de animales grandes.
Desconfiando, el yaguareté se paró en dos patas y rasgó la corteza de un gran
árbol con sus fuertes garras para demostrar su ferocidad. El oso al ver esto se
fue a buscar un árbol ya medio quebrado, y al golpearlo con sus uñas lo partió
enseguida en dos. Esto hizo creer al yaguareté que el oso tenía una fuerza
extraordinaria por lo que desde ese momento evitó enfrentarlo.
Los indios qom del Chaco argentino creen que en algún momento de su
historia hubo un gran incendio que quemó toda la tierra dejándola negra.
Kadawaik, el dueño del monte, salvó al
avestruz y al potay u oso hormiguero. En este diluvio de fuego, los hombres y
mujeres se escondieron y les estaba prohibido salir a ver el estado del mundo.
Una vieja curiosa salió y fue transformada en potay. Dicen también que cuando truena
es el oso que grita enojado desde el cielo. Además creen que los osos no tienen sexos y que para reproducirse se juntan entre varios uniendo los hocicos y que al tiempo aparecen las crías. Por eso quizás los criollos misioneros creían que podían preñar sólo con la mirada.
En los cuentos qom, se cita también la rivalidad con el yaguareté: siendo amigo del potay, le
devora una cría, pero el oso huele en el aliento del tigre el olor de su hijo.
Enfurecido, mata al felino y a su
esposa. Tambien creen en una Madre de los Osos Hormigueros, un enorme animal
subterráneo que mata con el aliento y devora a los que cazan sin necesidad.
Del
mismo modo los wichis suponen que el Dueño del Oso Hormiguero lo protege y
mata a los que lo cazan sin aprovechar su piel. En uno de sus cuentos una vieja
se perdió en el bosque y tras varios días sin encontrar el camino de regreso se
transformó en un oso hormiguero o sulaj, su bastón pasó a ser el hocico y su
chiripá, la cola.
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(Goodrich, 1859) |
Isabel Crooke Ellison rescata un mito makú del Amazonas Colombiano que
vuelve sobre el tema del antagonismo con el jaguar. Una cierva en conflicto con un jaguar se encontró con un oso hormiguero y le hizo
creer que el jaguar se preparaba para matarlo y comerlo. El oso corrió hacia el
felino y sin darle tiempo a nada le clavó las garras en el cuello matándolo, y
después volvió tranquilamente a seguir comiendo hormigas. La cierva tomó el
cadáver y lo llevó a su casa, logrando así asustar a los otros jaguares para
que no la molestaran.
En una fábula moderna del peruano Félix Hugo Noblecilla Purizaga, “El
oso hormiguero y el Zorro”, la figura
del oso hormiguero se muestra para moralizar contra la discriminación. El zorro
se burla del extraño aspecto del oso, pero cuando los tiempos se ponen
difíciles sólo el oso puede abrir los duros termiteros con sus garras y
alimentarse con su curiosa trompa, mientras que el zorro padece hambre.
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Oso hormiguero gigante (Myrmecophaga jubata)
Original dibujado y grabado en madera
(xilografía) por Friedrich Specht, 1884 |
En la música popular aparece el oso hormiguero con distintos enfoques:
Por ejemplo en la canción “Tamanduá Bandeira” de la cantante brasileña Elza
Maria se describen algunas características del animal:
“Tamanduá bandeira,
tamanduá mirim
Quando vê um
formigueiro
Ele estica sua língua
assim
E vai comendo formiga
Até encher sua barriga
Mas toma muito cuidado
Que é pra não levar
mordida
Tamanduá bandeira,
tamanduá mirim
Eu nunca vi um bicho
com uma língua tão
cumprida assim
E um nariz tão fino
assim
E um rabo tão grande
assim
E um abraço tão forte
assim.”
[Tamanduá bandera,
tamanduá chico, cuando ve un hormiguero estira su lengua así. Y va comiendo
hormigas hasta llenar su barriga, pero tiene mucho cuidado para no ser mordido.
Tamanduá bandera, tamanduá chico, nunca ví un bicho con una lengua así de útil,
y una nariz así de fina, y una cola así de grande, y un abrazo así de fuerte.]
Y en “Lingua de Tamandua”, del rapero Mv Bill, se aplica su nombre al charlatán
debido a la lengua larga: “Língua de
tamanduá, o linguarudo /Fala até do que não vê.” [Lengua
de tamanduá, el cuentero habla hasta de lo que no vé].
LOS USOS DEL OSO
Aun
hoy en día hay algunas tribus indígenas que incluyen al oso hormiguero en su
dieta, pero para otros como los chamacocos del Alto Paraguay, los wichis y
los chorotes , es un animal tabú para comer. Los qom sólo lo cazan si no
tienen otra carne. Para ello mientras uno lo sujeta de la cola, otro le pega
con un palo en la punta del hocico. Luego se debe cuerear en el mismo lugar
en que cayó, porque si no la carne queda seca y sin grasa y no es sabrosa.
Los perros ayudan en la caza pero si atrapa alguno, le olfatea el corazón con
el hocico y le clava allí una de sus garras y sólo lo suelta cuando muere.
En
la medicina popular los huesos se usan para tratar el reumatismo. También se
hace inhalar el humo de sus cerdas a
los enfermos de bronquitis y las cenizas que quedan se usan como
antihemorrágico y anticonceptivo. La grasa se aplica sobre la piel para
evitar las estrías de las embarazadas. Los qom usan las uñas del potay para
frotar la planta del pie de los bebés que así adquiere la dureza necesaria
para caminar por el monte descalzos cuando sean grandes.
Con
el cuero se hacen recipientes y otros utensilios, como ojotas de gran
resistencia y flexibilidad y antiguamente corazas para la guerra y protectores
para los recolectores de miel. También se usa el cuero sobado con pelo a
manera de colchón. Con las uñas se
pueden hacer maracas y también sirven como ganchos para colgar objetos. Según
la tradición de los paisanos de Corrientes (Argentina) los mejores caballos
eran los domados con un bocado hecho de lengua de yurumí.
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Dictionnaire encyclopédique Trousset, 1886-1891. Paris, Librairie Illustrée |
LOS NOMBRES DEL YURUMI
El
explorador del Amazonas Henry Bates dice que los indios lo llaman tamandua bandeira, “en alusión a la
curiosa coloración del animal, que
tiene a cada lado del cuerpo una ancha banda
oblicua, mitad gris y mitad blanca, lo que le da cierta semejanza a un
estandarte heráldico”, pero para otros ese apelativo se debe a los largos
pelos de la cola, que al caminar el animal flamean cual bandera. El nombre tamandua
deriva del tupí taixi = hormiga, y mondê = atrapar, por lo tanto, “cazador de hormigas.” Buffon dice que el
nombre tamanoir que le daban los
franceses radicados en America parece derivar de tamandua.
Cuvier
aclara que tamandua-guaçu en lengua
galibi, significa “gran tamandua”, y lo aplican para diferenciarlo de la
especie pequeña, el tamandua-i u
oso melero (Myrmecophaga tetradactyla).
Los portugueses le llamaban tamanduá
cavalho, por su crin y su tamaño, al igual que en Centroamérica,
donde es el oso caballo u oso real.
En
Venezuela según Humboldt lo llamaban oso
palmero, pero el nombre indígena es uaraca, y en Guyana, ouariri.
En
Ecuador recibe los nombres de kuchi
pillan (quizás del quechua kuchi
= cerdo ? ), oso hormiguero gigante y oso banderón.
Azara
informa el nombre guaraní en Paraguay: ñurumí, pero aclara que debe ser yurumí ("boca chica") porque “acomoda
a la bestia”. Otros nombres de origen guaraní son yoquí, yaqui, yautare, kuarevachú y aba caé ( = hombre mono ?)
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Figura chané de oso hormiguero |
Los
mocovíes le llamaban ladiodgac y
los abipones, heteyreé. Los qom,
emparentados, con estas dos tribus, tienen para el oso hormiguero grande el
nombre de potai lapagaxaica lallaco, que significa "oso hormiguero de lomos
(lapagaxaica) blancos (lallaco)."
Los
mbayá de Misiones (Argentina) le dicen bitioni,
bidioni o bioni, y para los wichis
es tsulaj, y tienen un pájaro
carpintero pequeño al que llaman tsulajchaswo,
como si fuera “pájaro de la cola (chas,
chos) del oso hormiguero (tsulaj)”,
porque le saca las garrapatas que lo parasitan.
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REFERENCIAS
--Ambrosetti, J. B. – 1917 - Supersticiones y leyendas.. La
Cultura Argentina
--Brodtmann, Karl Joseph - 1824 -
Naturhistorische Bilder Gallerie aus dem Thierreiche-
--Crooke Ellison, Isabel – 2004 - Sueños con jaguares: mitos
y cuentos de los indígenas colombianos.Bogotá. Intermedio Editores.
--Durán, Francisco J. - El dueño de monte y su
posible relación con el oso caballo u hormiguero gigante.
http://ecobiosis.museocostarica.go.cr/
--Gervais, Paul – 1855- Histoire naturelle des
mammifères, avec l'indication de leurs moeurs, et de leurs rapports avec les
arts, le commerce et l'agriculture. Tome II: Page 259.
--Goodrich, Samuel G. – 1859 - Illustrated natural history
of the animal kingdom.
--http://www.educared.org.ar/imaginaria/biblioteca
--http://rescatando-mi-cultura-guaran.blogspot.com.ar/2010/06/leyendas-del-oso-hormiguero.html
--Medrano, C.; M. Maidana y C. Gómez – 2011 – Zoología qom:
Conocimientos tobas sobre el mundo animal. Ed. Biológica. Santa Fe.
--Noblecilla Purizaga, Felix Hugo - Fabulas Tumbesinas
--Palavecino, Enrique - Mitos de los Indios Toba.
--http://pueblosoriginarios.com/ textos/palavecino/takshik.html
--Palermo, M. A. – 1983 – Fauna Argentina. El oso
hormiguero. CEAL.
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