"Cuando se hace la historia de un animal, es inútil e imposible tratar de elegir entre el oficio del naturalista y el del compilador: es necesario recoger en una única forma del saber todo lo que ha sido visto y oído, todo lo que ha sido relatado por la naturaleza o por los hombres, por el lenguaje del mundo, de las tradiciones o de los poetas".

Michel Foucault-Las palabras y las cosas


miércoles, 25 de marzo de 2015

EL TINGAZU (Piaya cayana) - LA MÁGICA ALMA DE GATO


Beira de fogo é bom
Lugar pra tudo contar
Estórias de amedrontar
Se repará bem no ingá
No tom do jacarandá
Os seres vivos que há

Trinca ferro, alma de gato
Saci da mata tempera a viola
Os seres vivos que há
O homem não tem razão
Da própria vida matar
. . . . . . . . . . . . . . .
[Junto al fuego es buen lugar para contarle a todos historias de terror. Si miras bien en el ingá, en el tono del jacarandá, los seres que viven allí: pepitero, alma de gato, yasí yateré de la selva, templa la guitarra. El hombre no tiene razón en destruir la misma vida de los seres que viven allí.]

“Alma de Gato”
Canción de  Tavinho Moura y Murilo Antunes


Hace un tiempo recibí un llamado de mi amigo Roberto Rodríguez para hacerme un pedido algo curioso. Roberto  y su esposa, Nuni Hummel,  son propietarios de la reserva natural “La Amanda”, ubicada  en Punta Indio (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Este encantador lugar, que protege un sector de talares y pastizales bonaerenses, se ve realzado por un arroyo que serpentea a lo largo de la propiedad, sirviendo de acceso y pasaje  a una variada fauna. Habiendo avistado allí, en una ocasión, a un tingazú (Piaya cayana), una hermosa ave de la familia de los cucos, a mis amigos se les ocurrió ponerle ese mismo nombre al arroyo innominado y su llamado era para pedirme que elaborara un escrito a fin de justificar la propuesta de dicho nombre ante el concejo deliberante del Partido de Punta Indio.  A decir verdad esta localidad es punto liminal en la distribución del ave, sin embargo la originalidad y potencia del nombre me parecieron una buena causa a defender. Habiendo dedicado algún tiempo al tema de la nomenclatura de las aves no me podía sustraer a tal pedido, así que elaboré el escrito.  Roberto lo presentó y la propuesta fue aceptada por la autoridades, de modo que hoy en día el arroyo lleva orgullosamente el nombre de “Tingazú”.

El tingazú es un ave llamativa por su tamaño (del pico a la punta de la cola mide unos 45 cm), por  su bello colorido castaño y por su comportamiento furtivo mientras recorre los arbustos a baja altura. Asi recuerdo haberlo visto en el parque del zoológico de San Pablo, Brasil. Estas características le han otorgado una cantidad de nombres diversos en las latitudes que habita desde México a Argentina.

Pero antes veamos de que modo ingresó el ave en la historia. George Marcgrave, un personaje habitual en nuestro blog, fue el primero en describirlo con el nombre de atingaçu camucu y agrega “ave elegante debido a la longitud de la cola”.


atingaçu camucu
Marcgrave, George y Willem Piso -1648 -Historia Naturalis Brasiliae


Un siglo después, Jacques-François Artur, el primer “médico del rey” que ejerció en la colonia francesa de Cayena, realizó numerosos envíos de especímenes de historia natural a su maestro, René-Antoine de Réaumur, entre los cuales había algún ejemplar de esta ave. El zoólogo Mathurin Brisson, asistente de Reaumur,  (ver nuestra entrada LA REINA MORA -Cyanocompsa brissonii- ¿UNA REINA AFRICANA? ) describió esa especie con el nombre de coucou de Cayenne o Cuculus cayennensis, y poco despues Linné la introdujo en la nomenclatura científica como Cuculus cayanus.

Coucou de Cayenne
Brisson, Mathurin-Jacques, - 1760- Ornithologie


Varios años más tarde René Primevère Lesson, reconoció diferencias de esta especie con los cucos europeos y creó especialmente el género Piaya para incluirla. Derivó este nombre de piaye que es el nombre que los criollos de la Guyana daban al ave. Buffon, que era correspondente de Artur, explicaba que “piaye significa diablo en la lengua del país, e incluso sacerdote, es decir, para un pueblo idolatra, ministro o interprete del diablo. Y esto indica muy bien por qué se considera al ave como de mal agüero; se dice por ese motivo, que los nativos y los negros tienen  repugnancia por su carne; pero ¿esta repugnancia no vendrá más bien del hecho que su carne es magra en todo tiempo?”

Petit coucou de Cayenne
Brisson, Mathurin-Jacques, - 1760- Ornithologie


En el Paraguay, el jesuita José Sanchez Labrador lo llamó ave tingazo, y señaló que “En la cabeza, a lo largo, hay unas plumitas sutiles que levanta cuando quiere y forman su penacho”, aunque esta característica no aparece en su dibujo. Afirma que “se amansa fácilmente, y vive en casa sin huir, aunque no se le meta en jaula. Come lo que le dan, y principalmente guiyus o grillos y otros insectos. (...) La carne de estos pájaros no se estima,”

Buffon lo describió bajo dos nombres:  coucou piayé (basándose en Brisson) y coucou cornu o atingaçú,   nombre que tomó de otra descripción de Linné y  Brisson que lo calificaron de cornudo o crestado, quizás básandose en las plumas que le colocó Marcgrave en su dibujo y que más bien parecen una exageración de las vibrisas de la base del pico. Para Buffon ya no son “plumitas sutiles “sino que tiene “sobre la cabeza largas plumas que puede elevar cuando quiere, y con las que sabe hacerse de un doble copete”  pero Félix de Azara, implacable crítico del zoólogo francés supone que éste debió haber visto un ave embalsamada a la cual “artificialmente se la habrían herizado para darle más extrañeza”.

Ave tingazo


“Sale poco de los mayores bosques a sus orillas,” – dice Azara- “y jamás se encuentra en descampados, ni baxa al suelo, ni aún a la mitad inferior de los árboles; pero los corre fácilmente, metiéndose por cualquier abertura de las ramas y enredadizos”. También le comentaron que “su carne comida hace el efecto de una purga, y algunos le atribuyen hechicerías y simplezas”. Al respecto corrige una vez más a Buffon diciendo que el nombre debe ser en vez de piayé, payé “que significa cosa de hechicería y no diablo, ni ministro o intérprete del demonio” como aseguraba el francés. Azara cree que los pobladores no lo comen porque su carne es purgante o bien porque usualmente no comen aves chicas. Afirma que “no bebe, ni necesita el agua ni sus producciones” y por eso está siempre en las ramas altas de los bosques grandes y no en las plantas bajas cercanas a los ríos “Yo no sé de dónde sacan la comparación de su vuelo con el del martín pescador, que en nada se le parece, sino en ser horizontal”.


En el estado de Sao Paulo (Brasil) , Maximilian, el príncipe de Wied Neuwied, conoció al tingazú,  en las selvas cerradas de la mata atlántica y en las arboledas y arbustales que alternan con pastizales.  Narra que mueve la cola hacia arriba y abajo y hace oír su voz, un sonido repetido: zig! zig! zig!. “En las zonas urbanas, estas aves son bastante tímidas pero en otras cazaban aún en medio de la gente (...)  De las ideas supersticiosas  que mencionan Buffon para Cayena y Azara para Paraguay, no he oído nada en Brasil.”




LOS NOMBRES DEL TINGAZU



Coucou piaye
Martinet, F. N., Buffon, G. L. L.,  Daubenton,  E.-L.,
- 1765-1783? - Planches enluminées d'histoire naturelle.


Son muy numerosos los nombres registrados a lo largo y ancho de Latinoamérica para esta ave, principalmente por ser muy vistosa y por ser considerada como ave mágica.

MEXICO: Su nombre español es cuclillo canela, pero los mayas de Yucatán lo denominaban kip choh  (probablemente onomatopéyico, pero quizás también relacionado a la raíz  kip: deslizar, por la forma sigilosa en que se mueve entre las ramas). También se registra el nombre kochpahan.

GUATEMALA: Pixcoy es su nombre onomatopéyico y se la considera ave que trae malas noticias y cuyo canto es imitado por los hechiceros para contrarrestar esos malos augurios y revertirlos.

EL SALVADOR y HONDURAS= Pájaro león (por su coloración).

BELICE: Hikaroena.

COSTA RICA: Bobo chizo.

PANAMA: En el pueblo guna se lo denomina gigga y se lo considera como un dule o persona que en diálogo con el cazador le avisa de peligros o de la cercanía de la presa.

COLOMBIA: Recibe el nombre de pájaro ardilla, cuco ardilla  y ardilla por sus colores castaños, la larga y vistosa cola  y la velocidad con que se desplaza por las ramas. De alli el nombre libresco inglés de squirrel cuckoo y el francés piaye ecuréuil.

Soledad (por su hábitos solitarios y ocultos, aunque este nombre se aplica también al barranquero o burgo Momotus momota), pava flotilllera, arditero, picúa (onomatopeya de su canto), picúa de monte.

Los yucuna, del Amazonas colombiano,  lo denominan huayue o huayuhue.


VENEZUELA:   Piscuá  (onomatopeya de su canto). Los warao del delta del Orinoco  lo llaman pikamant o pikaruanus

GUYANA: Los macushi le dicen  pihe o pike.

GUAYANA FRANCESA:  El nombre en creole según indicó Lesson, era piaye y de allí lo tomó para crear el género Piaya.

Para los wayampi es el asingau, también llamado tayauasingau, porque avisa al hombre de la llegada de las piaras de pecaríes o tayasú. Incluso hay una especie de higuera (Ficus nymphaefolia) que se denomina asingaulemimcay, de lemi : los que; y mcay: embrujar; es decir los que son embrujados por el asingau, ya que la leyenda dice que las ramas entrelazadas de este árbol representan a dos amantes “congelados” por la magia del ave, invocada por un marido celoso.

TRINIDAD: En creole es boocootoo, bucutu, coucou manioc (cuco mandioca, por su color).

BRASIL: En el norte de Brasil predomina el nombre tupí que se ha extendido hacia el sur ,hasta Argentina: tinguaçú ( de (a)ti: nariz, pico; y gwa'su: grande) y sus variantes  tinguassú, ating ahú, atinga-hú (indios tembé del Amazonas), atingaçú,  atiuaçú, atingaú y atibaçú.

Xincuã, chincoã, tincoã, ticuã, coã, pecuã parecen ser onomatopéyicos, igual que crocoió.

Los nombres portugueses son variados. El más común es  alma-de-gato (porque el canto semeja a un maullido de gato o bien porque come pichones de pajaritos), alma-perdida, alma-de-caboclo (mestizo).

Rabilonga, rabo longo, rabo-de-palha (Río Grande do Sul, Pernambuco), rabo-de-escrivão (porque las plumas largas de la cola recuerdan a las que usaban los escribanos para escribir), todos referidos a su notable cola.

Meia-pataca (la pataca era una moneda de plata de comienzos del siglo XIX), pataca, pato-pataca  (quizás por la similtud de su canto con el tintineo de las monedas).

Maria-caraíba (del tupí  kara'ib: sabio, inteligente), oraca, piá (en el sur de Brasil, con el significado de corazón, y por extensión, niño),  picuá, urraca, cantiú (guaraníes de Rio Verde, Goias), töiötcha (botocudos).

PARAGUAY:  Guirá-payé, o sea,  ave mágica

ARGENTINA:  Gallo del monte (Tucumán) y pilniçhi guaycunipilnichi guaycurú (Misiones)

URUGUAY: Pirincho de monte, urraca canela, urraca marrón.

PERU: Tschi-coua (onomatopeyico, en Huambo)






De vogels van Guyana - Penard, F.P.
Paramaribo [1908-10]



AVE MAGICA

El tingazú es considerada ave de mal agüero. En el Amazonas se cree que cuando el alma-de-gato canta en la puerta de una casa, el dueño morirá pronto. En Dominica se considera que anuncia lluvias y en el Guayrá cuando canta cerca de una casa es porque llegará una visita de tierras lejanas.

Los caboclos amazônicos (mestizos de indios y negros) temen el canto del “ticuã" porque puede desencadenar distúrbios emocionales y psíquicos como el  síndrome del empanemado, un estado depresivo que se da sobre todo en los cazadores que, así afectados, o no encuentran a sus presas o ya no pueden derribarlas. Para curarse de esta enfermedad los seringueiros de Rondônia buscan avispas (marimbondos) y se hacen picar por ellas.

Tiene fama de burlona ya sea por imitar el canto de otras aves o bien por ocultarse bien. Por eso pasa muchas veces desapercibida y se la relaciona con la invisibilidad.

Tincoã
Göldi, E. A. – 1900-1906 -  Album de aves amazonicas. Zürich: Impressão do Instituto Polygraphico


Juan Bautista Ambrosetti obtuvo de Patricio Gamón, de Villa Azara, en el Alto Paraná paraguayo, una complicada receta para fabricar un talismán para hacerse invisible a voluntad. Lamentablemente para ello hay que matar un tingazú un día viernes y llevarlo hasta un lugar desde donde no pueda oirse el canto del gallo y ahí se entierra a la pobre ave, tras haberle colocado dentro del cráneo, entre los sesos, tres pequeñas habas con algo de tierra. A los ocho días las habas brotan produciendo 3 hojas, entonces se acude al lugar junto con un niño y se saca una de las hojas y se la pone en la boca preguntando al chico si lo ve desde unos 10 metros, si la respuesta es afirmativa se repite la operación con una segunda hoja, si la respuesta es “si” se toma la tercer hoja, y el niño ya no puede verlo, hasta que no se saca la hoja de la boca Esa hoja se conserva para cuando haya que usarla, especialmente para llegar ocultamente a la casa de la amada.

Esta creencia del nordeste brasileño (Rio Grande do Norte y Paranaíba),  se origina en que durante el día, el alma del gato no tiene forma ninguna y no se puede saber si está presente o no, como mucho se percibe su sombra, un aire que mueve las hojas de las plantas, o apenas un ruido leve. De noche puede tomar la figura de un gato negro, con ojos color fuego, que asusta a los niños traviesos en el patio trasero de las casas, aunque no los daña, apenas los hace temblar de miedo. En las danzas del  boi-calemba o bumba-meu-boi aparece en una cantiga que se entona para entrar en la casa del anfitrión del baile.

Se dice que el ave esconde el nido muy bien porque entre los huevos guarda una pepita de oro. Y  cuando se da cuenta de que la están observando, abre aún más sus ojos de brasa, levanta el copete, toma un aspecto de diosa ofendida, lanza unas notas musicales y se aleja con vuelo rápido.


Alex Mouchard

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Chincoã e Maria Caraíba.

La no fundo da mata densa
ouço o gemido de Chincoã.
Maria Caraíba bateu asas
assustada rasgou o sertão.
Foi pro vale do lírio branco.
Lugar tão numinoso e sereno.
Deleite de se viver.

Maria Caraíba cansou das astúcias.
Da presença nefasta dos ditos seres racionais.
Dos sonhos mirabolantes de seu amado.
Cego com tanto tesouro de falso brilho.
Chincoã aturdido não entendeu nada.
Até hoje na solidão das noites estreladas.
Vive errante de clareira em clareira.
E chora a ausência de sua amada.

J. B. Conrado

[ Allá en el fondo de la selva oigo el gemido del Chincoã.  Maria Caraiba aleteó, asustada rasgó el sertón volando hacia el valle del lirio blanco, lugar tan mágico y sereno, deleite de la vida.

Maria Caraiba se cansó de los engaños, de la  presencia nefasta de los seres llamados racionales, de los sueños fantasiosos de su amado, ciego con tanto tesoro de falso brillo.

Chincoã sorprendido no entendía nada. Hasta hoy en la soledad de las noches estrelladas, vive errante de claro en claro. Y llora la ausencia de su amada.]


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REFERENCIAS

-Ambrosetti, Juan B. -1917 – Supersticiones y Leyendas. Buenos Aires: La Cultura Argentina.
-Azara, F. de -1992 (1802)- Apuntamientos para la Historia Natural de los Páxaros del Paraguay y del Río de la Plata. Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología. Madrid.
-Brisson, Mathurin-Jacques, - 1760- Ornithologie. Parisiis : Joannem-Baptistam Bauche.
-Buffon, G.L.L. conde de.  -1770–1785- Histoire naturelle des oiseaux. 9 vol. Imprimerie Royale. Paris.
-Garcia, Luciana -2005- O mais assustador do folclore: monstros da mitologia brasileira. Ilus. Roger Cruz, Bruna Brito. São Paulo: Caramelo, 2005.
-Jaramillo de Olarte, Lucia –1993-  Aves de Colombia – Santa Fe de Bogota:  Ata Fondo Filantrópico.
-Lesson, R. P.  Prêtre, J. G. -1831-Traité d'ornithologie. Bruxelles : F.G. Levrault
-Linné, C. -1766- Systema naturæ per regna tria naturæ ... Tomus I. Editio duodecima, reformata. – pp. 1–532. Holmiæ. (Salvius)
-Marcgrave, George y Willem Piso -1648 -Historia Naturalis Brasiliae... Lugdun. Batavorum: Franciscus Hackium. Amstelodami:  Lud. Elzevirium. [Organizado por Joannes de Laet]
-Marques, José Geraldo W. – 2010 - - Pássaro é bom para se pensar: simbolismo ascensional em uma Etnoecologia do Imaginário. Revista Incelências, 1(1): 2-17. Maceio.
-Martínez Mauri, M. - 2016 - ETNO–ORNITOLOGÍA Y GIRO ONTOLÓGICO: REFLEXIONES EN TORNO AL ESTUDIO ETNOGRÁFICO Y ORNITOLÓGICO EN GUNAYALA (PANAMÁ). Revista Chilena de Ornitología 22(1): 79-88
-Santos, Eurico – 1979 - Da ema ao beija-flor. 396 pps. Editora Itatiaia,  
-Vidal, Ademar -1950- Lendas e superstições; contos populares brasileiros. Rio de Janeiro:  Empresa Gráfica O Cruzeiro.
-Wied, Maximilian, Prinzen zu  -1830- Beiträge zur Naturgeschichte von Brasilien. III Band. Weimar.


EL VENCEJO DE COLLAR (Streptoprocne zonaris), EL PREDICADOR Y LAS FANTÁSTICAS GOWRIES

    Este huésped del verano, el pequeño vencejo que vive en los templos, testimonia aquí, junto a su amada mansión, que el aliento del cie...